De vuelta al apocalipsis: El renacimiento de Bai Jing

Capítulo 122

No se demoraron; ambos sabían que ahora no era el momento para una larga discusión. No sabían cómo era la situación afuera, y lo único por lo que podían estar agradecidos era por cómo Xiao Sa había logrado avanzar al nivel seis mientras que Bai Jing estaba firmemente en las etapas iniciales del nivel cinco.

Después de regresar a la habitación, Xiao Sa deshizo el límite. Bai Jing frunció el ceño, sintiendo que la atmósfera estaba algo mal. Claramente había gente afuera, pero parecía demasiado tranquilo.

"La barrera se movió". El pequeño Hong se sentó en los brazos de Sang Min. Sus ojos brillaban cuando señaló la puerta de la habitación.

La multitud silenciosa miró hacia arriba. La emoción brilló en sus rostros al mismo tiempo al ver que la barrera finalmente había desaparecido, y se sintió como si sus corazones hubieran saltado hasta sus gargantas. No fue hasta que realmente vieron las figuras de Xiao Sa y Bai Jing que parecieron darse cuenta de que no era un sueño.

"¿Qué pasó?". La expresión de Xiao Sa se hundió y sus ojos recorrieron rápidamente la habitación.

"¿Dónde están los otros?". Bai Jing pronto descubrió que, además de los ancianos y los niños, solo estaban presentes aquellos sin habilidades.

Debido a sus piernas, Zhou Hua también se había quedado en la villa y estaba presente en este momento. Los escuchó hacer preguntas y les contó detalladamente los hechos ocurridos en los últimos días. El objetivo de esta misión era una fábrica militar a 300 kilómetros de distancia. Aparte de su equipo, muchos otros usuarios de habilidades también se habían unido. La fábrica militar había sido una base secreta de investigación de armas antes del apocalipsis, y los exlíderes oficiales del país habían enviado gente para recuperar los suministros allí, pero desafortunadamente, nadie había regresado nunca. Esta vez, era su turno de irse. Los ojos de Zhou Hua estaban rojos mientras miraba con odio sus piernas inútiles. Preferiría ir con su amante y enfrentar juntos el peligro que quedarse en casa angustiado por el miedo y la preocupación.

La expresión de Bai Jing era tan tormentosa que casi podría hacer llover. Solo sabía que la familia Zhou no dejaría las cosas así, pero no esperaba que hicieran un movimiento tan rápido. Él y Xiao Sa solo habían desaparecido durante unos días, pero la gente ya estaba tramando contra él. Estaba disgustado cuando preguntó: "¿Qué pasa con Bai Jingcheng? ¿Qué estaba haciendo?".

"Señor. Bai también ayudó, pero hay demasiadas personas involucradas en esta misión. Incluso los militares se involucraron y no pudimos negarnos". Los ojos de Zhou Hua todavía estaban ligeramente rojos, su rostro delgado y pálido.

Bai Jing lo miró y sintió una ligera punzada de culpa. Había planeado tratar las piernas de Zhou Hua después de que llegaran a la Capital, pero como resultado, él y Xiao Sa hicieron un gran lío al día siguiente y retrasaron todo para el avance de sus poderes. Era la primera vez que Bai Jing se arrepentía de su imprudencia.

Xiao Sa lo miró profundamente, de acuerdo con su comprensión tácita de que se había equivocado. Bai Jing bajó la cabeza y luego dijo: "¿Cuánto tiempo hace que se fueron?".

Zhou Hua dijo: "Solo se fueron esta mañana. Originalmente se suponía que debían irse hace cinco días, pero el Sr. Bai siguió retrasándolo".

Bai Jing se sintió un poco mejor por dentro. Por lo menos, Bai Jingcheng no había sido inútil.

"¿Dónde está la ubicación exacta?". Xiao Sa preguntó en voz baja. Estaba considerando la situación más profundamente; independientemente de si este viaje era peligroso, todavía tenían que irse. ¿No era una fábrica militar? La ciudad de Jing Sa parecía carecer de estas cosas.