Capítulo 065.

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La melodiosa voz de Justin susurrando en mi oído hacía que dejara de oír todo a mí alrededor. Sin embargo aún podía escuchar cada una de sus palabras tan claramente que era casi increíble. Llevé mi vista hacia un costado; mi short estaba en el suelo junto con mi sujetador y el moño que unos minutos antes traía en mi cabello. Una sonrisa se escapó de mis labios.

Los besos de Justin continuaron bajando por mi cuello; hacía un sonido tan excitante que sentía piel de gallina. En cuanto sentí su lengua remarcar mis pechos con lujuria solté un gemido, cada uno de sus movimientos hacía que me estremeciera de pies a cabeza. La mano de Justin subió hasta mi mejilla y apoyó su dedo en mis labios, haciendo que lo mordiera suavemente.

Ninguno de los dos emitía palabra: estábamos centrados en disfrutar el uno del otro como si fuera la última vez. Como si no existiera nada más que nosotros. E incluso la enredadera que tenía en mi mente comenzaba a esfumarse como por arte de magia, siendo reemplazada por el deseo.

El timbre de la puerta retumbó en todo el departamento. Justin me observó y se separó de mí, justo cuando llevaba su mirada hacia el reloj de pared. Todo parecía uno de esos momentos en los que estás soñando, te despiertas y quieres volver a soñar eso mismo.

Oí la puerta abrirse y pasaron sólo unos cuantos segundos para que volviera a cerrarse. A todo esto ya tenía mi sujetador puesto y estaba sentada sobre la cama...aturdida.

—Toallas. —Dijo él, adentrándose nuevamente a la habitación con dos pares de toallas en sus manos.

Las dejó sobre el escritorio y volvió a clavar sus ojos en mí; recorrió mi cuerpo como nunca antes lo había hecho, y eso fue suficiente para que me levantara y atrapara sus labios con dulzura. Sus manos se pegaron a mi cintura desnuda y dimos una media vuelta.

Me apoyó a la fría pared y pegó su cuerpo al mío; era increíble lo rápido que ambos habíamos recuperado el deseo de acariciarnos. Besó mi cuello y mordí mi labio automáticamente. Mi sujetador volvió a desaparecer de la escena y por un milisegundo la sensación de que debía cubrirme pasó por mi mente. Era la segunda vez que me veía desnuda y sentía que estaba tan sólo un poco más nerviosa que la primera, pero era hora de tomar el control de la situación.

Lo empujé a la cama en cuanto él se quitó su pantalón; nuevamente me observaba con ese brillo en sus ojos, sólo que ésta vez sus labios estaban entre abiertos. Disfrutaba el momento. Me subí sobre él y lo besé tratando de hacerlo con pasión y amor a la vez. Pasó sus manos por todo mi cuerpo; parecían estar paseándose sin ningún cuidado.

—Te amo, Hall —Susurró.

—Te amo, Justin. —Respondí con mi voz entre cortada.

Ambos dimos media vuelta sobre la cama y la única prenda que traía voló por los aires en un instante. Sus labios se pegaron a los míos, y se acomodó entre mis piernas; comenzó a moverse dentro de mí lentamente, para luego acelerar y volver a bajar sus besos por mi cuello como poco antes lo había hecho. Cerré los ojos mientras arañaba su espalda; cada movimiento que daba era un suspiro de placer que salía de mi boca automáticamente.

Comenzó a ir más rápido; a estas instancias podía sentir cómo trataba de no hacerme daño y a la vez de darme ese momento especial que ambos buscábamos. Un gruñido se escapó de sus labios y no me importó el ruido que la cama hacía, ni el diminuto dolor, ni las gotas de lluvia que podía oír chocando contra el suelo del balcón. Me aferré a su nuca y ambos nos miramos a los ojos; estaba a punto de soltar un grito. Mordí mi labio tan fuerte que sentí que se rompería, y un gemido se escapó de ellos.

Llevó sus manos hasta el espaldar de la cama y se sostuvo, sin quitar su mirada de la mía. Puse mis manos en su pecho mientras sentía un cosquilleo recorrerme de pies a cabeza. Arqueé mi espalda y sus movimientos se aceleraron.

Invisible »Jb. |FinalizadaWhere stories live. Discover now