七十二

1.4K 228 32
                                    

─Creí cada cosa que dijiste porque fuiste lo único que conocí en la Villa de la Montaña ─bramó con furia levantando sus dagas de piedra hacia la sombra que se alejó inmediatamente tratando de huir.

─No me uses de excusa, al salir de la Villa de la Montaña pudiste detenerte pero estamos aquí gracias a ti ─respondió agitada, al tener más de cien dagas siguiendo sus movimientos, sólo pudo defenderse.

─Tienes razón, madre. Seguiste siendo lo único a lo que me aferré al salir pero estaba equivocado, buscar tu afecto es más imposible que quitarle el Trono Dorado del Dragón al Augusto de Jade. ─Aparte de mantener el control en las dagas de piedra, invocó a las serpientes negras más poderosas para derrotar al TaoTie. Las heridas sin tratar se agravaron haciendo que su vista se nublara por momentos y su temperatura generalmente fría se elevara.

─ ¿Y por qué no te detuviste al salir? Eso probaría que la mala siempre fui yo, pero hemos llegado a este punto gracias a ti. Las rabietas de los niños se hacen en casa, nunca en medio de la calle. Estoy dispuesta a dejar pasar tu pequeño acto de rebeldía. ─Suavizó su voz tratando de abrirse camino hacia la figura desolada que sonrió secamente al escucharla.

Los dioses alrededor no bajaron la guardia ante el Guerrero Oscuro sin embargo, lucharon juntos ocasionando que Wangmu se viera rodeada por ataques múltiples sin poder encontrar una salida fácil.

Zhì Mín no pudo evitar los escalofríos que le generó la interacción, las palabras que Wangmu dijo no sonaron como las de una madre corrigiendo a su hijo sino fueron una clara amenaza. Durante el caos, el long espiritual del Emperador de Jade le comunicó el plan y tuvo que responderle con los detalles poco agradables de la presencia de la enemiga número uno de KunLun.

Al notar el poder del Dragón Azur, el humor de la diosa del castigo cambió, sin ser consciente de ella misma, se vio anticipando la llegada del que fue alguna vez un joven príncipe que solía caminar disfrazado en los bosques humanos observando detalles que nadie más se detendría a ver como el reflejo de las libélulas en el agua o el crecimiento de los árboles entre estaciones.

¿De dónde vienes, pequeño? ─El Guardián Este sonrió viendo a la pequeña fiera que salió de entre las hojas secas estirándose, en ese momento la diosa del castigo estaba de muy buen humor porque había arrasado toda una aldea ganando más poder así que no le importó seguirle el juego.

Casi olvidó la existencia del Consorte Real y su estado actual al perderse en el pasado pero Xi Zhen arribó recordándole el resto de la historia, cuando "había dejado atrás" su naturaleza maligna y decidió servir al Emperador Celestial de ese entonces, ayudó a cuidar y cosechar los melocotones de la Inmortalidad por lo que recibió una canasta llena que decidió regalar a los Ocho Inmortales, cuyas presencias acababan de ser elevadas y mostraron una ficha de oro con el símbolo del Dragón Azur contando que en su camino conocieron a Su Alteza Real. Aunque la mano derecha del Príncipe Central intentaba cortejarla, ella esperó el regreso del Guardián Este que estaba en el mundo humano por ese entonces pero no le sirvió de nada, cuando el Príncipe Central subió al trono y el antiguo Emperador decidió mezclarse con el Tao, el Dragón Azur siguió sin notarla; con el tiempo, la maldad inherente dentro de ella la fue dominando otra vez, el ambiente limpio del Reino de la Dicha Pura no ayudó a sus poderes y su cultivo a base de sangre, enfermedad y muerte la hicieron visitar más de una vez el Di Yu además de participar en las desgracias humanas en cada oportunidad. El Consejero Real que apoyaba al Emperador Amarillo la descubrió una vez incendiando un templo con todos los monjes encerrados dentro, mas, no la expuso, tampoco denunció los hechizos prohibidos ni ninguna de las maldades que descubrió poco a poco aunque se decía fiel al camino recto de KunLun. El tiempo pasó en un soplo, el Consejero Imperial Wang Gong* la encontró fuera del Palacio Central esperando para confirmar si los rumores del regreso del Guardián Este eran ciertos, Wang Gong negó, viendo la decepción en su mirada supo lo que haría a continuación y decidió seguirla.

HILO DE SANGRE - KOOKTAEWhere stories live. Discover now