Capítulo 037.

2.5K 104 7
                                    

Los ojos mieles que estaban posados en mí en ese mismo instante no dejaban de intimidarme. Las cosas estaban tornándose cada vez más tensas, y sentía un leve calor en mis mejillas. Me había descubierto y esta vez no tenía escapatoria.

—Si no te hubiera mentido, hubieses golpeado a mi padre. —Dije bajito, temiendo su reacción.

— ¿Quién crees que soy? He golpeado a varios ancianos, pero ellos sí sabían defenderse. —Hizo una pausa y rió sin gracia. —Tu padre está decrépito.

—No es cierto. —Afirmé, volviendo a cruzar mis brazos.

Era el colmo, estaba siendo irrespetuoso y yo lo corregía. El momento perfecto para tomar una foto, y hasta grabar un vídeo de como la pequeña oveja retaba al lobo feroz.

— ¿Estás contradiciéndome, Hall? —Preguntó, volviendo a ponerse frente a mí.

—Piensa lo que quieras, Bieber. —Finalicé, abriendo la ventana de mi habitación.

Era increíble su habilidad para controlarse, aun así se notaba a millas que quería gritar, golpear y hasta saltar de la ventana si fuera posible; todo por haberlo contradicho. Y era una razón muy válida, pero el coraje que yo misma había ganado a lo largo de este tiempo era mucho más fuerte que su furia.

—Vamos —Dijo de repente, abriendo la ventana de apoco.

— ¿Qué? ¿A dónde? —Pregunté atónita, sin saber qué hacer.

—Debemos aclarar las cosas y no será aquí.

Sin más, tomó mi mano e hizo que bajara. Ni siquiera pude evitarlo, mis pies tocaron el pavimento del jardín y no me quedaba más opción que seguir a Justin, como siempre hacía. Sin embargo, él se situó justo al lado de su auto y me observó, dejándome tomar la decisión de ir o quedarme.

Estaba haciendo que debatiera entre mi corazón y mi mente, pero estaba acostumbrada a hacerlo: siempre escuchaba a mi corazón por encima de mis pensamientos cuando estaba con Justin. Me subí a su auto sin decir nada, sentía mi dignidad caer de apoco. Bieber comenzó a conducir y siguió haciéndolo aproximadamente unos diez minutos. El lugar no era muy alejado de la ciudad, pero sí de mi casa. No me molestaba de todas formas, estaba a su lado.

—Antes de que bajes, quiero que sepas que jamás he traído a alguien aquí, Hall. —Explicó luego de aparcar su auto.

— ¿Dónde estamos?

Una pequeña pero muy acogedora cabaña de madera estaba frente a mis ojos. No era de esperarse algo así de Justin, pero era la primera vez que sentía como iba confiando en mí y eso era suficiente para que mi amor creciera aún más. Lo más curioso era que aquel chico rudo y frívolo tenía como escondite un hermoso lugar del cual al parecer se apenaba o simplemente era la reacción de haber traído a alguien por primera vez.

—La construí cuando tenía diez años junto con mi viejo mejor amigo. —Respondió, abriendo la puerta lentamente.

De repente no pude evitar dibujar una sonrisa en mi rostro. Justin tomó mi mano y me guio hasta unas sillas de madera, haciendo que me sentara en ella. Lo miré, contemplando el brillo de sus ojos.

—Han hecho un excelente trabajo —Dije con dulzura en mis palabras, mientras me acomodaba en mi lugar.

—Me gustaría haber pasado más tiempo con él. —Añadió, quitando el polvo de su silla. Lo miré atenta.

— ¿Dónde está? —Pregunté con cautela.

—Se mudó a Atlanta un año después a causa de mi padre. —Respondió alzando los hombros, fruncí el ceño.

— ¿A causa de tu padre?

—Es una larga historia...—Soltó un suspiro, saliendo de sus recuerdos. —Ahora quiero escucharte a ti.

—Bueno...yo...

— ¿Por qué me has mentido, Hall? ¿Por qué me has ocultado algo tan importante? —Preguntó, interrumpiéndome.

—No quería que pensaras que era una estúpida como antes. —Respondí bajito, logrando captar su atención.

Jamás he pensado que eres una estúpida. —Afirmó.

Un silencio incómodo reinó el ambiente. Justin brindaba leves caricias a mi mano y hacía que mis mejillas ardieran. ¿Cómo lograba ponerme tan nerviosa? ¡¿Cómo demonios tenía tanto control sobre mí?!

—Lamento haberte mentido, tuve miedo de tu reacción y lo admito. —Hice una pausa. —Pero tengo más miedo a lo que mi padre pueda llegar a hacer.

— ¿Por qué lo dices?

—Me quiere lejos de aquí. Mi padre me quiere lejos de él, de ti...de todos.

Justin se levantó de la silla y caminó hacia mí apresurado, como si me estuviera yendo en ese mismo instante. El sentimiento con el que me abrazaba era indescriptible tanto para mí como para él, sólo pude corresponder su abrazo con todas mis fuerzas.

—Justin...—Susurré

Sentir sus dedos tocar mi piel era el mayor tesoro del mundo, y más aún cuando sus ojos me observaban tan tiernamente.

—Nadie nunca tealejará de mí. —Añadió, para luegobesarme sorpresivamente.   


+++++

Haaasta aquí por hoy <3

¿QUIERES MÁS? ¡COMENTA Y REGÁLAME UN VOTO!

¡FELIZ 2018 A TODAS!

Rom.

Invisible »Jb. |FinalizadaUnde poveștirile trăiesc. Descoperă acum