Capítulo 019.

3.9K 173 15
                                    

Narra _____.

El cielo se tornaba cada vez más oscuro y las estrellas comenzaban a hacerse presentes. Sólo la luz de la luna iluminaba el lugar. Y sí, había sido una muy mala idea ir caminando hacia la casa de papá, pero creí que llegaría antes.

Unos ruidos me sacaron de mis pensamientos, y supe entonces que quizás estaba en peligro. Me escondí detrás de un auto que estaba estacionado, el cual se me hacía muy conocido. Busqué una posición cómoda para poder ver qué sucedía allí, y lo vi. Justin estaba...él...estaba comprando drogas.

Por instinto salí de mi escondite mientras mis ojos se abrían más de lo normal. Noté que Matt también estaba allí, y un tipo que no conocía. Mi sangre se heló al ver que Justin dio media vuelta y me miró.

—Justin...—Atiné a decir mientras entraba en un estado de shock.

—_____...—Dijo él, sin saber qué hacer.

Guardó las drogas en sus bolsillos y miró a Matt, quien me observaba y negaba con la cabeza. El otro tipo subió a uno de los autos estacionados y se marchó a toda velocidad. Comencé a retroceder. Lo peor no era que ahora sí estaba en peligro e indefensa, sino que también tenía a mis dos enemigos frente a mí.

—Hija de puta, Hall. ¿Qué mierda haces aquí? —Gritó Matt caminando hacia mí, sacando algo de su bolsillo, ahogué un grito.

—No, déjala Matt, yo me encargo de ella. —Dijo Justin empujándolo. Me alejé mucho más.

—No me toques...—Traté de que mi voz sonara amenazante, pero estaba más asustada que nunca.

Y hasta mis labios temblaban.

Bieber tomó mi brazo y esta vez sí grité, pero tapó mi boca con su gran mano, empujándome hacia el interior de la casa espantosa y abandonada. Miré a Matt, quien sacó su celular y comenzó a teclear fuertemente. ¿Cuál era el problema? No estaba en mis planes decirle a alguien que ellos estaban comprando drogas, no necesitaba más conflictos en mi vida. Esto no era un juego ni mucho menos una broma. Había visto con mis propios ojos a un tipo cometiendo un delito y a Justin con Matt ayudándolo a que se concretara.

—Tienes cinco minutos para explicarme qué haces aquí. ¿Acaso estás siguiéndome? ¿Te has dado cuenta de que si no te hubiera sacado de allí, Matt te pegaba un tiro en la cabeza? —Gritó furioso Justin, mientras hacía raros ademanes con sus manos.

—Yo...iba caminando, oí ruidos y noté que habían varias luces. Seguí los sonidos y me escondí detrás de un auto y cuando vi que estabas comprando drogas...

No pude terminar, él me había tomado bruscamente del cuello.

—Jamás en tu puta vida vuelvas a repetir eso, ¿Oíste? —Susurró cerca de mi oído. Llevé mi mano hacia la suya, con la cual estaba apretando cada vez más mi cuello, y traté de que me soltara. — ¿Oíste, _____?

Mi nombre en su boca había sonado casi como una melodía. Y mis ojos sólo necesitaban encontrarse con los suyos de nuevo, como si fuese algo esencial para vivir. Busqué su mirada; no era un error. Aquellos ojos mieles hicieron contacto con los míos, y la fuerza con la que su mano sostenía mi cuello comenzó a ser cada vez menor. Miró mis labios, y entonces salí de mi trance.

—No diré nada, si prometes no volver a molestarme —Balbuceé bajito, oí una risa de su parte.

— ¿Es un chantaje? —Preguntó, alzando una ceja.

—Lo es —Afirmé, sacudiendo mis pantalones. Todo el lugar estaba completamente lleno de polvo.

Miré hacia mi izquierda y mis ojos se iluminaron, corrí como una niña pequeña hacia aquel piano antiguo y lo contemplé con admiración. Algunas teclas estaban rotas, otras ni siquiera se encontraban allí. Me senté en el banquito y levanté mi mano, para luego apretar una tecla.

—Es gracioso...—Dijo Justin, lo miré y fruncí el ceño.

— ¿Que esté roto? —Pregunté sin entender, él negó con su cabeza.

—No, que estás sentada donde he tenido sexo con muchas putas.

La rapidez con la que me había levantado era inexplicable. Lo miré asqueada y pasé por su lado. Oí sus pasos detrás de mí y salí afuera de la casa, notando que Matt ya no estaba. Solté un suspiro leve, decidida a caminar nuevamente. No avancé ni diez centímetros, Justin sostenía mi mano.

— ¿A dónde vas? —Preguntó, volviendo a alzar su ceja.

—A mi casa...—Murmuré.

— ¿Realmente crees que dejaré que camines hasta allá?

—Supongo que no te importo —Respondí, cruzando mis brazos.

Abrió la puerta de copiloto de su auto y luego me miró, esperando a que subiera.

—Si no me importaras, habría dejado que Matt te matara ____.

++++

Haaasta aquí

PREGUNTA: ¿Quisieran que le buscara un nombre a Hall o la prefieren como rayita? ¡Leeré sus opiniones! 

Comenten y voten, lo agradeceré muchísimo <3.

Invisible »Jb. |FinalizadaWhere stories live. Discover now