De vuelta al apocalipsis: El renacimiento de Bai Jing

Capítulo 4 - Agua de manantial

"Joven Maestro, ¿a dónde vamos?" Wang Xuebing preguntó con una sonrisa. Su cara también parecía contener algo de emoción, sus ojos brillantes observaban los autos, ansiosos por conducir.

"Solo sal primero". Bai Jing cerró los ojos, cansado, y se apoyó contra el asiento trasero. El rostro sonriente y alegre de ese hombre de repente hizo que sus ojos hormiguearan.

Los labios de Wang Xuebing se curvaron, esbozando una gran sonrisa. Giró la cabeza y miró hacia el frente. Al pisar el acelerador, el Porsche de edición limitada se alejó.

En el camino, Bai Jing abrió lentamente los ojos, las pupilas profundas y oscuras, mostrando un toque de consideración. Quizás, antes de reunirse con Xiao Sa, pueda reunir a su equipo. Aunque tiene la dimensión oculta en la que confiar y las necesidades materiales atendidas, en el apocalipsis, los zombis corren desenfrenados por toda la Tierra, por lo que no es posible ir solo.

"Costa Dorada." Una vez decidido, Bai Jing anunció el destino del viaje.

La cara de Wang Xuebing mostró un rastro de arrepentimiento, luego, girando, condujo hacia la Costa Dorada.

Bai Jing se sintió divertido. No esperaba ver que este hombre, que siempre fue sin dudar, tan fuerte como una montaña, podría tener un comportamiento tan infantil. Es solo un automóvil, pensó Bai Jing, tal vez debería darle el automóvil más tarde para divertirse. Tal vez debería enviarlo a aprender sobre mecánica. Durante el apocalipsis, ese sería el talento más bienvenido.

Al llegar a la Costa Dorada, Bai Jing no se bajó, solo le arrojó la billetera. Mantuvo los ojos cerrados meditativamente: "Dos habitaciones".　

Wang Xuebing levantó una mano y solo cogió la billetera. De mala gana, miró al Porsche una vez más, luego abrió la puerta. Su hermoso rostro muestra un resentimiento infinito, y su corazón no pudo evitar lamentar que esta sea realmente una vida diferente. Su joven maestro tiene una actitud cada vez más severa.　

Bai Jing era demasiado vago para echar un vistazo, porque Wang Xuebing es confiable, un hombre de verdad. De lo contrario, en ese momento, Nanny Chen no lo dejaría escapar por su cuenta.　

¡Solo porque Wang Xuebing no es una persona que pueda controlar!

Al entrar en una habitación, Bai Jing pidió un montón de bocadillos, y luego envió a Wang Xuebing. En la actualidad, la dimensión oculta es la principal preocupación.

Cerrando la puerta, sin dudarlo, Bai Jing tomó un vaso de agua de manantial, "¡Trago!" "¡Trago!" Después de beber, fue inmediatamente al baño. Pero antes de estar en la puerta del baño, su barriga emitió una explosión de dolor. Bai Jing estaba empapado de sudor frío, su cuerpo también temblaba.

Maldición, Bai Jing lanzó una maldición, soportó el dolor, apretó los dientes y sacó un charco de agua de manantial, seguido de un colapso cuando llegó la sensación de impotencia. Su cerebro también envió oleadas de escalofríos, y todo su cuerpo se sentía como si se abriera, cada parte del cuerpo crujía bajo el dolor que llegaba hasta el hueso. Al lado de su oreja, parecía escuchar sus articulaciones ir "pop, pop ..."

Quitándose rápidamente la ropa, el cuerpo tembloroso de Bai Jing se bañó en la primavera. Doloroso, muy doloroso, pero además del dolor, no pudo encontrar ningún otro sentimiento. Bañándose en la primavera, sabía que todas sus preocupaciones eran innecesarias. Incluso el deseo de desmayarse se había convertido en un lujo.　

Recordó que una vez, para escapar del Instituto, se escondió en la dimensión oculta. Después de sumergirse en el agua de manantial, había perdido el conocimiento. Cuando despertó, se sintió tan renovado como un recién nacido. Nunca supo que un baño en la primavera sería tan doloroso.