一百二十

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Los dos cuerpos envueltos en el edredón portaban la misma calidez, alrededor de la cama, las prendas yacían desordenadas, el ambiente llevaba todavía un toque ambiguo; el cabello castaño un poco largo que se regó sobre la almohada como un campo de cereal en la época de cosecha fue besado con devoción por el Segundo Príncipe mientras sus manos afianzaron su abrazo en la persona que todavía dormía. Los vívidos recuerdos de la noche se reprodujeron en su mente sacándole una sonrisa torcida: una parte de él sintió una gran plenitud y júbilo, la otra se recriminó por la misma razón. Después de admirar la desnudez ajena, se convirtió en un violento volcán.

― ¿Ya despertaron, mis señores? ―dubitó uno de los sirvientes desde fuera, no se atrevió a irrumpir en la alcoba al ver los cambios en el clima.

―El Señor Principal todavía duerme, retírate, yo enviaré un pájaro espiritual cuando necesitemos que nos atiendan ―dijo notando que Taehyung se removía.

―Comprendo, Su Alteza Real ―reverenció antes de irse.

El polluelo volteó para frotar su carita en el pecho poderoso que tanta seguridad le daba, cuando sintió que no era suficiente, quiso subir en el cuerpo ajeno colgándose como un panda en un árbol de bambú pero cierta incomodidad lo hizo quejarse y despertar a mitad del plan.

― ¿Estás bien, pequeño polluelo? ―oyó la voz preocupada de su prometido mientras era acomodado sobre el cuerpo musculoso del contrario, el toque, sin telas de por medio, ocasionó que infinidad de imágenes censurables cayeran sobre su cabeza.

―S-Sí ―afirmó escondiéndose hasta que sólo un par de cabellos rebeldes sobresalieron entre el edredón.

―Oí tu quejido ―susurró el Rey de las Aves, sus manos bajaron peligrosamente por la suave espalda hasta que notó que se tensaba, alzó su cabeza queriendo verlo.

―Usaré magia para el dolor así que no te sientas culpable ni te arrepientas de lo que pasó entre nosotros ―vociferó saliendo de su escondite, casi se dieron un cabezazo por la secuencia de acciones― ¡Si llegas a hacerlo, no me casaré contigo!

Su firme mirada paralizó al fénix que sólo pudo pensar que por ese par de ojos estaría dispuesto a morir.

―No me arrepiento ―habló retirándole un par de hebras del rostro.

―Mentiroso ―farfullo queriendo alejarse.

― ¿Quieres que lo demuestre? ¿Acaso no tuviste suficiente? ―preguntó en tono provocador, sus manos lo tomaron de las adoloridas caderas haciéndolo derrumbarse y gemir de dolor. Al verlo prácticamente hacerse bolita, su tono se volvió firme al añadir―: Vamos a bañarnos, luego te pondré un poco de medicina.

―No creo que sea posible ―puchereó tocando el pecho firme con la punta de su índice―, espera a que use mi mag-...

Zheng Guo lo cargó con determinación, el edredón cayó mostrando todas las marcas amorosas regadas en ambos cuerpos como vehementes pinceladas. Cuando la estrella abrió la boca para quejarse ya estaba dentro de las cómodas aguas cristalinas con su pareja detrás de él.

―Para limpiarte bien, debes cooperar conmigo ―se burló el dios del fuego dándole una juguetona nalgada.

Taehyung tiró de la mano ajena para morderle el antebrazo, al ver una mueca de exagerado dolor, sonrió triunfante.

─Se lo merece, Su Alteza Real.

Una vez acabado el caótico baño lleno de traviesos toques, el Segundo Príncipe lo apoyó en su regazo con la parte más sensible a la vista.

─No seas una estrella rebelde, quédate quieto ─pidió tomando un poco de la cremosa pomada entre sus dedos.

─ ¡Te estás aprovechando! ─rezongó pataleando, todo su rostro estaba rojo así que tomó un manto cercano para ocultarse. Aunque no fue inmovilizado, no se retiró.

HILO DE SANGRE - KOOKTAETahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon