De vuelta al apocalipsis: El renacimiento de Bai Jing

Capítulo 42

El hecho de que Xiao Sa aún permaneciera en la habitación hizo que la cara de Bai Jing se ennegreciera de molestia. Agarró a Xiao Sa y lo empujó fuera de la habitación, haciéndolo irse con Yu Yue mientras lo hacía. Bai Jing sonrió fríamente. Humph! No pienses que no estaba al tanto de los pensamientos que corrían por la mente de Xiao Sa, que solo estaban llenos de fantasías indecentes de aprovecharse de él.

¡Ay, pequeño Jing! ¿Podría ser que todavía no te has dado cuenta de que Xiao ya ha capturado tu baratura con ese gran pervertido ...

Xiao Sa se frotó la nariz, luego abrió la boca para decir algo, pero cambió de opinión, solo suspirando cuando salió de la habitación. Todo lo que quería decir era que esta era en realidad su habitación, pero le preocupaba que su gatito se pusiera furioso por la humillación.

Recordó aquellos ojos brumosos de antes que hicieron que Bai Jing se viera tan embriagador. Aunque realmente quería dormir en la misma habitación, tuvo que olvidar esta idea ya que le preocupaba no poder contenerse. No es que fuera débil, sino que su gatito era demasiado seductor. Frente al que le gusta, todo lo que un hombre quiere hacer es devorarlos. Entonces, para estar seguros, Xiao Sa simplemente decidió llamar a sus hombres restantes para una reunión.

Lo primero que tuvo que hacer esta vez fue establecer las reglas. Una actitud de 'lo que sea, así será' sin ninguna regla, Xiao Sa nunca había sido una persona tan amable de corazón. Fue suficiente para soportar la insubordinación esta vez. La lealtad fue muy valorada en el mundo criminal. Aunque en ese momento estaba preocupado por sus hermanos, debería haber esperado a que pidieran su ayuda en lugar de tratar de anticipar y satisfacer sus necesidades. ¿Pero cuál era el problema? ¿Era ese tipo de vida tan insoportable?

¿Tenía que ser considerado con ellos solo porque eran sus hermanos? No, ¿por qué debería ser tan indulgente? Por su propia reputación, nunca podría discutir con abuelas y mujeres. Así que el plan que utilizó para tratar con esos hombres y mujeres entrometidos era bastante perfecto. Acepta que merecía todo lo que sucedió hoy, pero en el futuro, si deciden una vez más que quieren seguirlo, no recibirán una recepción amistosa.

Esa noche, Bai Jing tuvo una buena noche de sueño.

La reunión de Xiao Sa continuó hasta la medianoche. De los 56 subordinados más sus 16 familiares que habían querido irse con él, solo 31 personas asistieron a la reunión. Aparte de Li Yi, que tenía la carga de una familia en forma de un hijo de ocho años, el resto eran solteros sin familia.

Xiao Sa estaba muy satisfecho con esto. El número de personas se había reducido significativamente y solo le quedaba la crema de la cosecha. Durante diez días seguidos, no ha podido dormir. Pero finalmente, después de la reunión, podría tener un sueño tranquilo.

Temprano a la mañana siguiente, sacó a Bai Jing de la cama y, después de prohibir a los demás que los siguieran, las dos personas se dirigieron directamente al almacén del oeste.

Al mirar el almacén completamente lleno, Bai Jing sintió una punzada de dolor en su corazón y maldijo ferozmente a Xiao Sa en su corazón. Muy lentamente empacó los suministros con una expresión hosca en su rostro y un puchero en sus labios.

Xiao Sa permaneció en silencio solo sonriendo todo el tiempo. Luego llevó a Bai Jing a otro lugar, un gran almacén que no solo estaba completamente provisto de suministros, sino que había varios camiones de gasolina y, por lo que parece, ninguno de ellos había sido abierto todavía.

Los ojos de Bai Jing se abrieron: "Contrabandeaste -"

Xiao Sa levantó las cejas, una sonrisa malvada se extendió por su rostro: "Tengo un dedo en cada olla, ¿todavía no lo sabes?"