Capítulo 029.

3.2K 139 13
                                    

El auto de Justin frenó frente a mi casa. Miré por la ventanilla, soltando un leve suspiro.

—Gracias, realmente no sé qué hubiera pasado si tú no aparecías anoche. —Dije, observándolo de reojo.

Él asintió. —Claro que lo sabes, Hall. Matt iba a matarte. —Respondió frívolo, apretando de apoco el volante.

—No es por esa razón que me llevó hacia allá, Justin. —Exclamé con paciencia.

Alzó los hombros.

—Dímela entonces...

—No es algo que debas saber. —Sentencié, abriendo la puerta para salir de una vez.

Pero su mano sostuvo mi brazo con fuerza, haciéndome voltear nuevamente.

—De todas formas lo averiguaré. —Finalizó, soltándome bruscamente.

Salí de su auto con prisa y caminé hacia casa, donde de seguro Marie estaba esperándome para interrogarme. Conté hasta tres antes de entrar y así fue, abrí la puerta con cautela y sólo pude hallar silencio. Ni un suspiro se oía, sólo el cruel silencio. La calefacción estaba apagada, y el aire frío golpeó mi rostro. Era incluso más frío que el de afuera.

—Mierda...—Balbuceé, viendo miles de vidrios en el suelo.

Corrí nuevamente hacia la puerta de entrada, y como si fuera magia Justin venía hacia mí con su ceño fruncido. No pude evitar que las mariposas en mi estómago se escaparan.

— ¿Cómo...?

—Hay una camioneta rara en el patio trasero, ¿Sucede algo? —Respondió rápidamente, entrando a casa sin escrúpulos.

—No sé qué ha sucedido Justin, estoy preocupándome...—Exclamé abrazándome a mí misma. Negó con su cabeza pensativo.

— ¿Dónde está la anciana? —Preguntó observando los vidrios en el suelo.

Lo fulminé con la mirada.

—No encuentro a Marie por ningún lado, y no quiero subir...—Hice una pausa—Justamente por eso estaba yendo a buscarte antes de que te fueras.

Bieber caminó hacia mí y tomó mi rostro entre sus manos.

— ¿Crees que iba a dejarte así como así a esta hora de la noche y sin siquiera saber si hay alguien en la casa? —Preguntó, analicé cada una de sus palabras.

—Tú...

—Había planeado quedarme afuera hasta que te durmieras. —Alzó los hombros y negué con la cabeza, evitando sonreír como tonta.

—Olvidaré que dijiste eso, Bieber —Esbocé una leve sonrisa. —Ahora ayúdame a buscar a Marie.

Él sólo asintió y subió las escaleras pacientemente, mientras que yo temblaba detrás. Aún no había rastros de mi nana, ni siquiera un grito, ni siquiera oía un puto suspiro. Me aferré a la chaqueta de Justin con miedo, era lo único que sentía en ese momento. Lo más curioso era que Marie no estaba arriba, ni abajo, y que afuera de casa había una camioneta extraña la cual estaba estacionada perfectamente...como si alguien hubiera estado en casa con Marie al mismo tiempo que Matt me había raptado.

Joder... ¿Y si Matt tenía algo que ver? No era de esperárselo, pero todo podía pasar.

— ¡Hola niños! ¿Qué hacen? —La voz de Marie detrás de nosotros hizo que yo diera un salto.

— ¡Carajo! —Grité, tocando mi pecho. Apreté los labios luego de darme cuenta que ella me observaba.

— ¿Qué sucede? ¿De dónde vienen? —Preguntó cruzando sus brazos. Justin soltó un suspiro y comenzó a bajar las escaleras.

Miré a Marie. —Luego te explico, ¿Sí? —Ella sólo asintió.

Fui detrás de Bieber como si de él dependiera mi andar. Tomé su brazo justo antes de que saliera de casa y lo abracé. Así, sin más.

—Gracias por quedarte conmigo y cuidarme y haberme salvado esta tarde. —Susurré en su oído apresurada, mientras me aferraba a él.

Sus manos bajaron hacia mi cintura.

—No fue nada, es mi deber.

— ¿A qué te refieres? —Me separé, frunciendo el ceño.

Sus ojos cambiaron de un lindo color miel a uno mucho más oscuro, y si no fuera por mi mente sana diría que era un jodido vampiro. Me crucé de brazos alzando una ceja.

— ¿Por qué es tu deber, Justin? ¿Qué te traes entre manos? —Insistí.

Me miró fijamente, tratando de intimidarme.

—Sólo olvídalo, Hall. —Volvió su vista hacia su costado, y supe que trataba de evitarme.

— ¿Por qué debes protegerme? ¿Y de quién? —Volví a insistir como una niña, esta vez buscando su mirada.

— No puedes saberlo. —Negó.

Y sin más dio media vuelta, saliendo de allí. Dejándome más confundida de lo que ya estaba. Lo más estúpido que había hecho era preguntarle por qué debía protegerme, era mi espía...no podía haber otra razón. ¿Cuál si no? De seguro papá le había dicho que me cuidara como si fuera una niña de cinco años, luego le pagaría quién sabe cuánto y Justin se olvidaría de mí, de "nosotros".

Suspiré tristemente, cerrando con pereza la puerta. Pero algo estaba evitando que lo hiciera; Justin.

— ¿Sabes por qué debo protegerte? —Susurró, entrando y acercándome a él bruscamente, a la vez que sostenía mi cintura.

— ¿Por qué?

—Porque te quiero, Hall. Te quiero.


++++

Aw.

HAAASTA AQUÍ <3

+ ¿Quieres más? ¡COMENTA Y VOTA!


Invisible »Jb. |FinalizadaWhere stories live. Discover now