七十八

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Taehyung asomó sus ojitos de flor de melocotón por entre las sábanas con la respiración entrecortada, sus pupilas se sinceraron frente a la oscura mirada ajena contándole el anhelo tatuado bajo su mullida dermis aurisolar.

─ ¿Por qué te escondes de mí? ─El tono bajo y el cálido aliento cercano hicieron que se estremeciera.

─No me estoy escondiendo ─farfulló mordiéndose el labio inferior.

─ ¿Te hago sentir inseguro?

─Siempre me siento seguro entre tus brazos, Jungkookie. ─Restregó su rostro en el hueco del cuello contrario y se aferró a su ancha espalda con fuerza─. S-Sólo es un poco vergonzoso.

─ ¿Qué debo hacer si te comportas así? ─Habló indefenso hundiéndose en la almohada, sus profundos ojos ahuecados absorbieron la luz de la mañana reflejando al bonito polluelo.

Poco a poco, el niño dejó de esconderse mostrando sus mejillas sonrojadas, el cabello de la frente pegado a su rostro como una diadema delicada y la piel aurisolar con una capa de sudor febril que sedujo al Segundo Príncipe, Zheng Guo tragó pesado sintiendo que cualquier movimiento en falso lo llevaría a perder la cordura.

─Y-Yo... no sé si estoy listo para tener bebés ─explicó recordando lo "especial" de las circunstancias.

─ ¿Tanto te sorprendió saber de la condición de mi padre? ─rio dejando suaves besos en sus mejillas.

─Un poquito.

─No te preocupes, no haremos bebés.

─Entonces... ¿No me tocarás?

El fénix los hizo girar en el colchón apretando su abrazo, su mente se llenó de la pregunta hecha volviéndolo loco, casi toda la sábana cayó al piso mientras la estrella desaparecía bajo su anatomía firme, le dejó varios besos en cada lunar, sus manos acariciaron la piel de la espalda baja totalmente intoxicado; se sintió perdido y para canalizar el intenso deseo mordió las mejillas arreboladas pasando hacia el lóbulo de las orejas que atendió suavemente. Taehyung se removió ocasionando una fricción en cierto problema matutino, no pudo evitar soltar un quejido bajo por los estímulos a los que fue extremadamente sensible.

─ ¿Qué hago si mi cuerpo no obedece, TaeTae? ¿Debemos cortarme las manos para dejarte ir? ─Sus labios le erizaron la dermis.

El castañito estaba debilitado, aun así, también buscó el máximo contacto y se aferró fuertemente al collar de la túnica ajena hasta desordenarla dejando que el torso poderoso se asomara mostrando los tersos músculos.

─Kookie... ─farfulló en un suspiro antes de derramarse, un leve aroma atractivo para el nombrado se impregnó en el aire.

─El polluelo de mi familia es demasiado dulce ─contestó con la boca seca mirándolo de reojo para evitar que volviera a esconderse, su cuerpo disminuyó la presión en la anatomía ajena escondiendo su levantado y duro propio problema. En su defensa, al tener a la persona que amaba en ese estado encantador, ni siquiera si practicara la abstinencia de los monjes sería capaz de no reaccionar.

Se escucharon voces en el corredor, los señores Kim hablaron de las compras que harían al ir a la ciudad, el almibarado centró su atención en ellos hasta que las voces se perdieron en la sala.

─ ¿Puedo pedirte algo, Jungkookie? ─dubitó buscando su rostro.

─ ¿Qué deseas, Tae?

─Quisiera que mis padres conozcan a la persona que me gusta... si es incómodo o mi pedido parece irracional, lo entenderé.

El fénix no pudo hacer nada más que besarle la carita con ternura, su sonrisa no se pudo ocultar cuando se separó levemente y lo observó maravillado.

HILO DE SANGRE - KOOKTAEWhere stories live. Discover now