De vuelta al apocalipsis: El renacimiento de Bai Jing

Capítulo 125

"Tercer piso del sótano". Xiao Sa deliberó por un momento, luego señaló el área de almacenamiento en frío en la parte inferior del mapa.

Bai Jing no dudó en absoluto. Asintió levemente con la cabeza y tiró de Xiao Sa con él, los dos desaparecieron instantáneamente del lugar.

En el espacio oscuro y cerrado, no podían ver sus manos frente a ellos. Los rígidos sonidos de los pasos de los zombis resonaron mientras se movían de un lado a otro en el sótano vacío, los sonidos particularmente fuertes.

Después de que los dos recuperaron el equilibrio, rápidamente se escondieron en un rincón, presionando sus cuerpos contra la pared mientras trataban de sentir la situación a su alrededor.

No había muchos zombis en el tercer piso del sótano. Había alrededor de treinta zombis alrededor de la entrada, y otros veinte más o menos en la entrada del almacenamiento en frío en el lado derecho. También había varios zombis que caminaban continuamente por el pasillo como guardias de patrulla, y se desconocía si se debía a algunos restos de sus recuerdos antes de morir.

Bai Jing dibujó algunos trazos en la mano de Xiao Sa. Los dos hombres habían cultivado un alto grado de entendimiento tácito; Xiao Sa inmediatamente entendió su significado y se escondió cuidadosamente. Bai Jing colocó un escudo espacial a su alrededor, y cuando Xiao Sa asintió, se volvió hacia la derecha.

Bai Jing usó sus poderes y envió una barrera desde la puerta. Esta era una habilidad que había desarrollado después de avanzar al quinto nivel, y podía aislar efectivamente sus auras de todos los que estaban afuera, siempre que tuvieran un nivel más bajo que él.

Los dos hombres se movieron muy rápidamente. El sótano del tercer piso era una importante área militar a la que los trabajadores comunes no podían ingresar, por lo que los pocos zombis que había allí no eran de alto nivel. Los más poderosos eran los dos zombis de nivel dos que custodiaban la entrada; el resto eran zombis ordinarios y zombis de nivel uno. Había pasado más de un año desde el apocalipsis, y era raro ver zombis que no hubieran avanzado. Bai Jing especuló ociosamente que estos zombis nunca habían experimentado nada antes.

Los dos usuarios de habilidades de alto nivel no emitieron ningún sonido mientras se enfrentaban a los más de veinte zombis. Bai Jing de repente tuvo la sospecha de que Xiao Sa había planeado todo esto hace mucho tiempo, por lo que eligió el sótano del tercer nivel.

No tuvo tiempo de pensar demasiado en ello. Bai Jing entendió que el tiempo era precioso. Cuanto más tiempo pudieran demorar antes de alertar a los zombis de su presencia, mejor sería para él y Xiao Sa. No pudo soportar la barrera que había colocado antes por mucho tiempo. Aunque no necesitaban preocuparse por los zombis de bajo nivel, inevitablemente atraerían la atención de los zombis de alto nivel si hubiera demasiadas peleas. Su comportamiento esta vez fue un poco como aventurarse en lo profundo de la cueva del tigre para arrancarle los bigotes.

El éxito de esta cosecha hizo sonreír a Bai Jing mientras empujaba a Xiao Sa al segundo nivel del sótano. Llegaron al corredor entre la bodega No. 13 y la bodega No. 12.

Había varias veces más zombis en el segundo piso que en el tercero, y Bai Jing podía sentir claramente el aura de varios zombis de nivel tres. Además, también estaba la presión de los zombis de nivel cuatro que venían del piso de arriba.

No se apresuraron a entrar en acción. En cambio, entraron en el espacio de Bai Jing, donde respiró hondo. Había un dolor agudo y punzante en su cerebro, y su cuerpo se sentía ligeramente débil.

"¿Qué ocurre?". Xiao Sa estaba preocupado. Naturalmente, había notado la incomodidad de Bai Jing.

"Todo está bien. Acabo de agotar mis poderes. Estaré bien después de un poco de descanso. Me excedí". El rostro de Bai Jing estaba amargado y se sentía extremadamente deprimido. Sintió que fue un poco difícil cuando se teletransportaron al tercer nivel del sótano, pero debido a que estaba dentro del alcance de lo que podía soportar, no le prestó atención. ¿Quién podría haber sabido que los efectos secundarios del uso excesivo de sus poderes aparecerían después de teletransportarse al segundo piso? Afortunadamente, todavía tenían el espacio. Se sentía cansado solo de ponerse de pie, y mucho menos tratando de luchar.