Mimosa - Nadie sabe que te quiero

C091 - Como siempre, él era su luz

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La sala de espera del hospital estaba en silencio. Las filas de sillas frías y metálicas estaban vacías y no había nadie más dentro.

Yan Qiu se limitó a apretar el delgado papel que contenía los resultados y no dijo nada.

Su expresión parecía haberse quedado estancada en el momento en que escuchó la noticia.

Abrió los ojos para mirar repetidamente las filas de palabras y números impresos en el papel que no podía entender.

Conocía cada una de las palabras del papel. Pero lo que le tenía atónito era lo que significaban, encadenadas.

Aunque no conocía la jerga médica, sabía leer los números. Los números de sus resultados eran varias veces más altos que el estándar.

Embarazado.

¿Qué demonios? ¿Estoy realmente embarazado?

Este repentino 'regalo' hizo que Yan Qiu sintiera como si el delgado papel en sus manos pesara toneladas. Sus delgadas muñecas temblaban ligeramente, como si ya no pudiera sostener el papel.

Hace un segundo le preocupaba estar gravemente enfermo y no poder vivir mucho tiempo. Ahora, no sabía si debía reír o llorar.

De pie frente a él, Ji Xinglan vio cómo reaccionaba Yan Qiu ante la noticia. Pensando que estaba preocupado, le masajeó el hombro con una mano para consolarlo.

El prolongado silencio hizo que Yan Qiu pensara que debía decir algo, pero en este momento, simplemente no sabía qué decir.

Hasta anoche, seguía comiendo y bebiendo alegremente. Incluso saltaba mientras jugaba al baloncesto. En casa, jugaba con Ji Xinglan.

Yan Qiu no podía imaginarse embarazado. 

Esto realmente lo tomó por sorpresa.

Una vez más, de repente se encontró a punto de ser padre. Las expresiones de Yan Qiu fueron complicadas. Esta vez, realmente podría terminar siendo padre.

En ese momento, una enfermera abrió la puerta de la sala de espera y entró rompiendo el largo silencio. Ji Xinglan finalmente se movió del lugar donde estaba frente a Yan Qiu.

Desde donde estaba ahora, no podía ver el rostro de Yan Qiu. Todo lo que podía ver eran los largos dedos de Yan Qiu agarrando el informe de la prueba con fuerza y ​​su cabeza baja.

La ventana detrás de él enmarcaba el sol rojo a punto de hundirse detrás del horizonte dorado. La luz era increíblemente brillante. Su tonalidad dorada tiñó toda la tierra de oro fundido. Iluminó los delgados hombros y el perfil lateral de Yan Qiu e hizo que su cabello brillara dorado también.

El cuerpo de Yan Qiu ahora era el de un omega y, por lo tanto, más pequeño que el de un alfa. Sintiendo que su corazón se apretaba de dolor, Ji Xinglan se acercó y se apartó el cabello de las orejas en un intento de estudiar su expresión.

―Está bien. Si no te gustan los niños, podemos abortar.

Su tono era bastante difícil de entender. Había una tentativa en él, junto con el arrepentimiento. Era la primera vez que Yan Qiu lo escuchaba hablar así.

Siempre sintió que Ji Xinglan lo enredaba intencionalmente.

Pero ahora mismo, parecía aún más nervioso que Yan Qiu.

Yan Qiu no sabía que Ji Xinglan había estado exigiendo respuestas al médico sobre cómo Yan Qiu podía quedar embarazado a pesar de que se acostaban el uno con el otro cuando no estaba en periodo de celo, antes de acudir a él con los resultados de las pruebas.