Mimosa - Nadie sabe que te quiero

C045 - ¡Ji Xinglan solo estaba codiciando su cuerpo!

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Yan Qiu salvó al lamentable e inocente gatito de su miseria y dejó a un lado a Ji Xinglan antes de llevarlo escaleras abajo.

¿Qué quiso decir cuando dijo que esto era algo que solo los adultos entendían? Estaba absolutamente loco ...

Cuando Ji Xinglan bajó las escaleras, vio a Yan Qiu sentado en la alfombra y jugando con su gatito desde lejos.

La alfombra de lana de alpaca colocada frente al sofá del salón era gruesa y suave. Cuando se pisaba, no se sentía frío. Yan Qiu se acostó en la alfombra, y su holgada ropa informal se levantó, revelando una franja de su justa cintura. La suave línea desaparecía dentro de sus pantalones de pijama.

Se veía bien, y Ji Xinglan quería ver más, pero también le preocupaba que Yan Qiu se enfermara por ello, así que cuando pasó por allí, lo ayudó a bajarse la camisa. 

Yan Qiu estiró el cuello hacia arriba mientras lo veía caminar y sentarse en el sofá al lado. Se había sentido frustrado por el hecho de que no tenía nada en lo que apoyarse en ese momento, por lo que las cosas le habían resultado incómodas. Pero ahora, de repente, apareció un respaldo libre.

Yan Qiu felizmente cayó hacia atrás y se apoyó contra sus piernas. Convirtió al desfavorecido Ji Xinglan en un respaldo humano mientras seguía abrazando al felino destructor de hogares.

Al principio, Ji Xinglan todavía pretendía no ser molestado y jugaba con su terminal por un tiempo, pero Yan Qiu continuó inclinado entre sus piernas y se movía inconscientemente, y ya no podía soportarlo. Miró a Yan Qiu, quien solo le permitió ver la parte posterior de su cabeza, y de repente se inclinó para empujar hacia abajo sobre sus hombros.

Cuando Yan Qiu de repente sintió un par de manos sobre sus hombros, instintivamente miró hacia arriba y vio a Ji Xinglan encima de él. Era un rostro tan hermoso que le permitiría hacer lo que quisiera.

Cuando quedó atónito, Ji Xinglan ya se había inclinado para besarlo. Su cabello colgaba bajo sobre la cara de Yan Qiu y le picaba bastante.

Mientras observaba cómo la cara se acercaba cada vez más a él, Yan Qiu instintivamente se inclinó hacia atrás, queriendo evitarlo. Pero Ji Xinglan se negó a rendirse y bajó la cabeza aún más.

Yan Qiu se inclinó demasiado hacia atrás y sus brazos no podían soportar su peso, por lo que cayó hacia atrás y aterrizó en el regazo de Ji Xinglan.

Mientras se miraban amorosamente a los ojos, Yan Qiu levantó la vista y de repente sintió que algo se hinchaba lentamente detrás de su cuello y empezó a pincharle la columna vertebral, quemando la fina tela.

Yan Qiu se quedó atónito durante dos segundos antes de darse cuenta de lo que le había pasado a Ji Xinglan. En su momento de sorpresa, trató de evitarlo y saltó del suelo queriendo golpearlo. 

―¡¿Que demonios?! 

Miró al alfa más grande y Yan Qiu gastó mucho esfuerzo antes de que finalmente pudiera reprimir su impulso de golpearlo. Agarró la almohada del sofá y la apretó contra su rostro.

¡¿Y dijo que este tipo era un cachorro?! ¡Este tipo era obviamente un lobo!

Las puntas de las orejas de Yan Qiu asomaban entre su cabello negro y sus orejas blancas como la nieve ya estaban enrojecidas.

Esta fue la primera vez que descubrió que Ji Xinglan tenía pensamientos impuros hacia él.

Esto fue realmente malo.

Esto fue realmente malo. Esa noche, Yan Qiu llenó intencionalmente la bañera con agua porque quería lavarse bien para deshacerse de las feromonas en él.