Capítulo 054.

1.7K 66 4
                                    

Lo único que sentí en ese preciso instante fue una felicidad extrema. Las mariposas en mi estómago comenzaban a revolotear por doquier, y mis ojos brillaban más de lo normal; estaba a punto de lloriquear como una niña.

—Justin...—Atiné a decir en un susurro.

—Sé que es muy arriesgado, pero yo...siento que no puedo estar ni un minuto lejos de ti. ¿Comprendes? —Dijo, tomando mi rostro entre sus manos.

Mis ojos vagaron por sus perfectas facciones y dibujé una sonrisa. Tomé su mano dando suaves caricias a ésta, queriendo no soltarlo jamás.

—Sí quiero.

Un balbuceo con una pizca de miedo salió de mis labios y sentí los fuertes brazos de mi novio rodearme. Santo cielo... ¡Mi novio! ¡Justin Bieber se había convertido en mi novio!

Todo estaba pasando tan rápido que de a poco comenzaba a olvidar cualquier rastro de pasado que llevaba conmigo. Desde el "Bullying" hasta mis traumas que me impedían vivir normalmente. Se suponía que así debía ser, ¿Por qué aún sentía miedo entonces? ¿Es que acaso todavía tenía más obstáculos por vencer?

Justin abrió la puerta de su auto minutos después de que bajamos de la torre Eiffel, me adentré en él y me acomodé en el asiento, abrochándome el cinturón de seguridad. Luego de que él subiera partimos hacia la suite, que por cierto ya extrañaba debido al agotamiento de estar rodeada de franceses discutiendo en las calles. Su idioma era tan difícil de comprender que me sentía un extraterrestre visitante.

Pasé la tarjeta frente a la cerradura automática y las puertas quitaron su seguro rápidamente. Justin me llevaba de la mano como si fuera a huir de él, y lo admito, no quería que me soltara.

—Ordenaré algo para cenar —Mencionó con entusiasmo, caminando hacia el teléfono inalámbrico.

—Está bien. Iré a tomar una ducha.

—No tardes, nena.

Besé su mejilla con dulzura y él, en desacuerdo, tomó mi rostro y me besó en los labios tiernamente. Sonreí como una boba y me dirigí hacia el baño, despojándome de mi ropa a continuación.

Me repetía a mí misma que esto podría ser un maldito sueño, que podría estar dormida en un colchón tirado en el suelo justamente en la habitación de la casa de mamá. Que abriría los ojos y tendría el mismo temor a pisar la preparatoria y que Justin o los demás caminaran hacia mí y se burlaran de mi atuendo. No podría si quiera soportarlo de nuevo, ¿Cómo había logrado ser tan fuerte con tantas personas juzgándome sin parar? ¿Cómo había podido escapar de la realidad pasada y caer en este momento tan maravilloso?

Por más de que fuera una exageración, no recordaba cómo ni por qué había comenzado a ser feliz. Sólo sé que de un día para el otro tenía a Justin defendiéndome, confiándome todo, queriendo tenerme a su lado a cada momento cuando antes sólo me miraba para burlarse de mí.

Lo más raro sería volver con Justin a Canadá. Entrar a la preparatoria tomados de la mano, totalmente diferentes. Llevaba casi un mes sin pisar aquel edificio y hacerlo de nuevo ya no me aterraba. Quería ver los rostros de Hailey y Alice con sus ojos bien abiertos y sin saber qué decir. Quería ver a Matt retorciéndose de furia.

Serían las cosas que agradecería que pasaran.

++++

Observé el reloj de pared y miré mis manos. Papá me llamaría en unos quince minutos y aún no estaba lista para dar la decisión final. No quería dejar a Justin, pero tampoco quería que mi propio padre me olvidara.

Teniendo miles de millones de maneras para arreglar el asunto él decidía ponerme entre la espada y la pared. ¿Cómo podía solucionarlo? ¿Qué caso tenía hacer que me ahogara en un vaso de agua? Porque prácticamente era eso, era como si estuviera parada sobre un acantilado y sostuviera mi mano amenazando con dejarme caer.

Pero era papá quien creaba tantas dudas en mi cabeza. Por más imbécil que fuera, él se había preocupado por mí desde siempre...él solía darme dinero para que me comprara comida a espaldas de mamá, solía abrazarme por una hora sin querer soltarme ni por un segundo. Me había cuidado cuando mi propia madre se revolcaba con ricachones para comprarse alcohol y cigarrillos.

Muchas veces cuando los padres jóvenes se enteran de que tendrán un bebé es el padre quien suele irse y olvidarse de la situación. Pero mi caso era diferente; mamá ni siquiera había querido tenerme, ella me golpeaba cuando sólo tenía cuatro años y me encerraba en la oscuridad sin importarle nada.

Por eso era que no podía creerle. Dolía, pero así era la realidad.

Di un saltito al oír el teléfono sonar. Mis manos comenzaron a temblar y mi corazón a latir más rápido de lo normal. Cerré los ojos y di el suspiro más profundo de mi vida, tomando el aparato con lentitud y colocándolo sobre mi oreja.

—Hola...—Balbuceé, oyendo los segundos de silencio del otro lado de la línea.

—Estoy en el aeropuerto, _____. —Exclamó papá.

Nuevamente cerré los ojos.

—Aún no sé qué hacer.

—Sólo dime tu respuesta, haz lo que tu corazón te señale. —Dijo y asentí para mí misma.

Caminé a paso apurado hacia la habitación y cerré la puerta casi bruscamente. Por alguna razón sentía un miedo inmenso, como si estuviera desprotegida ante todo.

—No lo sé papá, mi corazón quiere tantas cosas que me es difícil decidir. —Me senté en la cama y toqué mi frente, haciendo mi cabello hacia atrás.

—Lo sé hija, eres igual a mí. —Hizo una pausa, dejándome sonreír levemente. —Tengo que abordar en unos pocos minutos. Dime ahora qué harás.

—Yo...

Antes de poder hablar oí la puerta abrirse y Justin adentrarse a la habitación. Me observó con curiosidad y caminó hacia mí, sin quitar su mirada de mis ojos. Su presencia hacía aún más difícil todo, sin dejarme si quiera pensar.

— ¿Hola? ¿Hija? —Comenzaba a notar el nerviosismo de papá a pesar de que estuviese a unos cuantos minutos de mí.

Tragué en seco y solté lo que mi corazón dictaba. —Volveré a casa.

—Un auto pasará por ti en cinco minutos. —Sentenció con la mayor felicidad. —Prometo que volverás a ver a Bieber, pero la familia es primero. Haz tomado una buena decisión.

—Eso espero papá. —Mis ojos se llenaron de lágrimas al ver salir a Justin de allí. —Eso espero...

—Te veo aquí.

—Adiós.

Colgué la llamada para luego correr hacia Justin a la velocidad de la luz. Estaba parado de espaldas en el balcón encendiendo un cigarrillo. Mi único impulso fue abrazarlo y poner mis manos en su abdomen, sin querer alejarme de él.

—Lo lamento, Justin. Perdóname por favor. —Rogué mientras una lágrima se resbalaba por mi mejilla.

Más no respondió, y ese silencio terminó por romper mi corazón en mil pedazos.



++++

Hasta aquí niñas <3 ¿Qué creen que pasará con Justin? ¡LAS LEO!

¿QUIERES MÁS? ¡REGÁLAME UN VOTO! 

Rom.

Invisible »Jb. |FinalizadaWhere stories live. Discover now