Invisible »Jb. |Finalizada

Capítulo 011.

Entré a la habitación de mamá decidida a investigar la verdad, ella me ocultaba algo y lo sabía perfectamente. Al parecer estaba en el baño, ya que no estaba en la camilla o haciendo cosas indebidas. Me senté en el pequeño sofá blanco y me crucé de brazos, recargué mi cabeza en el respaldar del sofá y allí la esperé, impaciente.

— ¿Y tú qué? —Peguntó ella al salir del baño, mientras rascaba su brazo.

La observé de reojo; ella estaba destruida. Sus ojos esmeraldas estaban apagados, no había un brillo especial que los iluminase. Su cabello castaño estaba despeinado, un ligero cambio de look no le haría mal. Pero ese no era el caso ahora.

—Vine a preguntarte algo —Dije segura, ella rió cínica.

—Haber niña, ¿Qué demonios quieres ahora? No tengo dinero...

—No vine a buscar dinero ni nada de eso, mamá.

— ¿Entonces qué? —Refunfuñó, se sentó en la camilla y me miró atenta. Jamás lo había hecho.

— ¿De dónde conoces Justin Bieber? —Pregunté de repente.

El cambio abrupto del ambiente hizo que me asustara. Sus ojos apagados ahora mostraban sólo furia, enojo y ganas de golpear a alguien. Me levanté sabiendo lo que vendría, me acerqué a la puerta lentamente. Mamá no me miró, su vista estaba centrada en un punto de la habitación. ¿Tanto por una simple pregunta? ¿Qué carajos guardaban todos? ¿Por qué yo no podía saberlo?

— ¿Bieber?—Susurró sin quitar su mirada perdida de aquel punto. —Fuera de aquí —.Me miró, negué con la cabeza repetidas veces.

—Quiero que me respondas...

— ¡Que te vayas, joder!

Salí rendida de la habitación, maldiciendo en mi mente. Algo en mí andaba mal, sentía una confianza interior que ordenaba ser fuerte de una vez. Decidida, salí del hospital. Caminé hacia un teléfono público y metí la mano en mi bolsillo trasero, saqué una moneda y la puse en la máquina. Marqué el número que Claire me había dado y sonreí al escuchar su voz llena de paz y tranquilidad.

— ¿Hola?

— ¡Claire! Soy _____ —Respondí alegre, oí una risita de su parte.

—Hola cariño, ¿Necesitas algo? Creí que nunca ibas a llamarme —Dijo mientras yo miraba el auto de Justin estacionarse frente al hospital. —¿_____? ¿Estás ahí? —Volvió a hablar, entonces volví de mi trance.

—Lo siento Claire, sólo llamaba para decirte que necesito una consejera.

—Soy toda oídos, _____.

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Los ojos ya cristalizados de Claire hacían que me sintiera una mierda. Le había contado todo de mi vida, desde lo de mamá y papá hasta mis problemas en la preparatoria. Lo curioso era que no había mencionado a Justin en la plática, no quería que se enterara...no por ahora. Es decir, no le había dicho su nombre real, más bien dije que su apodo era "Cobra" y que no sabía cómo se llamaba. La imagen de la estatua de una cobra en el auto de Bieber fue lo primero que se me ocurrió.

— ¿Cómo aguantas tantas cosas con sólo diecisiete años? —Preguntó secando algunas lágrimas que caían por sus mejillas.

Alcé lo hombros. —Ni yo lo sé, créeme.

—Quiero ayudarte, _____. Quiero que sepas que pase lo que pase cuentas conmigo, si tu madre decide echarte de casa, vendrás aquí. Si te golpean en la preparatoria, me llamarás e iré por ti. Si alguien desconocido te molesta, me encargaré de él. —Dijo sincera, haciendo que mis ojos ahora se llenaran de lágrimas.

—Jamás en mi vida había tenido a alguien con quien contar, gracias Claire, muchas gracias.

Y allí estábamos las dos, abrazadas como si el mundo se estuviera cayendo a pedazos y sólo un abrazo podría salvarnos. Conocía tan poco a Claire que no podía creerlo...era como si la conociera de toda la vida. ¿Por qué mi madre no puede ser como ella? ¿Por qué tanto odio hacia mí?

— ¿Qué harás si tu padre te lleva con él? —Claire bebió un poco de su café, alcé los hombros una vez más.

—Supongo que comenzar una "nueva vida", aunque no creo poder.

—No seas tan dura contigo misma, cielo. ¡Eres joven, casi una adulta! Debes aprovechar hoy tu vida como si mañana se terminara, y así verás que todo cambiará de repente. —Asentí pensativa, quizás tenía razón. —Cuando tenía tu edad, solía encerrarme en mi habitación a tocar el piano, y no salía de allí ni aunque me pagaran.

— ¿Tocas el piano? —Pregunté ampliando una sonrisa en mi rostro, Claire asintió.

—Desde hace años, me encanta.

—A mi también, pero mamá odia su sonido, para ella es sólo "ruido". —Hice comillas con mis dedos, moviendo mi cabeza. Ambas soltamos una carcajada.

Claire se levantó, mencionando que iría al baño. Le sonreí, pero una duda existencial intervino mis pensamientos, borrando mi sonrisa de repente. ¿Qué hacía Justin en el hospital? Según él su padre estaba en coma, pero lo odiaba... ¿Y si me había seguido? ¿Y si había ido a disculparse con su padre? O peor aún... ¡¿Y si había ido a ver a mamá?!

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