Cumpliendo los catorce

53. Todo se derrumbó.

En multimedia la canción "Dynasty" que forma parte de este capítulo

Capítulo sin editar.

Aclaración: sé que a varios no os gusta que narre otro personaje que no sea Sofia pero también es necesario, en ocasiones como en esta, ver el punto de vista del personaje que está de lleno en el conflicto actual.

NARRA SUSAN

Cuando era pequeña solía pensar que una vez que creciera encontraría a mi príncipe azul y sería igual de feliz que aquellas princesas de los cuentos y las que veía por la televisión.

Siempre pintaban todo tan bien que claro cualquier chica con sueños y esperanzas soñaba con que todo le saliera igual en su vida. Encontrar a tu primer amor, tener una relación estable y luego pasar al siguiente nivel: el casamiento.

Hace tiempo cuando Jackson comenzó a formar parte de mi vida creí que el cuento que siempre había soñado con tener se estaba por cumplir.

Quise a Jackson tanto que tal vez nunca me di cuenta de lo que hacíamos mal o de que nuestra relación por perfecta que yo quisiese que fuera no lo era y sigue sin serlo. Desde un principio me obligué a pensar que tenía que seguir con él a pesar de todo por lo que pasáramos porque así se supone que es el amor, ¿no?

En las relaciones amorosas tu pareja debe apoyarte y estar ahí para ti, así como tienes que enfrentarte a los obstáculos que te ponga la vida en tu relación. Por eso perdoné a Jackson la primera vez que me engañó poco después de que comenzáramos a salir.

Nuestra relación apenas comenzaba a consolidarse y Jackson quería cosas que yo en ese momento no estaba preparada para darle. Él quería pasar a otro nivel, no solo le bastaba con simples besos, él quería más y yo en un principio me negué a ello. Después de que le rechazara su propuesta de pasar al siguiente nivel, me enteré de que me había engañado con otra porque él mismo me lo contó y se disculpó por lo que hizo. En ese momento fui tan ingenua que le perdoné pensando que si le daba lo que él quería no lo volvería a hacer. Así fue como perdí mi virginidad con él.

Hasta hace poco siempre he pensado que todos esos malos momentos que tuvimos al iniciar nuestra relación han quedado atrás y que hemos sabido superarlos y aprender de ellos. Por eso el hecho de casarme con mi primer amor de verdad, después de haberle hecho frente a los problemas que nos puso la vida, me hacía tanta ilusión. Sin embargo, eso ahora ya se ha desvanecido. No hay casamiento, ni amor, ni relación, solo quedan los restos del engaño que llevó a cabo aquel chico que solía quererme.

Lo que sigo sin entender es el porqué Jackson quería casarse conmigo después de haberme puesto los cuernos. ¿Qué tenía pensado? ¿Tener una esposa que le hiciera todo en casa mientras por fuera se iba con otras?

Que mis padres no aceptaran mis deseos de comprometerme me dolió, enterarme de que Jackson me engañaba gracias a su hermana me dolió pero nada de eso se compara al dolor que sentí al darme cuenta de que todos aquellos que me decían que lo mío con Jackson era una falsa tenían razón. Solo vive un cuento que me obligué a creer por mucho tiempo.

Es como cuando tienes un sueño en el que tu vida toma el giro que tú quieres y estás feliz con ello hasta que te despiertas y te topas de lleno con la realidad que es muy distinta. Todos hemos tenido alguna vez ese tipo de sueños y sabemos lo que duele despertarnos y darnos cuenta de que solo era un sueño.

Ya ha pasado una semana y algunos días desde que me desperté de mi sueño. Desde entonces Jackson ha estado disculpándose de todas las formas posibles: con flores, mediante cartas, regalándome varias de mis comidas favoritas, comprándome ropa, dedicándome frases por sus redes sociales, subiendo fotos de nosotros, etc. Lo que no se da cuenta es que los corazones que se rompen no se sanan de la noche a la mañana y lo peor es que aunque alguna vez pudiera sanar la herida que él me ha dejado, la confianza que yo le tenía la ha tirado a la basura desde el mismo minuto en el que pensó que sería buena idea liarse con otra chica teniendo una relación consolidada conmigo.