HILO DE SANGRE - KOOKTAE

二十九

La decoración del complejo era roja, el color característico de las bodas tradicionales, los músicos se hallaban a un extremo mientras que un palanquín descansaba en el otro. Al medio, el dios de la montaña todavía estaba inclinado mirándolos. Zheng Guo estaba furioso por el atrevimiento del ser a algunos chi de ellos, los kui estaban en dos filas inclinados también mostrando su respeto al que sería la pareja de su señor y varios seres menores de los alrededores que habían sido invitados observaban todo con curiosidad. Vio una sonrisa de suficiencia en el dios de la montaña y quiso golpearlo.

─Sin tigres en el monte, el mono es rey. ─Apretó la mandíbula y su mirada se endureció sin soltar a Taehyung que observaba todo aterrado.

─Jungkookie, ¿qué ocurre?, ¿es tu amigo? ─Se acercó más a su cuerpo.

─Tranquilo, TaeTae. ─Le sonrió dulcemente─. Nada pasará, estoy aquí contigo, ─dejó las bolsas en el piso.

─Si uno no entra a la morada del tigre, ¿cómo se apodera de sus cachorros? ─intervino Jian Ci, su mirada viajó por la pareja hasta posarse en sus manos unidas─. ¿Está permitido que dos hombres comprometidos con otras personas tengan tanta cercanía frente a todos, Su Alteza?

─ ¿Comprometidos? ─dubitó el almibarado viendo el perfil de su amigo.

─Violaste las reglas, no puedes forzar un hilo rojo para atarte a un humano, el anterior dios del matrimonio no cedió ni ante la amenaza de muerte por parte de uno de los servidores del Señor del Inframundo ¿cómo te atreves a pasar por encima de lo decretado por el Emperador de Jade? ¿No tienes miedo del Tercer Puro?

Los invitados abrieron los ojos con terror, ellos no querían faltarle el respeto ni al hábil Segundo Príncipe ni al gran y poderoso Emperador de Jade. Ellos sólo fueron a celebrar la alegría de una unión, algunos no dudaron en arrodillarse sin atreverse a levantar la mirada ni cuando Zheng Guo dijo que se pusieran de pie.

─No podríamos faltarle el respeto a Su Alteza.

─ ¡Mil años al Emperador de Jade, que su reino dure por siempre!

Uno de los kui quiso acercarse al castaño para ponerle el velo rojo, por reflejo, Taehyung tiró la tela pegándose al pelinegro.

─Aléjate ─amenazó el Segundo Príncipe alzando saetas bañadas en fuego─. Nadie se atreverá a tocarlo, la propuesta nunca se hizo y tampoco se aceptó, no hay compromiso.

─Es mi prometido ─reclamó Jian Ci.

─Ni siquiera respetaste las seis etiquetas. La sua ming no puede augurar nada favorable para alguien que fuerza al destino.

─Tengo la bendición del hilo, no importa lo mucho que se enrede o tarde, el muchacho y yo terminaremos juntos.

El Segundo Príncipe ya estaba perdiendo la paciencia, sus brazos se cerraron en su pequeña luz. Maldijo bajo pensando en una solución rápida.

─El hilo no se corta y tienes razón al decir que no importa si se enreda, las personas destinadas a estar juntas siempre llegan a encontrarse, pero sólo pasa entre humanos, si estás tan seguro de lo que dices, ¿lo pondrás a prueba?

─ ¿A qué se refiere?

─Si es un lazo predestinado no se romperá, sólo debemos intentar cortarlo.

─No caeré en su juego, su propia prometida tomó el hilo de la Casa del Matrimonio, es válido.

─Es cierto, ni lo até ni seré yo el que lo rompa. Entonces ¿puedes enfrentarte al destino?

─ ¿Cómo sé que no es un truco?

─ ¿Será que tienes miedo a perder?

─ ¿Me desafía frente al ancestro? ─señaló el altar detrás de él, el incienso se quemaba frente a la efigie que representaba al primer espíritu de la montaña.