Mimosa - Nadie sabe que te quiero

｢Extra XI｣ - Li Chengyan & Xie Yu (4)

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Las venas de Xie Yu se levantaron en sus sienes. Reprimió sus ganas de golpear a Li Chengyan.

―Sigue soñando ―, dijo.

Xie Yu no tenía intención de llamarlo así, pero Li Chengyan estaba decidido, parecía que estaría en este punto muerto con Xie Yu hasta que el mundo se acabara a menos que Xie Yu lo llamara cariño.

Ambos se miraron fijamente en el punto muerto. Xie Yu extendió una mano para empujar su hombro, pero de repente escuchó pasos en el pasillo.

Esos pasos se estaban acercando. Eran firmes, lo que dejaba claro que no pertenecían a un estudiante. Basándose en el sonido, pudo saber que pertenecían a un profesor de mediana edad que llevaba botas de cuero, tenía barriga cervecera y llevaba la camisa de vestir metida dentro del pantalón.

Esa persona estaba caminando y hablando por teléfono, por lo que su voz se mezclaba con sus pasos.

A Xie Yu se le hizo un nudo en la garganta.

Esa voz le resultaba familiar. Era el Señor Yang, la persona que siempre aparecía cuando alguien rompía las reglas de la escuela.

El Señor Yang estaba aquí, y eso aterrorizaba a Xie Yu. Rápidamente miró a Li Chengyan, que seguía encima de él.

Su posición actual era aún peor que la de la pareja habitual que sólo se tomaba de las manos y se besaba. Era imposible que alguien no pensara demasiado si los veía. Xie Yu no podía soportar las consecuencias de ser sorprendido en una situación comprometida con otra persona de su mismo sexo, así que se vio obligado a soportar la humillación y de hecho llamó a Li Chengyan cariño.

―Cariño, suéltame.

Li Chengyan no esperaba que Xie Yu lo llamara así. Enarcó una ceja, pero también pareció sentirse satisfecho, así que dio medio paso atrás y lo soltó.

En el momento en que se alejaron el uno del otro, el Señor Yang pasó por la ventana. No se fijó en la pareja que acababa de infringir las normas en clase.

Después de que el Señor Yang desapareciera de la ventana, Xie Yu suspiró aliviado y saltó de la mesa. Alisó la ropa que Li Chengyan había acabado arrugando.

Un tono antinatural de rojo manchó sus mejillas, y maldijo en su corazón. Maldita sea, ¿Li Chengyan realmente me tocó?

Li Chengyan observó a Xie Yu alisando su ropa con una expresión de agravio. De alguna manera, parecía que acababan de tener sexo. Sintió que algo se agitaba en su corazón, y quiso decir algo para consolar a Xie Yu, pero después de que Xie Yu alisara su ropa, de repente levantó la vista y le dio una media sonrisa.

Antes de que Li Chengyan pudiera reaccionar a la situación, Xie Yu ya había pateado la parte posterior de su rodilla con su pierna derecha.

Esa patada era bastante despiadada, y estaba llena de fuerza. Tomó a Li Chengyan con la guardia baja, y se tambaleó antes de caer.

Xie Yu no sabía por qué estaba de repente tan enfadado. Era como si el resentimiento que había acumulado durante este largo periodo de tiempo hubiera explotado de repente.

Era porque sabía que Li Chengyan no estaba coqueteando con él porque le gustaba y porque sabía que Li Chengyan sólo quería vengarse de él.

Xie Yu sintió ira en su corazón. Este tipo sólo estaba jugando con él, pero era él quien seguía anhelando su contacto, sonrojándose a la menor señal de afecto.

No sabía si estos sentimientos eran clasificados como amor, pero seguía pensando en él. También soñaba con él, así que a estas alturas debía ser más o menos amor.