六十三

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Cuando el duque You se fue, Xi Zhen caminó hacia el Estudio Imperial donde la Inmortal Xian Gu lo esperaba para hacer una adivinación sobre el Cuarto Guardián, la dama cuyo rostro todavía era el de una muchacha lo saludó con respeto antes de usar sus poderes mostrando una flor de loto espiritual que se abrió poco a poco hasta que de su centro emergió una luz dorada, la diosa cerró los ojos recitando un hechizo antiguo y el símbolo en su frente se iluminó, al finalizar la adivinación, sus ojos se abrieron con lentitud y la flor de loto se cerró desapareciendo por completo.

─ ¿Qué es lo que viste? ─preguntó expectante.

Xian Gu tardó en recuperarse, ordenó las imágenes que había visto antes de atreverse a revelar el resultado al Consorte Imperial que estaba cada vez más preocupado.

─Me temo que el Guardián Norte nació hace mucho tiempo, Su Alteza Imperial.

─ ¿Entonces Xiwangmu es su madre? ¿El joven todavía está en la Villa de la Montaña?

─La Serpiente Negra nunca protegerá el territorio que le pertenece por derecho, en su lugar, lo veo dirigir un gran ejército que lleva el caos y codicia lo prohibido, su presencia no es un buen augurio ─explicó con un nudo en la garganta─, tendremos que soportar un tiempo oscuro. Tiene que ser fuerte, Regente Imperial, no será fácil seguir adelante. Esa mujer nunca desaprovecharía la oportunidad de usar a su hijo.

─La diosa de la enfermedad siempre será la diosa de la enfermedad, aunque fingiera arrepentimiento por sus crímenes, se casara con un Consejero Imperial y se convirtiera en una dama noble, su naturaleza no cambió jamás. Durante la rebelión que inició para adueñarse del Trono Dorado del Emperador, yo era un muchacho humano que se enamoró del Guardián Este, sólo empecé a cultivarme cuando ella ya estaba encerrada en la Villa de la Montaña por lo que no nos enfrentamos directamente, pero esta vez es diferente, soy el Regente imperial, Consorte Real del Gran Augusto de Jade que gobierna todo el Reino de la Dicha Pura y de las Majestuosas Luces y Ornamentos Celestiales, tengo una familia que proteger y todo un pueblo que me necesita. Derribaré montañas y drenaré los mares si es necesario.

─Puede contar conmigo y con el resto de los Ocho ─habló uniendo sus manos al frente y agachándose con elegancia.

─ ¡Su Alteza Imperial! ¡Su Alteza Imperial! Uno de los aprendices del Palacio Sur que acompañó al Segundo Príncipe está aquí ─gritó uno de los sirvientes afuera del magnífico Estudio Imperial que estaba adornado con varias esculturas en jade, oro y piedras preciosas.

Xi Zhen hizo que abrieran las puertas para dejar entrar al hombre, un par de soldados lo ayudaron a llegar frente al escritorio, Xian Gu se cubrió la boca para ocultar la ingrata sorpresa que se llevó por el aspecto lamentable del aprendiz y el Consorte Imperial no pudo evitar las arcadas por la sangre rezumando de las heridas abiertas, una sirvienta le alcanzó un recipiente para que vomitara, otra le ofreció un pañuelo de seda y agua para limpiarse la boca; el General Guan Yu que había vuelto de enviar al último ejército, al ver la escena, mandó a colocar un biombo cubriendo la imagen, un sirviente trató superficialmente al herido deteniendo el sangrado temporalmente tras el paisaje pintado a mano.

─ ¿Qué significa esto? ¿Es el único que regresó de los más de cuarenta cultivadores? ─interrogó al recuperarse, su voz falló con la última pregunta. No aceptaría algo así.

─Habla, muchacho. Responde las dudas de nuestro Regente mientras el Médico Imperial viene ─instó el general Guan Yu.

─Y-Yo...

El aprendiz arrastró las palabras mientras explicaba que el cuervo dorado de tres patas los condujo a Los Confines, muchos dudaron porque sabían lo peligroso que era el lugar sin embargo, el Segundo Príncipe los arrastró tozudamente. Tuvieron que luchar constantemente por sus vidas hasta terminar cansados y con los poderes casi acabados, al llegar al final del pantano, se encontraron con el Primer Juez y Su Alteza, el fénix, los dejó siendo acechados por Fantasmas de Barro para aprovechar la oportunidad de matar a Zhong Ren sabiendo que era uno de los más poderosos en el Di Yu, tal vez quería su cabeza para no regresar con las manos vacías, pero luego de conseguir su objetivo, el fénix se perdió y no supieron más de él. El resto luchó con todas sus fuerzas hasta que se dieron cuenta que era un callejón sin salida porque las estatuas se renovaban, los más fuertes decidieron sacrificarse, aunque intentaron detenerlos, no se les dio la oportunidad de elegir y terminaron siendo alejados con un gran flujo de poder; al principio del escape, habían otras cuatro personas, mas, al final sólo él pudo salir con vida.

HILO DE SANGRE - KOOKTAEWhere stories live. Discover now