HILO DE SANGRE - KOOKTAE

三十四

Cao, el jefe de sirvientes de la Villa Fáng corrió detrás del Segundo Príncipe al verlo aparecer por el portón principal, tuvo que esforzarse en seguir los pasos del fénix porque no le dio ni un respiro.

─Manda a ventilar la habitación y alista un hanfu para ir al Salón del Trono ─indicó Zheng Guo dejando la mochila a un lado de la cama al entrar en la alcoba principal.

─Como ordene ─respondió Cao yendo hacia el mueble para sacar un hanfu limpio.

El fénix se cambió con premura y ató su largo cabello negro con un broche dorado antes de salir con la misma premura. Usó la fuerza de sus alas para llegar al Salón del Trono justo en el momento en que la sesión de la mañana llegaba a su fin, un guardia lo anunció e inmediatamente fue a inclinarse frente al trono.

─Saludos, Su Majestad ─dijo con respeto.

─Levántate, Zheng ─habló Nan Jun─
¿Ocurre algo grave?

─Quisiera hablar con usted de algunos asuntos, tal vez me pueda dar su guía.

─Está bien. ─Con un movimiento de su mano hizo que los guardias presentes salieran dejándolos solos.

Zheng Guo esperó a que se cerraran las puertas antes de seguir la charla.

─Cuando salí del ciclo de meditación me preguntó si había encontrado algo.

─Lo recuerdo. ─Observó a su hijo con detalle─. No es difícil notar que no eres el mismo.

─ ¿Conoce la historia del primer dios del fuego, padre?

─ ¿La que le contaste a Tae una y otra vez hasta que todos en el Palacio de Jade podían recitar cada palabra dormidos?

─Sí.

─Por supuesto, era tu historia favorita desde pequeño, aunque no es sólo un cuento. El Primer Dios del Fuego es el gran ancestro del Palacio Sur.

─Lo sé.

─ ¿Qué descubriste en la gruta?

─En mi primera vida, nací como el primer dios del fuego.

─Comprendo. ─El Emperador no se mostró sorprendido, imaginó algo así al verlo salir de la cueva ese día.

─Y Tae es la estrella.

─ ¿Es por eso que lo trajiste hoy o está relacionado al dios menor que Zhì Mín encarceló?

─Ambas suposiciones son correctas ─suspiró hondo.

─ ¿Qué es lo que te atormenta? Si es el compromiso, lo mejor es que seas honesto, ni Taehyung, ni XiùQiú Huā ni tú serán felices si decides casarte sólo porque sientes culpa.

─Siempre acierta, Su Majestad. El hilo del destino fue tomado por XiùQiú Huā para atar a Tae al dios menor de la montaña. Todo parecer estar relacionado de una forma siniestra.

─Es así. Aunque quisieras seguir el compromiso y renunciar a Taehyung, tu padre y yo no permitiríamos la boda, Zheng ─aclaró el Emperador de Jade con gesto serio─. Los dioses y todos los seres en el Reino de la Dicha Pura tienen prohibido intervenir de esa forma con el destino, el dios del matrimonio ata los hilos a la gente para ayudarlos, no para fines egoístas. Aunque sea la protegida de los Ocho Inmortales a los que considero amigos no sólo miembros de la corte, ella debe enfrentar las consecuencias de sus actos. Si tú o Zhì Mín hicieran lo mismo, todavía deberían responder a sus acciones como cualquier ser en la creación.

─Lo sé, padre.

─Creo que tu padre y Taehyung están aquí ─comentó al sentir la energía de su esposo y del humano acercándose a la puerta─. El poder de Taehyung es muy peculiar, nadie podría adivinar su verdadera naturaleza fácilmente.