Capítulo 072.

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Llevé mi vista hacia mis manos debido a que estaban frías; todo estaba pasando tan rápido que me era imposible creerlo. ¿Así que esta era la realidad? ¿Esto era a lo que tanto le temía? Había esperado la verdad prácticamente toda mi vida, y ahora que estaba a unos simples pasos de poder oírla...volvía a temer.

Las puertas del ascensor se abrieron de par en par y conté hasta tres rápidamente, para luego salir. El extenso pasillo me ponía nerviosa, mis piernas temblaban como nunca antes lo habían hecho. Tan sólo faltaba que el aire se fuera de mis pulmones.

Para mi sorpresa la puerta del apartamento estaba sin seguro, y por alguna razón la imagen de Justin fumando se pasó por mi cabeza. Solté una risita sin gracia para mí misma y abrí, adentrándome al lugar.

Y allí no había nadie.

Mordí mi labio caminando lentamente, como si se tratara de una película de terror. Había varias botellas de cerveza sobre la mesa y una que otra colilla de cigarrillo. Tragué en seco por instinto y fue entonces cuando vi una silueta en el balcón, mirando hacia el cielo. Al intentar caminar tropecé torpemente con la silla, y Justin volteó a verme.

—¿Hall? —Preguntó. Su rostro estaba serio, y su voz sonaba algo ronca.

—Justin...—Balbuceé, dándole la espalda.

Definitivamente tenía miedo y estaba arrepintiéndome de haber venido.

—¿Qué...? —Dijo. Parecía estar hablándose a sí mismo. —¿Qué demonios pasó por tu cabeza para irte del hospital? ¿Sabes lo preocupado que estaba por ti? ¿Acaso enloqueciste? ¿Por qué no atendías mis llamadas?

Mordí mi labio. Pronto sangraría si seguía así. —Tú...no tienes idea de lo que está pasando, ¿Verdad? —Pregunté, él frunció el ceño levemente, colocándose frente a mí.

—¿De qué hablas?

Reuní valor. —Oí la plática que tuviste con papá. —Solté. —¿Sabes cómo me sentí? Vacía. Me sentí estúpida, usada y sobre todo engañada. Pero al parecer eso no importa, ¿Verdad?

Nuevamente su rostro se volvió serio; se acercó aún más quedando a pocos centímetros de mi rostro. Y no me alejé, no quité mis ojos de los suyos, no temblé, no hice nada. Simplemente sentí cómo mis lágrimas se deslizaban por mis mejillas con lentitud, y él las limpiaba con sus pulgares.

—Hall... —Susurró, sacándome de mi leve trance.

Me alejé de él rápidamente y me sostuve de la mesa, cerrando los ojos con fuerza. Estaba luchando contra mí misma como tantas veces lo había hecho, necesitaba oír la verdad y a la vez sólo quería irme lejos de todo, y no volver jamás.

—Dime por qué lo hiciste. —Murmuré bajito, pero estaba segura de que estaba oyéndome. —Dime por qué lo ocultaste tanto tiempo. —Continué.

—No quería hacerlo...—Me interrumpió, caminando nuevamente hacia mí—No quería que sufrieras.

—Estoy haciéndolo justo ahora. —Dije.

—Y por eso te diré la verdad.

Tomó mi mano luego de sentarse y me senté frente a él. Sus ojos reflejaban preocupación, tristeza, enojo y sobre todo dolor. Verlo así era como clavarme a mí misma un puñal en el corazón.

Pero, ¿A quién quería engañar? Tenía un secreto muchísimo más oscuro guardado y era yo la que reprochaba por saber la verdad. Justin sufría, Claire lloraba cada noche por su hijo, ¿Y qué quedaba de mí? ¿Cómo lograba sonreír sabiéndolo todo?

Invisible »Jb. |FinalizadaOnde histórias criam vida. Descubra agora