五十八

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Al llegar al Pabellón Real del Fénix, la Dama Peng ordenó que se preparara todo lo necesario para el Joven Maestro, el cortejo puesto bajo su disposición hizo su trabajo diligentemente mientras Taehyung esperaba junto al estanque que reflejaba las brillantes constelaciones, de los árboles en floración alrededor, algunos pétalos cayeron perturbando la calma, su desalentador viaje desde las ramas hacia el agua hizo suspirar al niño. Estaba preocupado por Jungkookie, tanto si conociera o no el peligro, su corazón estaba lo suficientemente turbado para no apreciar lo suficiente el paisaje y la arquitectura de todo el Palacio Sur. Tembló ligeramente al subir los escalones que guiaban a la gran alcoba principal, una brisa fresca viajó desde las ventanas moviendo las cortinas semitransparentes y las hileras de nefrita negra; y le envió el tenue aroma del dueño del palacio acelerándole el corazón. La lluvia no tardó en caer sobre los techos de todo el territorio, la temperatura bajó y la Dama Peng lo instó a bañarse e irse a la cama así que posó las dos flores de nieve en una de las mesas, tomó el traje preparado con anticipación y algunos mantos blancos para ir hacia las aguas termales. El ambiente fue mucho más cálido, en la gran piscina color turquesa, algunos pétalos flotaron dispersos bajo el brillo de las innumerables lámparas y velas alrededor, los biombos pintados a mano se veían exquisitos tras un estante con diferentes frascos de porcelana, por donde mirara, el baño tenía detalles dignos de un Príncipe Inmortal; el aroma del incienso flotó mientras Taehyung lavó su cuerpo en su totalidad, en otras circunstancias habría querido quedarse hasta que sus dedos se arrugaran pero salió al sentirse limpio. La doncella del Consorte Real lo hizo sentarse frente al espejo, le sirvió un poco de agua tibia y con delicadeza le secó el cabello mientras tarareaba una canción desconocida.

─ ¿Cree que Kookie estará bien, Dama Peng? ─preguntó sin poder ocultar sus emociones.

La fémina recibió un mensaje de su Señor explicando que su hijo se encargaría de encontrar al culpable, desconocían cuánto tardaría y era seguro que se encontrarían con peligros ocultos, pero no le correspondía revelar nada. Al terminar de secarle las hebras castañas, le sonrió por medio del espejo.

─Por supuesto, nuestro Segundo Príncipe es un gran guerrero. No hay nada que detenga al Guardián del Sur y volverá como lo prometió, siempre fue así.

─ ¿Cómo era de pequeño? Y-Yo lo conocí pequeño pero ya no era un niño ─se quejó haciendo un puchero.

─Recuerdo que cuando abrió los ojos la primera vez, sus pupilas estrelladas eran como la más bella noche, el fuego ardió durante varios días en el Palacio de Jade y todo el Territorio Sur, fiero y orgulloso para darle la bienvenida. Tuvo aspecto de bollo al vapor toda la infancia, la grasa de bebé en su rostro tardó en desaparecer y siempre sonrió hermosamente; al iniciar sus lecciones con el Tutor Imperial hizo muchas travesuras metiéndose en problemas, ─rio la fémina recordando─ una vez, incendió el bigote de su maestro sin querer. Desde el incidente, se volvió más serio con sus estudios y su cultivo, destacó en artes y técnicas marciales. Se hizo cargo de todo el Territorio Sur siendo muy joven...

─Entonces no es extraño que Jungkookie sepa muchos cuentos antiguos, tal vez hasta conoció a los escritores y poetas que los hicieron. Una vez me dijo que tenía miles de años y podría ser mi ancestro ─dijo serio el castañito moviendo su cabecita, su graciosa expresión se hizo más evidente cuando una idea cruzó su mente─ ¡Entonces debería respetarlo como un ancestro! Ni puedo tener la familiaridad de un nieto con él...

La Dama Peng no supo si llorar o reír. ¿Qué método extraño usaba el Segundo Príncipe para conquistar al niño? Decir que era un ancestro no parecía ayudarle a nada más que conseguir ofrendas y rezos ¿Quién querría casarse con un ancestro? Le prendería varitas de incienso al regresar al mundo humano.

HILO DE SANGRE - KOOKTAEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora