Invisible »Jb. |Finalizada

Capítulo 096.

El grito de Claire hizo que saliera de mi trance, y me diera cuenta del desastre que acababa de ocurrir. El aire comenzó a abandonar mis pulmones y sentí unas inmensas ganas de llorar, mientras cubría mi rostro con mis manos. Me senté en el suelo rompiendo en llanto como nunca antes, temiendo por mi vida.

Era ilógico, porque había querido morir más de una vez y ahora sólo deseaba que nada me sucediera. Tenía miedo de lo que mi madre era capaz de hacer y estaba más que segura de que ella tenía algo que ver con este ataque. El problema eran las dudas que comenzaban a formarse en mi cabeza. ¿Cómo me habían encontrado? ¿Por qué Justin me había protegido? ¿Y por qué todo había ocurrido en el mismo momento en que él había aparecido en la casa?

Sentí una mano posarse en mi hombro y temblé. Claire se agachó hasta quedar a mi altura y me abrazó como pudo, sosteniéndome. Su corazón latía a mil por hora; vi a Justin despeinar su cabello y luego rascar su nuca con nerviosismo, mientras caminaba de un lado a otro. Tragué en seco cuando recordé sus brazos rodeándome con delicadeza.

Claire volvió a su postura normal y me tendió su mano, la cual tomé dudosa. Mis piernas temblorosas amenazaban con dejarme caer si tan sólo daba un paso, así que me mantuve parada contra la pared. Ella se dirigió hacia la puerta y la cerró, cuidadosa de no pisar los cristales que yacían en el suelo. Miré indignada aquella escena; mamá no tenía el derecho de lastimarlos a ellos. Era yo a quien quería. Debía perjudicarme a mí, no a Claire, ni a Justin, ni a nadie que fuera ajeno a nuestro problema. Y podía sentir cómo mi sangre hervía cada vez más.

—Justin trae un vaso de agua para _____. —Pidió Claire, sin observarlo.

Él se marchó de allí sin decir nada y unos minutos después regresó, dejando el vaso sobre la mesa. No me moví ni hice el esfuerzo de mirarlo como hubiera querido, puesto a que mi temor aún no me abandonaba. Había una tensión inmensa en el ambiente y poco me agradaba tener que vivirlo con Justin. A pesar de que me había protegido de los disparos, no podía dejar de pensar que estaba trabajando para mi madre o tenía algo que ver con ella.

Eso me llevó a recordar viejos tiempos, cuando estábamos en la preparatoria y yo era el blanco de burlas, empujones y golpes; Justin siempre había detestado a mi madre, o eso era lo que siempre había querido demostrarme. Como cuando Jeremy y ella habían sufrido aquel accidente, él la había llamado perra. Y cómo olvidar su intento por destrozarme, repitiendo que yo era el peor error que mamá había cometido.

¿Cómo había logrado cambiar tanto? Es decir, él solía odiarme con toda su alma, y luego me amó como nadie. Me entregó todo el cariño que tanto necesitaba. Había hecho que volviera a sonreír después de tanto tiempo, para luego dejar ese gran vacío que hoy en día sentía en mi corazón.

—Cariño. —Repitió Claire, sacándome de mi leve trance. —Prepararé la habitación de invitados para ti, no dejaré que te vayas a casa con la gran tormenta que se avecina y con esos dementes siguiéndote.

—No hace falta. —Balbuceé. —No puedo quedarme...

Ella me interrumpió. —Sé que estás asustada y lo entiendo, pero aquí estarás a salvo. Jamás me perdonaría dejarte ir luego de lo que acaba de suceder. Debes entender que si sales, probablemente te meterás en problemas.

—Lo sé, Claire, pero es de noche y Logan se preocupará por mí. —Insistí aun sabiendo que ella se negaría reiteradas veces.

—Está bien, llamaré a ese tal Logan y le diré que te quedarás en la casa de la mujer con el instinto maternal más enorme del universo. —Carcajeó levemente, cruzando sus brazos.

Me rendí agachando la mirada y sonriendo de costado. La realidad era que jamás había estado tan nerviosa y asustada a la vez; Marie se preocuparía por mí y de seguro se lo diría a mi padre, y sería un problema más para él. Lastimosamente no me atrevía a llamarlos, porque eso implicaba tener que explicarles lo que había ocurrido hacía unos minutos y no tenía ganas de recordarlo con lujo de detalles.