Capítulo 032.

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Una lágrima resbaló por mi mejilla y la limpié con mis finos dedos. El ardor en mi mejilla y aquellas horribles palabras resonaban en mi mente, prácticamente matándome por dentro. "Aléjate de Bieber". ¿Por qué? ¿Por qué debía alejarme de él cuando estaba más que enamorada? ¿Por qué mi padre había decido aquello, si él mismo lo había contratado para espiarme? ¡Joder!

Tomé el pequeño reloj y lo aventé contra la pared. ¿Cuándo dejaría de sufrir? ¡¿Cuándo sería el puto día que dejaría de sufrir al menos por unos minutos?! Podía resolver un problema, pero luego otro llegaba a mí y eso dolía. Dolía saber que no era tan fuerte para enfrentar aquellos obstáculos, dolía saber que manejaban mi vida...pero lo que más dolía era tener que alejarme de quien más amaba, sin poder protestar.

Sequé fuertemente mis lágrimas, las cuales caían como cataratas. Mi mejilla ardió nuevamente, cerré los ojos a continuación. ¿Cuánto daño había hecho para que el destino se pusiera en mi contra?

—Permiso...—Oí un susurro, supe enseguida que era Marie.

—No quiero hablar con nadie. —Dije firme, soltando un sollozo a continuación.

—Mi niña... ¿Qué te ha hecho? —Preguntó ignorando mis palabras. La miré de reojo.

— ¿Qué me ha hecho? ¡Me ha golpeado! ¡Mi propio padre me ha golpeado por una simple estupidez! —Grité con fuerza, mientras Marie tomaba mi mano.

—Maldición...—Balbuceó, bajando la mirada. Fruncí el ceño.

— ¿Sólo eso puedes decir, Marie?

— ¿A qué te refieres? —Preguntó, negando con la cabeza.

Ella había cometido un error.

— ¿Tú se lo dijiste, verdad? —Sollocé. Marie soltó mi mano y me miró arrepentida.

—Debes comprender que ese joven no es bueno para ti, _____...

— ¡Tú no puedes decirme qué es bueno o malo para mí! ¡No eres nadie! —Volví a gritar sin controlar mis palabras...sin siquiera pensarlo antes.

Marie abrió la puerta de mi habitación y salió sin decir nada, apreté mis puños.

—Maldita anciana.

++++

Cerré el casillero con fuerza y me quité mis audífonos, guardándolos en mi bolsillo delantero. Un sollozo se escapó de mis labios y una lágrima bajó por mi mejilla. Me apoyé en el casillero, deseando obtener las fuerzas para seguir adelante y enfrentarme nuevamente a la realidad.

No sólo sentía como si me clavaran una de esas estacas de madera en el corazón, sino que también podía sentir a mi mente ser víctima de un sinfín de interrogantes. No tenía idea de lo que pasaría, sólo deseaba que fuera una pesadilla que pronto acabaría.
Jamás lo habría pensado, Marie era una maldita traidora. Y papá un simple bipolar; lo más curioso era que estaba siendo dañada por quien más me quería. Y no sólo eso, también estaba siendo querida por quien más me había dañado en toda mi vida: Justin.

— ¡Hall! Anoche fui al lago otra vez, a que no sabes lo que hallé...—Oí su voz detrás de mí. Mi corazón se estrujó aún más.

Por más que dolía, decidí ignorarlo. Apuré mi paso por los extensos pasillos, mientras más lágrimas caían por mis mejillas. Me adentré en los baños, oyendo los gritos de Bieber. Siempre tan firme y frívolo, pero con ese "algo" que no podría ignorar ni aunque fuera ciega, sorda y muda.

Miré mi reflejo en el sucio espejo, abrí el grifo, mojé mis manos y las pasé por mi rostro. El contacto del agua fría en mi piel hizo que me estremeciera; sabía perfectamente que Justin estaría afuera del baño, esperando una respuesta. Era terco, jamás debí haberlo ignorado. Pero aun así decidí salir. La única acompañante a mi lado era mi tristeza; éramos sólo ella y yo.

Abrí con cautela la puerta, lento y atenta a cualquier movimiento. "Uno, dos...tres." Conté en mi mente, saliendo disparada hacia el salón de clases. Mis piernas parecían no querer responder. Prácticamente estaba luchando contra mi mente yo misma.

— ¡Hall! ¡Vuelve aquí ahora! —Sus gritos no cesaron.

Me sentía mareada y confundida, estaba actuando como una idiota. ¿Por qué lo hacía? ¿Por qué obedecía órdenes que no quería cumplir? –Aceleré mis pasos- ¿Por qué me alejaba del amor de mi vida?... ¿Por qué...

— ¡A la mierda! —Grité, frenando en seco.

Los pasos detrás de mí se detuvieron, giré sobre mis talones, encontrándome con aquella mirada tan oscura y brillante a la vez. Aquellos ojos mieles que me hacían suspirar, aquellos carnosos labios tan deliciosos, aquel perfecto cabello peinado en un jopo hacia arriba...Todo de él era lo que yo necesitaba.

Me acerqué decidida a él, y sin más lo besé. Lo besé como jamás lo había hecho.

—Hall...

—No me alejaré de ti, Justin. —Susurré en sus labios, volviendo a unirlos con los míos.


++++

Hasta aquí por hoy<3

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Romi.

Invisible »Jb. |FinalizadaWhere stories live. Discover now