四十五

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Cuando el fénix llegó con el castañito en sus brazos, los sirvientes destaparon los platos. Tae hizo una pequeña reverencia antes de acomodarse en un sitio con ayuda de Jungkookie que se sentó a su lado. Zhang Lang no fue iluminado a tiempo y la Dama Peng se acercó al Consorte Real para susurrarle algo al oído causando que casi se atore con el bollo que estaba comiendo.

─Cuidado, Xiao Zhen. ─El Emperador le frotó la espalda al verlo con el rostro completamente rojo y los ojos muy abiertos─ ¿Qué sucede?

─No es nada ─respondió luego de beber un poco de té.

Antes que el Segundo Príncipe llegara, había mandado a la Dama Peng a preguntarle a los sirvientes del patio sobre las visitas de su hijo al invitado, no esperaba que el fénix fuera tan proactivo. ¿De dónde sacó la audacia para meterse en su cama si ni siquiera lo dejaba beber?

─Coma despacio, padre ─recomendó suavemente Zheng Guo.

─Estoy bien, no se preocupen por mí ─sonrió con un toque maléfico al preguntar─: ¿La alcoba de la Cuarta Villa es de tu agrado?

─Sí, padre. Llevo habitándola desde antes del ciclo de meditación, no hay problema.

─ ¿Seguro?

─Totalmente. ─El fénix alzó una ceja sospechando que había algo mal.

─Prometí que luego de la sesión te llevaría a jugar a algún lado, TaeTae. ¿Te gustan las aguas termales? ─se dirigió al invitado.

─Me gustan mucho ─asintió.

─Vámonos entonces, todo está preparado.

─Diviértanse, llevaré a Zhang Lang a jugar a otro lugar. ─Hao Xi se levantó recogiendo su abanico.

─ ¿Por qué? ─reclamó el gemelo del dios de la cocina.

─ ¿No te quejas de la comida para perros? Te estoy salvando. ─Juntó sus manos frente a su rostro mirando al Emperador─. Regresaré para el momento de tu retiro, hermano.

Las aguas termales estaban dentro del territorio real, rodeadas por una densa vegetación, el lugar tenía una villa parecida a las posadas antiguas y un par de pabellones de madera que se mezclaban con el ambiente de las cuatro piscinas naturales. Algunos sirvientes y guardias ya estaban por los alrededores cuando las dos parejas llegaron junto al qilin.

─Saludos, Su Majestad, Sus Altezas Reales, joven maestro.

─ ¡Mira, Jungkookie! Hay una cascada de agua helada ─exclamó Taehyung mojando su brazo en ella, su sonrisa fue tan grande y resplandeciente que el fénix no pudo evitar sonreír también.

─Cuidado que caigas. Vamos a cambiarnos, luego puedes nadar como un pececito ─recomendó caminando hacia él, lo tomó de la mano opuesta y quiso apretarlo fuerte cuando el castaño infló un poco sus mejillas─ ¿Qué sucede, polluelo revoltoso?

─Siempre me estás comparando con un nuevo animalito.

─No lo hago con la intención que seas un bollo enojado ─Zheng Guo rio pinchando sus mejillas.

─Si no supiera que son tan buenos amigos, pensaría que hay algo entre ustedes ─Xi Zhen se paró a su lado despeinando las hebras cafés, vio al muchacho sonrojarse tratando de ocultar su presencia y a su hijo totalmente perdido─ ¿Qué te sucede, Zheng Guo?, ¿Tae tiene algo en su carita?

El fénix carraspeó, su mirada fue hacia otro lado.

─Nada, padre.

─Recita el Sutra del Corazón*.

HILO DE SANGRE - KOOKTAEOù les histoires vivent. Découvrez maintenant