Mimosa - Nadie sabe que te quiero

C092 - Mostrando preocupación por ti

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Yan Qiu dobló bien el resultado de la prueba y lo guardó en el bolsillo.

Una vez que concertaron una cita para someterse a un examen durante el fin de semana, ambos salieron del hospital cogidos de la mano. Vieron cómo la luz del sol poniente llenaba todo el horizonte.

Yan Qiu se sentó en el asiento del copiloto y sacó un lazo para el cabello. La sostuvo en la boca mientras se peinaba despreocupadamente con las manos. El largo cabello junto a sus orejas fue recogido y atado con el lazo, revelando así vagamente su hermoso cuello que antes estaba bloqueado por su cabello negro.

Ji Xinglan estaba a punto de conducir cuando echó una mirada a Yan Qiu a través del espejo retrovisor, justo a tiempo para ver a Yan Qiu atándose el pelo con el lazo.

El perfil lateral de Yan Qiu era distante y hermoso, y las líneas de su cuello eran suaves y justas. Incluso las manos que usaba para atarse el pelo eran largas y hermosas. Al subir las manos, su camisa se levantó también y ya no ocultaba su cintura. Ji Xinglan pudo ver una pequeña franja de su pálida y delgada cintura.

Yan Qiu no se dio cuenta de que Ji Xinglan le estaba mirando. Sólo se concentró en atarse el pelo, y como sus gruesas y largas pestañas estaban rizadas, le hizo parecer obediente mientras se ataba el pelo. También se veía sexy con el lazo del pelo en la boca, pero no se dio cuenta.

Cualquiera que lo viera querría que tuviera otra cosa en la boca.

Ji Xinglan apoyó las manos en el volante y su nuez de Adán subió y bajó.

Se sintió travieso y alargó la mano para coger el lazo del pelo que tenía en la boca.

Yan Qiu lo miró con el ceño fruncido. Sus ojos eran profundos y brillantes, como las estrellas en la oscuridad.

―Dámelo.

Tenía una mano agarrando su cabello mientras que la otra estaba colocada sobre el dorso de la mano de Ji Xinglan mientras pedía el lazo para el cabello.

Ji Xinglan miró la mano que estaba sobre su mano. Se veía más bonito que el de un alfa. Los dedos eran delgados, tiernos y tenían un tono rosado. Ji Xinglan agarró la mano de Yan Qiu.

Intencionalmente hizo las cosas difíciles y agarró la mano izquierda de Yan Qiu mientras se llevaba el lazo verde oscuro a la boca, indicándole que la mordiera.

El coche era estrecho y la distancia despedía un aire coqueto. Yan Qiu tenía una mano agarrada y la otra sujetando su cabello. Su mente daba vueltas y en realidad abrió la boca para agarrar el lazo.

Por eso, Ji Xinglan tuvo una oportunidad.

Rápidamente retiró la mano, lo que provocó que Yan Qiu no solo no pudiera morder el lazo, sino que también cayera en sus brazos como si se hubiera arrojado sobre Ji Xinglan. Su nariz se estrelló contra su clavícula y le dolió tanto que Yan Qiu frunció el ceño.

Ji Xinglan pensó que Yan Qiu estaba actuando lindo con él y pidiendo un beso, por lo que bajó la cabeza y entrelazó sus dedos lentamente en el cabello de Yan Qiu mientras se acercaba para besarlo.

Este beso era diferente a los del pasado. Fue muy cuidadoso esta vez.

Prácticamente no hubo ninguna habilidad en el beso. Sus labios sólo se tocaban y había sinceridad y precaución en él. Era como si quisiera alejar a Yan Qiu de una interminable llanura de nieve y esconderlo en su ardiente corazón.

Ji Xinglan atesoró el momento en que pudo besar a Yan Qiu.

Hace tres meses, nunca habría soñado con este día.