HILO DE SANGRE - KOOKTAE

三十六

De la bodega especial del Palacio Oeste, Zhì Mín sacó algunos recipientes con vino de flor de melocotón, abrió uno sirviendo tres copas pequeñas.

─Tío, hermano menor. ─Alcanzó uno a cada uno─. Brindemos.

─Eh, hyung ─llamó el castañito.

─ ¿Qué sucede?

─Nada, bebamos.

La curiosidad pudo con TaeTae, el sabor explotó en sus papilas gustativas, un leve dulzor embriagante pasó por su garganta hasta hacerla explotar.

─Magnífico ─alabó Hao Xi sonriendo, mostrando sus hoyuelos─. Será perfecto para acompañar la comida.

─Mi hermano se encargará de entibiarlo, entonces el sabor será más refrescante, ¿te gustó, hermano menor?

─Sí, hyung.

─Lo hice yo mismo, seguro se vendería muy bien en el Di Yu, allá no saben lo que es el buen vino ─negó recordando el fuerte sabor que al pasar por su garganta fue como tragar espinas.

─ ¿El Di Yu? ─interrogó el castaño.

─Es el Inframundo ─contestó el Buda Sonriente─. El Di Yu es regido por el Señor del Inframundo y está pasando las Aldeas Libres.

─Oh, ahora lo recuerdo. Qian noona me contó que es un lugar con calabozos subterráneos donde te atormentan de forma terrible.

─Hay ciudades donde los demonios, algunos inmortales, bestias y criaturas como los hermosos zorros blancos de nueve colas residen. Tiene un río fantasma bastante aterrador pero impactante y si caes al agua te convertirás en un espectro ─explicó, acompañó su última frase con tono sombrío y temblores fingidos.

Eso a Tae le recordó el tiempo en el que su hermana estaba obsesionada con lo sobrenatural y ocasionalmente trataba de asustarlo. Luego creció y se interesó en otras cosas. Ocurrió algo parecido con su tío, aunque todavía disfrutaban de maratones de películas de terror.

─ ¿Fue al Di Yu alguna vez? ─preguntó pensando que había mucho por ver.

─Hace miles de años, la peregrinación me llevó por toda la creación hasta por los más terroríficos reinos.

─Yo prefiero el Reino de la Dicha Pura por sobre todos los lugares ─confesó el tigre blanco─. El aire es puro y rico y los valles son vastos y calmos.

─Mi sobrino todavía es joven ─negó el Buda Sonriente.

Con la advertencia del fénix, Zhì Mín mandó a alistar una carroza donde Taehyung y el híbrido subieron. Huǒ podía moverse con total libertad en todo KunLun pero prefería estar al lado de la estrella desde su vida pasada, el chico le acarició las escamas multicolor contento también, la presencia de la criatura era agradable. El extenso mar de nubes ya tenía algunos colores de atardecer, el Palacio Oeste se vio cada vez más pequeño al zurcar el cielo. El bosque de melocotones estaba en una zona perteneciente al territorio real por lo que no hubo problema en organizar el banquete; el Emperador mandó a trasladar algunas mesas bajas talladas en madera de ébano y cojines suaves de seda en un hermoso claro. Cuando Zhì Mín, Hao Xi, Huǒ y Taehyung bajaron, la pareja real ya estaba sentada compartiendo una charla privada. El castañito pudo notar el profundo sentimiento que compartían y en su corazón, deseó alguna vez sentirlo también.

Y si los deseos se hicieran realidad, su persona especial quería que fuera Jungkookie.

─Hermano, estamos aquí ─chilló el Buda Sonriente quebrando el ambiente romántico.

─ ¡Trajimos el vino! ─Exclamó el Primer Príncipe dejándolo con los sirvientes para distribuirlo.

─Siéntense ─invitó el Emperador señalando los puestos libres, estaba acostumbrado a ser interrumpido así que sabía sobrellevarlo.