Capítulo 062.

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Los ruidos estruendosos de las motocicletas hicieron que me estremeciera y mis manos temblaran. Puse un mechón de cabello detrás de mi oreja y suspiré profundamente, intentando calmarme.

Justin se acercó a mí con una sonrisa indescifrable mientras sacaba un cigarrillo de su bolsillo y lo encendía a continuación. Cada paso que daba era firme, como si quisiera que todos se enteraran que pisotearía a Connor una vez más. Y claro que ya lo sabían.

—Te desearía suerte pero al parecer no hace falta. —Dije, cruzando mis brazos mientras le sonreía.

Soltó una carcajada. —El tipo es un idiota si cree que me vencerá. Volveré a aplastarlo.

—Justin...—Lo interrumpí, llamando su atención al instante. — ¿Por qué mejor no vamos a la playa y pasamos la tarde ahí?

Tomó mi mano y depositó un beso en ella, sonriéndome. —Sé que no quieres estar aquí, nena. Pero realmente me gustaría que me apoyaras en esto.

—Lo sé, y lo siento. Es sólo que...me preocupa.

Clavé mis ojos en los suyos al mismo tiempo que él lo hacía. —Te he dicho que nada me ocurrirá, y si algo sucede prometo darte la razón cuando me refriegues en la cara un "Te lo dije" —Finalizó, tratando de imitar mi voz.

Reí levemente. —Sólo no te hagas daño, por favor.

—De acuerdo.

Podía notar en su voz la seguridad que tenía. ¿Cómo lograba hacerlo? Era él quien correría a toda velocidad por una pista bastante insegura en una motocicleta poco convencional. Probablemente estaba más nerviosa de lo normal. La primera vez ni siquiera había podido analizar que mi novio participaría en una carrera ilegal, pero estos dos días habían sido suficientes para que mi mente se encargara de hacerme la vida imposible.

Por supuesto que eso no había sacado del todo mis demás preocupaciones; no había hablado con papá ni quería hacerlo, así que Marie se encargaba de comunicarle que estaba bien. De seguro comprendía que aún estaba en un estado de shock al enterarme la mierda que era mi madre. Eso me dejaba algo tranquila.

Y por primera vez sentía que esta realidad era demasiado buena para ser verdad, a pesar de todo. Había superado tantos obstáculos que ya casi no podía recordarlos; ahora sabía que mi madre era una maldita mentirosa, que papá nunca había querido verme mal. Sabía que Justin estaría a mi lado bajo cualquier circunstancia tratando de hacerme sonreír. Sabía que podía poner un pie en la preparatoria y dejar de temerle a todos, incluso a mí misma.

Había estado creando una imagen errónea de cómo era el mundo en realidad y no era nada lindo tener que descubrirlo ahora, pero era mejor que seguir viviendo en una mentira por el resto de mi vida. Y mencionando aquello...aún tenía a Claire en mi cabeza. A ella y a ese secreto que tanto estaba perturbándome, y que tal vez podría destruirme.

Tanto Justin como Claire merecían saber su propia verdad, pero al parecer seguía siendo una cobarde. ¿Qué podía cambiar? Todo. Absolutamente todo. Y sabía que era una maldita egoísta...porque si tanto lo amaba, debería elegir su felicidad antes que la mía. Quizás el hecho de haber sufrido toda mi vida estaba haciendo que prefiriera callar y seguir como estaba que cambiarlo todo, sin pensar el daño que les estaba haciendo a dos personas demasiado importantes en mi vida.

Divisé a el tal Jacob caminar hacia nosotros con un casco rojo en sus manos, el cual le entregó a Justin y murmuró un "Todo está listo, bro". Caminamos unos cuantos metros, posicionándonos frente a la multitud. Mordí mi labio en cuanto se soltó de mi mano y me observó, lanzándome un beso. Cerré los ojos un momento y le rogué a todos los santos que todo estuviera bien.

Invisible »Jb. |FinalizadaWhere stories live. Discover now