十一

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El ahora pequeño Segundo Príncipe, mandó una saeta en llamas hacia el Palacio Sur. Poco después, una carroza tradicional tirada por aves fue a recogerlos. Al estar dentro, las aves alzaron el vuelo hacia el Portal de KunLun, el fénix usó sus poderes para que la tormenta de nieve no los derribara. Pasaron por el portal sin ningún problema, Zhì Mín tranquilizó al Guardián de las Nueve Puertas y subieron hacia el Reino de la Dicha Pura.

─Bajemos en el Palacio de Jade ─habló Zhì Mín.

─No, hermano. Primero iremos a la Naciente del Hwang-Ho y te lavarás los ojos.

─Zheng, muero por verte pequeño, sin embargo, debes priorizar al niño.

─Pero-...

─ ¿Estás haciendo un berrinche? ─preguntó sonriendo─. Quédate a su lado. Yo subiré a la Naciente y cuando recupere la vista, iré a recoger agua del Manantial del Olvido.

─Está bien, pero ayúdame a llevarlo.

Las grullas pararon en uno de los patios del Palacio de Jade, los guardias reconocieron el carro, por lo que no atacaron. La dama Peng vio el estado del Primer Príncipe y corrió hacia donde la Pareja Real se encontraba.

Zheng Guo ayudó a su hermano a bajar, lo dirigió para que cargara al humano hacia la Villa Fáng, el tigre blanco dejó al castañito en la cama y lo cubrieron con un edredón de seda.

─Todas sus prendas están mojadas, debemos cambiárselas o podría enfermarse.

─ ¡Zhì Mín! ¡Zhen! ─Ingresó el Consorte Real─. Estuve preocupado ¿qué sucedió? ─Se llevó las manos al rostro al ver al Primer Príncipe con rastros de sangre y con los ojos totalmente blancos.

─Padre, tranquilícese ─dijo Zhì Mín al sentir que Xi Zhen lo abrazaba─. Estoy bien.

─Sh. No hables, mi niño.

─ ¿Qué ocurrió?. ─El Emperador de Jade siguió a su esposo.

─Su Majestad. ─El Segundo Príncipe se apresuró a hablar.

─ ¿Zheng?. ─Bajó la cabeza para ver al niño pelinegro con ropas que le quedaban grandes.

─Nan ─lo llamó su esposo─. Manda a alguien a recoger agua de la Naciente, rápido. ─Tomó del brazo a su primogénito y ordenó a los sirvientes─ : arreglen una alcoba en la Segunda Mansión para el Primer Príncipe, preparen ropa, agua limpia y un poco de medicina. Cuando regresen de la Naciente, lleven el agua allá. ─Condujo a Zhì Mín por el pasillo hacia la Segunda Mansión.

─Su Alteza. ─Una doncella apareció en su camino─. Nosotras cuidaremos del Primer Príncipe, no se preocupe. Puede regresar a sus quehaceres.

─No. Yo mismo me ocuparé de mi hijo.

─Discúlpate ─regañó la Dama Peng a la doncella y la muchacha bajó la cabeza─. Escolten al Consorte Real y al Primer Príncipe. ─Dirigió a los demás empleados.

─Padre, estoy bien.

─Calla, mi niño. Necesitas reposo. ─Volteó a ver a su esposo─ Nan, por favor.

─Ya oyeron al Consorte Real ¡muévanse! ─ordenó. Ingresó a la alcoba donde Zheng se sentó tocando la frente del humano─ ¿No estabas camino a ver a tu prometida?

─Sí, se supone que iría a compartir un poco de vino con Dong Bin, pero Zhì Mín me mandó un Rayo Guía desde el mundo humano, por eso decidí bajar. Encontré a mi hermano luchando con los Yao Guai y a Taehyung inconsciente.

─Traigan dos juegos de prendas de cuando el Segundo Príncipe era pequeño y un poco de té caliente ─indicó a los únicos dos empleados que se quedaron en la alcoba.

HILO DE SANGRE - KOOKTAEWhere stories live. Discover now