Mimosa - Nadie sabe que te quiero

C057 - Te voy a besar

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Yan Qiu le dio una sonrisa avergonzada antes de negar con la cabeza con firmeza. ―Yo no-

Antes de que pudiera decir que no quería, ya había sido arrastrado al pequeño bosque.

El camino alejado del campo deportivo ya estaba iluminado. El cielo se oscureció lentamente cuando la última luz del sol se desvaneció bajo el horizonte.

Ahora era a finales de otoño. Las hojas cayeron y flotaron en el aire. Sin las hojas que las ocultaran, las ramas desnudas en el bosque eran como monstruos mostrando los dientes y eran aterradoras. Cuando caminaron en el bosque oscuro y pisaron la hierba, pudieron escuchar los crujidos provenientes de pisar ramas y hojas secas.

Yan Qiu no pudo evitar apretar su agarre sobre la persona a su lado y se acercó. Le preocupaba que algo surgiera del bosque.

Cuando usó la luz tenue para mirar a Ji Xinglan, vio que Ji Xinglan tenía una expresión en él que decía que su plan funcionaba. De repente, Yan Qiu se preguntó si lo había traído aquí intencionalmente. Era como los chicos que llevaban a sus novias a ver películas de terror.

Solo fingiré que estoy dando un paseo. Yan Qiu pensó con resignación.

El bosque estaba en silencio y no había nadie alrededor. Parecía que, dado que el clima se había vuelto gradualmente más frío, las parejas que normalmente se podían encontrar en el bosque no se encontraban por ningún lado. La única persona que todavía insistiría en venir aquí cuando hacía tanto frío podría ser el Sr. Yang. Yan Qiu encendió la función de linterna en su terminal y miró la hora, queriendo persuadir a Ji Xinglan de que regresara antes.

―El gato todavía está esperando. ¿Ya terminaste? Si es así, ya deberíamos volver.

Cuando llegaron frente a un árbol relativamente grueso, Ji Xinglan se detuvo.

―¿Sabes por qué a las parejas les gusta venir a este bosque? ―le preguntó de repente a Yan Qiu.

Yan Qiu negó con la cabeza inocentemente. ―No.

―Porque es emocionante ―, susurró Ji Xinglan en su oído.

Sonaba realmente malvado. Cuando Yan Qiu percibió lo que había dicho, Ji Xinglan ya se había cubierto los ojos y había presionado sus labios ligeramente fríos sobre él.

Yan Qiu sintió la áspera corteza de árbol en su espalda y la suavidad de sus labios. También pudo saborear un toque de dulzura refrescante en su lengua. Los ojos de Yan Qiu estaban cubiertos por Ji Xinglan, y como estaba oscuro, no podía ver nada; sus sentidos se magnificaron al instante. Todo lo que podía saborear y oler eran las feromonas de Ji Xinglan. Parecía que podía sentir hasta los más mínimos movimientos y reacciones.

Yan Qiu originalmente pensó que no había nada de divertido en salir en un bosque oscuro, pero cuando estaba inmovilizado contra un árbol besándose en secreto, esa excitación despertada por salir en la oscuridad se volvió real.

El bosque estaba tranquilo, y no había otros sonidos en él. Todo lo que Yan Qiu oía era su corazón acelerado, el sonido que resonaba en su pecho. 

―Sr. Yang no vendrá, ¿verdad? ―Cuando se separaron, había un hilo plateado delgado que conectaba sus labios. Yan Qiu se sintió realmente avergonzado y empujó a Ji Xinglan un poco más lejos de él.

El bosque seguía recordándole lo que pasó la última vez. La única persona a la que Yan Qiu más temía en su vida era el Sr. Yang, y cuando recordaba cómo el Sr. Yang lo había perseguido sin descanso, su corazón se llenó de miedo.