HILO DE SANGRE - KOOKTAE

一百二十五

Desde el Palacio de Jade enviaron varios mensajes al Palacio Sur para acordar un día donde se detallaría la propuesta y se celebraría un banquete, mas, el dios del fuego sólo pudo declinar, temió la reacción de su padre al enterarse del encierro del castañito pero obtuvo silencio como respuesta, ni siquiera cuando fue a cenar la tarde siguiente se tocó el tema.

En las sesiones de la corte, el Emperador de Jade le indicó que el Consorte Imperial comprendía la decisión tomada aunque estaba decepcionado por el retraso del matrimonio y tuvo que distraerse decorando la Quinta Villa donde el nuevo miembro residiría, claro que después de crecer y ser más independiente porque la Pareja Real no se separaría para nada del bebé. La Primera Mansión no fue ajena a las remodelaciones por lo que al lado de la gran cama de matrimonio había una hermosa cuna del color de las más puras nubes además de todo tipo de artilugios que desplazaron la anterior decoración como un nido de amor de Nan Jun y Xi Zhen.

La rutina del Segundo Príncipe casi volvió a ser la misma que antes del pequeño novio de fénix; el trabajo y la meditación diligentes se instauraron, en la hora de la única comida de la estrellita el Guardián Sur no volvió a rondar por el ingreso de la Segunda Villa desde que rozó la barrera puesta por el maestro y tuvieron una pequeña charla.

Tampoco ingresó al Pabellón Real del Fénix salvo para hacer cosas muy puntuales.

―Acaban de enviar los últimos registros de la migración de las aves en todos los reinos y tierras del Tao, Su Alteza Real ―indicó Lei Ren mientras los asistentes dejaban un gran cúmulo de monumentos en la oficina del Monarca Meridional―, también nos trajeron los documentos de la administración de cada templo como solicitó. Oh, algunos palacios bajo su poder enviaron presentes junto a los libros de registro cuyo arreglo sólo puede hacer el futuro Príncipe Consorte.

―Entiendo, revisaré cada monumento sin retraso ―respondió el fénix tomando el papel más cercano, lo leyó superficialmente antes de levantar la mirada dirigiéndola a su mano derecha temporal―, ahora que lo pienso, usted lleva miles de años solo... ¿nunca pensó en unirse a otro inmortal?

El rostro del marqués cambió ligeramente.

―Es extraño discutir este tipo de temas con usted, Su Alteza Real ―expresó indefenso.

―Eso nunca lo detuvo para meterse en mi vida privada ―sonrió irónico.

―Este sirviente es sólo un simple inmortal, no podría compararse con el Segundo Príncipe del Reino de la Dicha Pura y Rey del Territorio Sur en cuyas manos descansa el futuro de todos nosotros.

―Si quisiera reforzar la alianza con alguno de los palacios amigos o hacer una con uno enemigo pero la condición es un matrimonio, deduzco que no se opondrá a que decrete dicho matrimonio entre usted y el sujeto elegido, ¿no es así?

《Su Alteza Real guarda rencor durante mil años, seguramente esperó la ausencia del Señor Principal para actuar》, pensó el hombre con escalofríos.

―Este servidor aceptará el decreto con gusto ya que es parte de su deber ―habló inclinándose finalmente.

―Oírlo me agrada ―afirmó sellando el papel.

―Seguiré con mis labores.

Al caer la noche, las luces se encendieron en el estudio donde el Monarca de las Aves cerró el libro entre sus manos para acariciar el colgante de jade púrpura rememorando el día que Taehyung le regaló la piedra pensando que era un simple guijarro de bonito color.

―Un día dura tres otoños* ―murmuró comprendiendo el significado profundo de cada palabra, cada día separado de la linda estrellita parecía eterno.