Una lágrima resbaló por mi mejilla lentamente mientras deseaba con todas mis fuerzas que esto fuera una maldita pesadilla. Que mi padre no estuviese frente a mí tratando de responder sus preguntas por sí mismo. Que mi corazón y mi mente no volvieran a debatirse en una lucha entre enfrentar la realidad o dejar que el destino decidiera.
No era un obstáculo más. Era mi padre tratando de llevarme a rastras, alejándome de Justin. Y las dudas que tenía en mi cabeza amenazaban con dañarme poco a poco.
—Tú vendrás conmigo. —Dijo firmemente.
— ¿Cómo me encontraste? —Atiné a preguntar.
—Eso no importa, _____. —Su mirada se dirigió hacia Justin y él parecía querer golpearlo. —Sólo sé que no verás a este cabrón nunca más.
Me solté de su agarre y sentí un impulso por empujarlo y dar un portazo. Él estaba buscando volver a hacerme sufrir, volver a verme llorar como una condenada. Pero no lo dejaría; no lograría hacerme caer.
—Déjanos solos, Justin. —Murmuré, sin siquiera mirarlo.
Oí sus pasos firmes alejándose de nosotros y cerré los ojos, sintiendo que mis piernas fallarían y caería al suelo.
—Yo...
—No me alejarás de él, papá. —Interrumpí abruptamente.
—Tengo el derecho de hacerlo.
— ¡Tú no puedes manejar mi vida!
Un silencio totalmente confuso invadió el ambiente. Limpié con furia las lágrimas que caían de mis ojos y me paré, abrazándome a mí misma. Mi padre aclaró su voz y lo oí suspirar. Un suspiro largo y sin ningún rastro de arrepentimiento.
Tragué en seco antes de volver a hablar con normalidad. —Me quedaré aquí.
Él se quedó mirándome atento, aparentemente lo había dejado sin palabras. Era la primera vez que lo enfrentaba desde que tenía mi custodia, y ya no importaba ello. Sólo quería ser feliz. ¿Era tanto pedir? ¿Acaso no lo merecía después de tanto sufrimiento?
—Te daré cuarenta y ocho horas para que pienses qué harás. —Dijo, y enseguida lo miré con los ojos bien abiertos.
— ¿Qué estás diciendo? —Exclamé atónita. Acomodó su chaqueta y volvió a soltar un suspiro.
—Si deseas quedarte con Bieber, lo aceptaré. Pero cuando regreses a casa...no estaré para ti. —Hizo una pausa leve, dejándome negar con la cabeza. —Voy a olvidar por completo que eres mi hija y le cederé la custodia a tu madre.
—Papá...
—Te quiero tanto que no podría verte derramar más lágrimas por mi culpa. —Me ignoró. —Así que tienes razón, no puedo manejar tu vida. Decide tú misma lo que harás, y recuerda que no podré esperarte para siempre.
—Eso no es lo que quise decir...
—Piensa también en el error que estás cometiendo, tú misma te engañas...tienes la verdad frente a tus ojos. —Finalizó interrumpiéndome, y quedé aún más perpleja.
Mi corazón volvió a dar un vuelco al oír la puerta cerrarse. Probablemente era más fácil saltar desde el balcón y encontrar la felicidad del otro lado. No estaba hecha para tener que resolver acertijos estúpidos que sólo me traían más estrés y enojo. Ni siquiera era buena en las adivinanzas.
¿Qué más podían ocultarme? ¿Qué verdad se encontraba frente a mis ojos? ¿Por qué no podía averiguar de qué se trataba sin molestar a nadie ni haciéndome las mismas preguntas a cada momento?
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BINABASA MO ANG
Invisible »Jb. |Finalizada
FanfictionEmpujón por aquí, empujón por allá. Por un momento, ella era el centro de atención para los acosos y las burlas, pero de repente caía, se rendía, y entonces volvía a ser la invisible. Hall tenía una leve esperanza de que todo parara. Sin embargo, no...