十八

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Las espinas restantes salieron volando por el muro de ceniza, alguien tiró del Primer Príncipe para que no le cayeran directamente. El Aliento Tóxico ahora convertido, se clavó en un árbol seco haciéndolo trizas de inmediato.

─Ten cuidado ─dijo soltándolo y sentándose en una roca, sacó un trozo de tela de la bolsa que fue a recoger a la taberna y la comenzó a cortar con la boca para sellar su herida, cosa que llamó bastante la atención del tigre blanco. El desconocido seguía luchando sin lograr mucho─. Pareces hábil pero te distraes fácilmente y eso puede causarte la muerte. Sería un desperdicio de poder espiritual que murieras de forma tan patética.

─Gracias, aunque no te pedí ningún consejo y tampoco sigo las palabras de un siniestro desconocido recién salido de una batalla.

─Acabo de salvar tu trasero, una espina sólo te causaría mucho dolor pero si todas esas hubieran traspasado tu carne, rogarías que te mate. El veneno que portan se mete en tu sangre y te destroza por dentro.

─Dame eso. ─Le quitó la tela para usar una de sus afiladas garras, tomó al enmascarado del hombro sano─. Te desangrarás antes de lograr algo con tus patéticos dientes.

─ ¿Ayudarás a un demonio cualquiera? ─se burló observando bien el rostro del Primer Príncipe, se mostró molesto y rudo para asesinar el atisbo de curiosidad que lo hizo salvarlo y sentarse a charlar. Se supone que debía estar camino a la Décima Ciudad justo en ese instante.

─ ¿Quieres que termine de quitarte el brazo? ─Presionó la herida usando su fuerza hasta hacer que el extraño se quejara de dolor─. No lo creo, así que cállate y no te muevas. Salvaste mi vida, estoy pagando la deuda. ─Vendó el corte hasta detener el sangrado. Luego se dio vuelta y volvió a intentar disipar el muro de ceniza creado por su hermano.

─ Así que es cierto ─volvió a hablar luego de intercambiar miradas nada amigables con un par de ojos curiosos─. El Segundo Príncipe vino a cobrar venganza por un amante.

─ ¿El Di Yu es tan aburrido que ahora inventan cosas?

─Sólo repito lo que oí, el hábil fénix, uno de los Cuatro Guardianes y dios que hace temblar a sus enemigos. También dicen que él planeó todo para quedarse con el trono del Reino de la Dicha Pura. Se casará con la hija de uno de los Ocho Inmortales para tener a los dioses a su favor, es una coincidencia que todo pasara tan rápido. Pobre del Primer Príncipe, su hermano lo traicionará. Tal vez cuando ascienda, lo expulse de KunLun o lo tire al Valle de Nubes.

─No digas boberías ─lo calló Zhì Mín─. Esas cosas son estupideces. ¿No tienes nada más que hacer?

─Quiero ver quién termina victorioso en la pelea, por eso sigo aquí. Pero tu hermano debería controlarse un poco, si alguien se llega a enterar que vino a asesinar a un habitante del Di Yu, KunLun verá tropas infernales en su puerta. El Señor del Inframundo adora la guerra.

─Si sucede, claramente tú serás el delator. Además, esa es una pelea que no tiene nada que ver con el Señor del Inframundo. Esto empezó en el mundo humano, territorio gobernado por el Emperador de Jade, se está haciendo justicia. ¿Debo silenciarte?

─De mi boca no saldrá una sola palabra, Su Alteza. ─Se inclinó con burla. Se alejó para volver por el camino a la taberna saliendo de la ciudad─. Trataré de volver después para ver el cadáver del vencido. Aunque sé que el fénix es superior a un simple Yao Guai, apostaré por el demonio toro.

─ ¿Qué?

─Si gano, me darás el anillo que portas. Y si ganas, te haré llegar un presente de alguna manera.

─No apostaré con un extraño.

─Yo juré no salvarle la vida a nadie de KunLun y mírate, sigues en una pieza gracias a mí.

─ ¿Quién eres?

─No vale la pena saber el nombre de alguien como yo, desde hoy estoy muerto.

─Me dejas en desventaja, conoces mi identidad.

─Es porque el asqueroso aroma a flores está por todo lado cuando uno de KunLun aparece. En fin, ese anillo se verá muy bien en mi dedo.

─Yo no dije nada de tu olor.

─ ¿Te gusta el vino del Di Yu?

El enmascarado no esperó una respuesta, volvió a alejarse y en poco tiempo su silueta se perdió en la oscuridad. Zhì Mín decidió no darle importancia, con la información de lo venenosas que eran las espinas, se preocupó más por su hermano y trató de disipar las cenizas con toda su energía.

─Ese demonio no conoce a mi hermano ─escupió al recordar todas las cosas que dijo del fénix─. Larga vida al Emperador de Jade, ¿verdad, Zheng? No haremos más que servir a nuestro padre mientras él gobierna KunLun por la eternidad.
























-electrahearth-

¿No es obvio quién es el desconocido?
Jajajaja

HILO DE SANGRE - KOOKTAEWhere stories live. Discover now