De vuelta al apocalipsis: El renacimiento de Bai Jing

Capítulo 61

Xiao Sa se quedó sin palabras, sintiéndose de repente un poco frustrado. Su estómago estaba lleno de fuego furioso que no tenía adónde ir y desapareció con un rastro. No podía estar enojado, no podía reír y solo podía lamentar no haber comido hasta saciarse antes. Si lo hubiera sabido, no habría sido blando. Lo pensó y luego besó sin piedad a Bai Jing para ver si esa boquita aún podía soltar tonterías.

Bai Jing era actualmente muy concienzudo, no se atrevía a resistir. Se aferró al cuello de Xiao Sa y lo dejó conducir directamente, con los labios y la lengua pegados, las puntas chocando cuando un líquido plateado se filtró por la comisura de sus labios.

"Yo... no puedo respirar..." Después del profundo beso, Bai Jing se derrumbó impotente en los brazos de Xiao Sa.

"¿Ahora sabes que estabas equivocado?" Xiao Sa lo miró con indiferencia, pero su mano no hizo ningún movimiento. Si hubiera estado siguiendo su rutina habitual, habría agarrado la cintura de Bai Jing hace mucho tiempo.

"No quise decir eso". Quién le dijo que lo golpeara, pensó Bai Jing con amargura, pero no se atrevió a refutarlo en voz alta. Bajo la fría mirada de Xiao Sa, finalmente hizo un puchero y asintió. "Lo sé."

"¿Qué dijiste? No lo escuché con claridad". Al ver su apariencia poco dispuesta, Xiao Sa consideró en su corazón si debería o no simplemente comerse al pequeño diablo hechizante y exasperante ahora, para salvarse de estar enojado hasta la muerte.

Bai Jing estaba muy resentido. Era obvio que Xiao Sa le estaba causando problemas deliberadamente. ¿No era solo que había dicho algo mal? Abrió la boca, vaciló y finalmente repitió débilmente: "Lo sé".

"Bueno. Entonces, ¿Quién soy yo para ti?" Al ver que el gatito estaba siendo tan obediente, Xiao Sa sintió que incluso si no podía comerlo, al menos debería hacer oficial su relación.

Bai Jing vaciló por un momento. "Amigos..."

Xiao Sa frunció el ceño y no habló. ¿Los amigos se besarían así? ¡Que demonios!

"Mi hombre..." Esto debería ser suficiente, ¿verdad? Bai Jing se mordió los labios mientras maldecía ferozmente en su corazón.

"¿Hmm...?" Xiao Sa alargó el sonido, sin estar de acuerdo, pero sin negarlo. Aunque ser su hombre estaba en lo cierto, todavía estaba insatisfecho.

Bai Jing se enojó. Sintiendo que su cuerpo había recuperado algo de fuerza, giró la cabeza, empujó a Xiao Sa a un lado, se puso de pie con orgullo y lo miró como si hubiera sido él quien hubiera capturado a la otra parte. "¡Amante!"

El corazón de Xiao Sa estaba feliz, a pesar de que Bai Jing parecía un gallo de pelea con las plumas alborotadas. De hecho, su corazón se había ablandado tan pronto como se despertó; ¿Cómo podría ser realmente serio sobre esto? Solo que era necesario darle una lección al gatito, para que realmente no se enojara hasta la muerte con él algún día.

"Bueno. Recuerda, eres mi amante". Xiao Sa estaba muy satisfecho con esta respuesta e ignoró la expresión furiosa de Bai Jing. Simplemente lo levantó y se sentó en la silla con Bai Jing sentado en su regazo.

"¿Qué estás haciendo?" Bai Jing se sonrojó. Ya era un adulto, pero todavía era la primera vez que se sentaba en el regazo de alguien. Se sentía incómodo por todas partes y estaba inquieto, girando y moviéndose como si tuviera agujas debajo del trasero.

"¡No te muevas!" La voz de Xiao Sa era profunda y ronca mientras hacía todo lo posible por reprimir sus pasiones. Aunque realmente quería hacer el pequeño gatito en el acto, actualmente estaba más preocupado por el repentino aumento de nivel de la habilidad de su pequeño gatito. No podía estar seguro hasta estar seguro de que no existía el menor peligro.