65. Un día lleno de sorpresas

16.7K 1.2K 1.4K
                                    

Capítulo sin editar

NARRA SOFIA

No me gustan las matemáticas. Yo intento quererlas pero se me dan como una patada en el culo. Por suerte, siempre que nos mandan deberes de matemáticas, voy con Christian a la biblioteca para hacerlos.

—No entiendo el ejercicio dos, ni el tres y mucho menos el cinco —digo, una vez que se ha colmado mi paciencia.

Christian se ríe y mueve su cabeza de un lado a otro.

—¿Te estás burlando de mi? —Enarco una ceja y le lanzo una mirada desafiante.

—Para nada —responde mi amigo conteniéndose la risa.

—Definitivamente lo estás haciendo —Suspiro e intento seguir con mis deberes, dejando a un lado el hecho de que mi mejor amigo se ría de mis desgracias con las matemáticas.

¿Qué culpa tendré yo de que se me den mal?

Puede ser que el hecho de que las palabras de Dylan sigan rondando por mi cabeza también influya. Es que, ¿quién hubiera pensado que él está colado por mi hermana?

Últimamente veía una mejor relación entre ambos pero no pensé que fuese para tanto.

—¿Sofia? —Oigo como Christian me llama y eso hace que vuelva a la realidad dejando de pensar en que a Dylan le gusta Susan.

—¿Qué me estabas diciendo? —pregunto retomando la conversación.

—Te decía que no me burlo de ti y que no es tan complicado pero veo que hay algo más que ronda por esa cabecita y que creo firmemente que es lo que te está desconcentrando más de lo habitual.

Mi amigo me mira curioso, tal vez esperando que le cuente en lo que pienso. Sin embargo, hacerlo me da vergüenza. Se pensaría que soy una niñata bipolar o algo por el estilo.

Y no niego que lo sea pero tampoco hace falta demostrárselo a los cuatro vientos.

—Son las matemáticas, sólo pienso en ellas y en lo poco que me gustan —miento intentando parecer convincente.

Miro al suelo para no tener que hacer contacto visual con Christian. Soy horrible a la hora de mentir mirando directamente a los ojos y por eso admiro a las personas que son capaces de hacerlo como si nada.

—Si claro y yo odio ver series por la noche mientras como chocolate, ¿no? —ironiza el rubio que tengo en frente.

—Pues si odias eso no sabes lo que te estás perdiendo —le sigo el juego evitando hablar de mi tema.

—¡Pero si sabes que no lo odio! —Christian grita más de lo normal y eso hace que nos manden a callar.

Al ver la cara de Christian y de lo avergonzado que se acaba de sentir no puedo evitar reírme. Parece un cachorrillo.

—No te rías —murmura fulminándome con su mirada—. No es gracioso, me han mandado a callar por tu culpa —me recrimina al ver que no dejo de reírme.

—¿Para que están los amigos si no te dejan en vergüenza de vez en cuando? —bromeo sonriendo.

Christian blanquea sus ojos.

—No seas lista y no te vayas por las ramas, ¿en que piensas? —Antes de dejarme responder con cualquier cosa, él vuelve a hablar—. Ya nunca me cuentas nada, creo que como mínimo esto sí que deberías de hacerlo —añade recurriendo a la táctica de hacerme sentir mal.

Al final se sale con la suya.

—Vale —Alargo la "e" mientras pienso en cómo contarle a Christian todo el lío mental que hay en mi cabeza—. El otro día fui a la fiesta de Jackson y Dylan me llamó como solía hacerlo Brent y me enfadé con él. Luego comprendí que había sido una exagerada e intenté disculparme y fue ahí cuando le vi besando a otra chica, lo que curiosamente me hizo sentir celos, hago un énfasis en que eran celos de amigos —me propongo a seguir relatando el contexto de cómo ocurrió lo que ronda por mi cabeza pero Christian me interrumpe.

Cumpliendo los catorceWhere stories live. Discover now