Invisible »Jb. |Finalizada

Capítulo 024.

Abrí mis ojos de par en par al oír ruidos, estaba segura que eran pisadas. Froté mis ojos justo cuando Marie entró a mi habitación a la velocidad de la luz. Por instinto reí levemente, mientras ella recobraba su respiración relajada.

— ¡Ay, niña! ¡Debes ir afuera en este instante! —Dijo desesperada, me levanté de un salto.

— ¿Qué sucedió Marie? —Pregunté mientras me colocaba una chaqueta.

—Tu padre tiene una increíble sorpresa para ti. ¡Ve!

—Ya voy, tranquila.

Ambas soltamos una risita y bajé las escaleras lentamente, frunciendo el ceño de a poco. Salí de la casa abrazándome a mí misma al sentir el frío otoñal. Mis ojos se abrieron de par en par y la sonrisa que se había formado en mi rostro era, quizás, la más real que había hecho en mi vida.

—Papá... ¿Qué...?

— ¡Sorpresa! —Gritó él, agitando un juego de llaves.

Frente a mí había un auto precioso de color negro, que se adhería a mis gustos perfectamente. Solté un grito de emoción y corrí hacia papá, saltando a sus brazos como una niña pequeña.

— ¡Gracias, gracias, gracias! —Grité mientras sentía mis ojos picar. Papá sonrió.

—Espero que con este regalo sepas lo mucho que te amo, hija. Eres lo más importante que tengo en mi vida.

Tomó mi rostro entre sus manos y depositó un sonoro beso en mi frente. Lo abracé una vez más, para luego admirar mi auto. Qué bien se sentía... ¡Mi auto! El único problema era que no sabía conducir, pero papá me enseñaría...o eso esperaba.

— ¿Podemos ir a practicar, papá? —Pregunté emocionada, él sonrió leve.

—Oh, hija. Lamento tener que decirte que debo viajar esta tarde. Pero no te preocupes, sé muy bien quién te enseñará a conducir. —Asintió con su cabeza, fruncí el ceño.

— ¿Logan?

Hizo una pausa, para luego negar. —Despedí a Logan, _____. Quien te enseñará será Justin.

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Me crucé de brazos mientras poco a poco iba ofendiéndome. ¡Este chico ni siquiera tenía paciencia para enseñarme a conducir! Lo miré de reojo y vi como frotaba su cien levemente. Contuve mi risa al notarlo tan preocupado e impaciente.

Y es que habíamos estado al menos unas dos horas intentando comprendernos entre ambos, pero su orgullo y mis caprichos no iban a la par. Aunque admitía que yo no hacía ningún esfuerzo por aprender, Justin tampoco se esforzaba en tratar de que yo entendiera sus "No, ahí no. No aceleres tanto o moriremos". ¡¿Cómo carajos pretendía que yo supiera cuál era el maldito freno y cuál era el acelerador?!

Aclaré mi garganta y lo miré, apretando mis labios. Su mirada penetrante se posó en mí y le sonreí sin mostrar los dientes, una simple sonrisa sin gracia. Oí un gran suspiro de su parte.

—Vamos de nuevo, Hall. —Dijo borde.

Tomó mi mano y la colocó en el volante del auto, luego la otra. Viré los ojos y solté un suspiro, acomodando mis pies en sus respectivos lugares. Bieber contó hasta tres y apreté el acelerador. El miedo se apoderó de mi cuerpo y solté un grito desesperado al mismo tiempo que quitaba mis manos del volante. Justin gritó algo que no pude descifrar y como pudo hizo que apretase el freno.

El auto frenó en seco y mi cabello se alborotó completamente. Formé una "o" con mi boca y lo miré. Mordí mi labio y no pude contenerlo más; me eché a reír como una maldita psicópata. Y él no se quedó atrás, comenzó a reír y era tan lindo oírlo.

—Eres un caso perdido, _____. —Dijo riendo mientras bajábamos del auto y nos apoyábamos en la parte delantera, asentí.

—O tú no sabes enseñarme. —Alcé una ceja mientras formaba una sonrisa en mi rostro. Él me miró atento.

Se acercó a mí rápidamente, quedando a sólo pocos centímetros de mí cuerpo. Pasó su brazo por mi cintura y me atrajo hacia él. Nuestras frentes se unieron, su respiración se mezcló con la mía y estaba despertando algo dentro de mí que jamás había experimentado.

—Quiero enseñarte tantas cosas... —Levantó su mano y acarició suavemente mi mejilla, bajando hacia mi cuello. —Pero no puedo.

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Ayy, hasta aquí niñas /_\

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