De vuelta al apocalipsis: El renacimiento de Bai Jing

Capítulo 62

Los dos hablaron un rato. Como habían decidido irse, había muchas cosas que discutir y también tendrían que informar a sus hermanos. Xiao Sa besó a Bai Jing y dijo: "Vamos juntos".

Bai Jing negó con la cabeza. No quería ir; tenía cosas más importantes que hacer ahora. "No es necesario, puedes decirles. Bien, tengo una máquina de telégrafos y walkie-talkies conmigo. Si es necesario, puedo presentarlo y podemos preguntar sobre la situación en el exterior y conocer más sobre la situación en la provincia de L".

Xiao Sa pensó por un momento. Después de enterarse del trineo, ahora estaba muy tranquilo sobre la capacidad del pequeño Jing para producir cosas extrañas. Él asintió, "Bueno, eso es bueno. No podemos romper todos los vínculos con el mundo exterior. Podemos hacer los preparativos antes si sabemos qué cosas importantes están sucediendo antes de tiempo".

Después de que hicieron algunos planes más, Xiao Sa se dio la vuelta y salió. Bai Jing sacó la máquina de telégrafo y los walkie-talkies y los colocó sobre la mesa antes de entrar en su espacio para echar un vistazo. No pudo reprimir su sorpresa por los cambios que habían ocurrido allí.

Entró aire fresco, trayendo consigo el olor a hierba fresca, y parecía haber una vitalidad en todas partes, completamente diferente al mundo exterior que era fangoso y aburrido.

De hecho, el espacio no había cambiado mucho, pero había otra media hectárea de terreno. El manantial, el agua del mar, el arroyo y la casa estaban allí como antes, pero había muchas más gallinas y patos, los cangrejos en el agua del mar estaban gordos y abundantes, y los árboles frutales habían comenzado a dar frutos, los colores más brillantes que los que se pueden encontrar en el mercado. Mirarlo hacía que la gente quisiera babear. Bai Jing se paró debajo del árbol, flexionó su voluntad y una cuchilla espacial barrió y cortó una manzana grande de su rama. Bai Jing no fue educado, lo atrapó y le dio un mordisco, sintiéndose extremadamente renovado.

Media hectárea de terreno amplía el tamaño del espacio. Cuando hizo sus planes antes, reunió muchos materiales. Aunque se plantaron muchas plantas en la tierra, no parecía estar abarrotada. Bai Jing había decidido hace mucho tiempo que si su espacio mejoraba, plantaría alimentos y verduras, y también expandiría el área de agua de mar.

Tenía una vaga conjetura en su mente que aún no había confirmado. En resumen, todavía tenía que experimentar para averiguar si el agua de mar que había cargado en su espacio sería tan inagotable como el agua de manantial. Recordó que cuando había traído el agua a su espacio por primera vez, se había convertido en una cantidad muy pequeña. Si su suposición fuera correcta, realmente habría recogido un tesoro.

Sin embargo, no importa cuáles fueran sus pensamientos, todavía tenía que tomar las cosas paso a paso. Le preocupaba que Xiao Sa volviera repentinamente a la habitación, por lo que simplemente miró a todas partes, caminó y recorrió la casa una vez antes de abandonar el espacio a regañadientes, dudando un poco sobre si decirle a Xiao Sa la verdad sobre el espacio. Si seguía ocultándolo así, como decía la gente, una mentira llevaría a la otra, y terminaría con innumerables mentiras. Y cuando todo quedó expuesto...

Bai Jing estaba desconsolado. Podía ver el afecto de Xiao Sa hacia él, y no era como si no sintiera nada a cambio, pero si hablaba sobre el espacio, no sabía cómo explicarlo correctamente. Lo pensó y luego decidió dejarlo a un lado. En cualquier caso, si se lo contaba más tarde, por muy malo que fuera, Xiao Sa no podría hacerle nada y solo se lo comería bien. Pero, todavía no había hecho suficiente preparación mental para eso...

En otras palabras, Pequeño Jing, vas a ser miserable. Recuerde, cuando renació, prometió luchar, pero ahora está listo para aceptar su destino. La posibilidad de cambiar las tornas ya ha sido eliminada de tu mente, ¿Cómo planeas continuar...?