HILO DE SANGRE - KOOKTAE

五十二

En la estancia principal de la Villa de las Candidatas, un sirviente anunció al Segundo Príncipe, al Inmortal You Wen y al Joven Maestro, Zheng Guo ingresó junto a Taehyung mientras You Wen los seguía algunos pasos por detrás junto con el resto de la comitiva. Todos reverenciaron, Xi Zhen se concentró en las dos candidatas de TuoLuo; Erdenechimeg llevaba un deel rosa brillante estampado de flores que se ceñía en su cintura gracias a una faja amarilla, sus manos estaban escondidas bajo las mangas, un pequeño collar de cuentas de ágata adornaban el lado donde estaban los botones, su rostro atractivo estaba maquillado con polvo de perlas resaltando sus labios rojos y su largo cabello estaba adornado con un tocado en arco de plata que guiaba parte de su cabello con topes de joyas preciosas, hileras de cuentas caían alrededor de su cabeza desde un sombrero negro de piel animal, el resto estaba sujeto detrás con broches del mismo material que el tocado; por otro lado, Oyunchimeg portaba un deel rojo intenso al igual que el color de sus labios con motivos tribales, ceñía su figura con una faja azul cielo, la chaqueta corta sin mangas encima del deel mezclaba ambos colores, sus cabellos estaban peinados para atrás, el sombrero que portaba era más elaborado y desde su forma circular albergaba varias piedras semipreciosas tejidas para cubrir toda su frente, desde la diadema caían hileras de cuentas a los lados de su cabeza hasta más abajo de los hombros y sus aretes tenían el mismo diseño.

Supo quién era quién porque el general enviado, las presentó hacia su hijo.

─Mil años a Su Alteza, saludos al Segundo Príncipe ─dijeron suavemente.

─Levántense. ─Zheng Guo no quiso alargar el tiempo.

─Gracias, Su Alteza Real.

El Consorte Real, parado en medio de su hijo y el humano, llevaba un gran abanico y de vez en cuando los refrescaba dejando a los demás sirvientes indefensos, rogaban que el Emperador de Jade no se enterara nunca que su esposo estuvo de pie tomando el rango de un simple servidor. Pero para Xi Zhen, la experiencia estaba siendo algo divertida, atenuaba un poco la ausencia de Nan Jun.

─Ambas son primas ─dijo You Wen leyendo un memorial donde se detallaban algunas cosas sobre las damas─, Oyunchimeg es hija de un noble y gran cultivador y fue educada en el Palacio de la Bodhisattva TuoLuo, su forma es la de una grulla damisela, es buena en la danza y le gusta leer libros de poesía. Erdenechimeg es su prima, su padre es un general, es menor que Oyunchimeg, también es una grulla damisela, dicen que su vuelo es excepcionalmente hermoso, toca el morin juur* y habla chino con fluidez. Ambas están en edad de casarse y su familia decidió enviarlas a Su Alteza, El Segundo Príncipe, esperando que las acoja, no sólo para estrechar vínculos políticos, también para ser una familia.

Previamente, el cortejo se enteró que el compromiso con la hija de Dong Bin fue cancelado y ambas muchachas estaban especialmente atraídas por el apuesto dios del fuego, sentían que su origen de Rey de las Aves era muy bueno y no deslucía a comparación de los hombres que habían visto, contrario a eso, opacaba hasta al general que las escoltó. Aunque habían dos rostros que también llamaron la atención, el sirviente que abanicaba parecía un Inmortal de alto rango, no un simple espíritu servidor y el muchacho sentado en la misma mesa que el Guardián Sur al que nombraron "Joven Maestro" era una belleza, pero uno no tenía ningún rango importante y el otro parecía ser un rival de amor, mucho más extraño fue su corto cabello café y el pequeño detalle de las flores de nieve adornando su lujoso traje, mismas flores que estaban reservadas al Segundo Príncipe.

Zheng Guo con sus propias manos había seleccionado dos del ramo para adornar el hanfu del polluelo antes de dirigirse a la Villa.

─Si Su Alteza lo permite, quisiéramos agradecerle por acogernos en esta Mansión. Trajimos regalos que esperamos sean de su agrado ─dijo la del vestido rojo tomando asiento en la mesa a un lado, su vista paseó hacia las flores usadas por el castaño, quiso decir algo al respecto pero todavía no sabían cuál era su rango─, al enterarnos que venía, preparamos algunos platillos tradicionales, si quisiera probarlos, ambas nos sentiríamos honradas. Nos sentimos dichosas porque nos aceptó.