Capítulo 060.

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Su mirada era fría, oscura y seria. Sentía escalofríos por todo mi cuerpo, sobre todo cuando me observó como lo había hecho en las carreras. Era una mirada que no podía descifrar.

—Mucho gusto. —Dije, observándolo.

Tendí mi mano y me sorprendí al notar que depositó un beso en ella caballerosamente, haciendo que sintiera una sensación extraña en mi interior. Y definitivamente no era temor.

—El gusto es mío. —Hizo una pausa, dirigiendo su mirada hacia papá. —Señor Hall, usted tiene una hija preciosa.

Me sonrojé al instante.

—Lo sé, Connor. —Respondió él y mordí mi labio inferior.

—Será mejor que...que vaya a cambiarme. —Dije nerviosa.

Ni siquiera los había dejado responder algo, simplemente salí de allí a la velocidad de la luz. Lo último que esperaba era que me viera atractiva. Pero sabía perfectamente que era el contrincante más importante de Justin, y que quizás intentaría acercarse a mí por el simple hecho de que mi novio era su enemigo. No era una idiota, se notaba a millas que ninguno de los dos se soportaba. Incluso podría jurar que si ambos se miraran cara a cara habría una tercera guerra mundial.

Me adentré a la ducha luego de decidir que era mejor sacarme el estrés, reemplazándolo con la relajación. El agua artificial caía en mi cuerpo suavemente, y mientras lavaba mi cabello sentía que ésta vez no sería tan fácil librarme de las dudas en mi cabeza.

No sabía si el destino me odiaba o simplemente estaba jugando conmigo. Todo era una maldita coincidencia que, para mí mala suerte, me perjudicaba en todo sentido.

Oí el grito de papá y bajé las escaleras luego de unos minutos, era la primera vez que lo oía tan feliz. Al llegar al suelo, lo busqué con la mirada y su sonrisa hizo que también dibujara una en mi rostro.

— ¿Qué sucede, papá? —Pregunté llegando a su lado.

—Llamaron de la empresa... ¡Iré a Inglaterra! —Exclamó haciendo que riera. Verlo alegre era increíble.

Lo abracé con cariño, depositando un beso en su mejilla. —Felicidades papá, eso es maravilloso.

—Lo sé pequeña, es el país al que he querido ir de niño y ahora lo podré realizar. —Soltó un suspiro de alivio. —Y como sé que no querrás ir conmigo, he firmado sólo mi pasaporte.

Asentí. —Está bien, no quiero saber de aviones por un largo tiempo. —Solté una risita, contagiándolo.

—Bien hija, debo preparar mis maletas, tengo sólo una hora. —Dijo, comenzando a subir las escaleras. — ¡Aquí voy, Inglaterra!

Solté una carcajada, adentrándome a la cocina. Tomé un vaso y lo llené de agua para luego beberlo, sintiendo la frescura en mi garganta. Era raro no ver a Marie cocinando o limpiando las encimeras entretenidamente; quizás había ido al supermercado o se había llevado a Connor de aquí.

—Por favor que sea eso. —Susurré para mí misma.

Por la tarde las cosas marcharon bien. Papá había salido prácticamente corriendo a la empresa, ya que unos ejecutivos ingleses habían llegado y de seguro eran ellos quienes lo llevarían a recorrer su hermoso país, casi como había sucedido con los japoneses. Y por mi parte no había tenido ni un solo segundo sin dudar.

De repente las palabras de Justin llegaron a mi mente, y me acomodé en el sofá mirando un punto fijo. Él había mencionado que una mujerzuela había arruinado su familia, y podía jurar que mamá estaba en su cabeza. Ella era capaz de todo, pero jamás podría destrozar una familia; por más que hayan pasado varios años, mamá seguía siendo la misma mujer que me cuidaba cuando tenía cinco años y trataba de darme todo el cariño posible, o eso quería creer.

Invisible »Jb. |FinalizadaWhere stories live. Discover now