Invisible »Jb. |Finalizada

Capítulo 050.

Mi cuerpo reaccionó casi al instante; abracé a mamá con fuerza, mientras varias lágrimas bajan por mis mejillas. Ella acarició mi cabello y dio un suspiro.

—Sabía que no mentías, mamá. —Dije en sollozos.

— ¿Lo ves, _____? Tu padre es el traidor, no yo. —Respondió con su voz entrecortada.

—He huido de él.

Sus ojos se clavaron en mí y tomó mi mano, haciendo que me sentara frente a ella. Miró hacia un costado y frunció de apoco el ceño, volviendo a mirarme.

— ¿Haz huido? ¿Por qué? ¿No vivías mejor ahí? —Interrogó, mientras podía notar la felicidad en sus palabras.

—De hecho no, estaba privada de vivir. —Hice una pausa. —Él...contrató a una niñera para mí. Envió a un espía para que me cuidara y además un chofer muy entrometido.

Soltó una carcajada, y de repente hubo un corto silencio. — ¿Niñera, espía y chofer? ¿Qué le ha pasado por la cabeza a ese tipo?

—Ni yo lo sé, mamá.

Recordé entonces a Logan, el curioso chofer que sólo quería meterse en mi vida. ¿Dónde podría estar ahora? La última vez que lo había visto había sido hace mucho tiempo, cuando fingí que me había golpeado la cabeza para que no estacionara frente a la preparatoria y que todos me vieran bajar de una limusina. Recuerdo también que Justin había estado preguntándome quién era él.

Fue la primera vez que sentí que estaba celoso.

— ¿Qué haces aquí en Francia, niña? —Preguntó y me limité a sonreír.

—Vine a verte a ti. —Mentí sin escrúpulos.

Definitivamente no podía decirle que Justin estaba conmigo, y que habíamos huido juntos.

—No tenías que hacerlo, sólo faltan unos meses y...

El "Toc-Toc" en la puerta interrumpió a mamá, ella se levantó de su silla y abrió con la misma sonrisa de hace unos instantes. La mujer que me había atendido me observó.

—El tiempo de visita acabó. —Exclamó.

—Claro, yo...quisiera despedirme de ella. —Respondí. Ella asintió.

—Sólo un minuto más.

Al salir, volví a abrazar a mamá. Ahora estaba más que segura de que todo había sido obra de papá, no me quería cerca de él ni cerca de nadie. Prácticamente quería que desapareciera, o al menos eso podía asimilar sin dudas. Y por más que dolía, era cierto.

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Saqué la tarjeta de mi bolsillo y la pasé frente a la cerradura eléctrica de la suite. Entré con cautela, lo cual era sin razón ya que Justin no estaba allí. Una parte de mí se tranquilizó, al menos él no sabría que yo había salido sola.

Me senté en el sofá y me quité mis zapatillas, dejándolas a un lado. Encendí la televisión haciendo zapping, mientras daba un suspiro. Era lindo relajarme luego de tanta sorpresa, sobre todo luego de haber visto a mamá más feliz que nunca. Realmente...no se lo merecía. Oh vamos, ella había causado tantos problemas y se había olvidado de toda su vida anterior. Me trataba como si jamás me hubiera hecho sufrir. Como si todo el pasado que viví con ella no existiera. Aquel pasado que permanecía en mi interior y amenazaba con quedarse para siempre allí era lo que me atormentaba día a día. Y verla a ella disfrutar de eso también dolía.

Observé el reloj de pared, el cual marcaba las ocho en punto de la noche. Caminé hacia el balcón y observé el cielo ya estrellado y a una luna llena preciosa. No pude evitar esbozar una sonrisa. Antes sentía alegría y compañía cuando las nubes grises permanecían en el cielo, y ahora era todo lo contrario. Aquello ya no iba conmigo.