三十八

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Al regresar al Palacio de Jade, la noche ya era profunda. El tigre blanco se había separado del grupo dirigiéndose al Palacio Oeste, Nan Jun llevó a su esposo en brazos y Zheng Guo hizo lo mismo con Taehyung; Hao Xi rio porque su hermano y su sobrino eran muy parecidos. El Segundo Príncipe voló hasta el patio que su padre preparó para el castaño, lo dejó sentado en la cómoda cama con cortinas semitransparentes de las que colgaban pequeñas bolsitas perfumadas que portaban hierbas que ayudaban a tener un buen sueño, encendió las lámparas con magia y deslizó la puerta anexa.

─Hay una piscina natural de aguas termales, darte un baño te ayudará a despejarte ─dijo acariciando su rostro─. Prepararé algo de medicina para la resaca para que mañana no te duela la cabeza, ¿está bien?

─ ¿Aguas termales? ─preguntó arrastrando un poco las palabras─. Adoro las aguas termales, en invierno es relajante ir y luego tomar bebidas refrescantes.

─Aunque las adores, date un baño rápido por ahora, seguirán aquí mañana.

─ ¿Por qué no me dijiste que habían aguas termales cuando era pequeño? ─lo miró con el ceño fruncido y un puchero enojado.

─Porque eras pequeño ─respondió obvio─. Las piscinas son grandes, podías ahogarte.

─No quiero que me trates como un niño ahora, ya crecí. ─Se levantó irguiéndose todo lo que pudo para reforzar su punto.

─Como desees, iré por la medicina, no te quedes dormido dentro.

Taehyung asintió tomando algunas cosas de su mochila, al rozar el paquete de condones recordó la conversación en el bosque de melocotones y movió la cabeza intentando alejar cualquier imagen extraña. Fue hacia el espacio anexo sintiendo el ambiente cálido, se desnudó y entró en la piscina natural. La sensación del agua lo relajó, cerró sus ojos apoyado en un lado y todas las cosas ocurridas le parecieron un sueño del que no quería despertar.

El qilin acompañó al Segundo Príncipe fuera del patio, aunque un sirviente se ofreció a ayudar al fénix, el dios del fuego se negó preparando la medicina sin ayuda. Regresó cuando Tae ya estaba con un suave traje blanco de seda que encontró en el armario, su cabello y pestañas estaba mojados y las aguas termales le habían dejado la piel más tierna, el sonrojo en sus mejillas se hizo más encarnado por el vapor del ambiente dotándolo de mucha más belleza si era posible porque el chico ya era lo suficientemente bonito.

─Bebe esto. ─Zheng Guo carraspeó saliendo del hechizo, le alcanzó un tazón con aroma herbal.

─Tu papá me dejó algunas prendas ─comentó aceptando el recipiente─ ¿Está bien si las uso, Jungkookie?

─Por supuesto, date la vuelta. ─Se sentó a su lado para secarle el cabello, le masajeó el cuero cabelludo relajándolo.

Taehyung terminó el contenido y el híbrido cogió el tazón en su hocico para dejarlo en una mesita alejada.

─Gracias, Huǒ. ─Le acarició la cabeza recibiendo un tintineo feliz.

Zheng Guo notó un libro que sobresalía de la mochila encima de un mueble, lo reconoció de inmediato; se acercó sonriendo y lo tomó para voltear a ver a Tae. El castañito temió que los condones llamaran su atención, suspiró tranquilo al ver que sostenía el libro en su lugar.

─Lo trajiste ─murmuró agrandando su sonrisa.

─Sí, lo leí tantas veces que me lo sé de memoria. Es mi tesoro.

─Debes descansar ─habló dejando el libro en su lugar, acarició al qilin antes de caminar hacia la puerta pero la voz del muchacho lo detuvo.

HILO DE SANGRE - KOOKTAEWhere stories live. Discover now