Mimosa - Nadie sabe que te quiero

C020 - Haz que venga a mi habitación a bañarse

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Yan Qiu giró la cabeza y vio a Ji Xinglan emanando un aura extremadamente disgustada mientras caminaba hacia ellos.

Eso es hostil, si alguna vez he visto uno. Yan Qiu tragó saliva.

Él y Xie Yu estaban acostados uno encima del otro y Ji Xinglan los atrapó con las manos en la masa. Yan Qiu sabía en su corazón que las cosas iban a empeorar y rápidamente puso a Xie Yu en pie.

Xie Yu todavía parecía desconcertado. Tenía un brazo alrededor del hombro de Yan Qiu y el otro en su cintura torcida. Él gimió y habló mientras permanecía ignorante de toda la situación.

―Casi no voy a poder abrazarte más.

―Hagámoslo la próxima vez, hoy me duele la cintura.

Y otras tonterías por el estilo.

No se dio cuenta de que había alguien parado a cinco metros de distancia, mirándolo como si ya estuviera muerto.

Yan Qiu sintió que se le erizaba la piel. No se atrevió a mirar más la expresión de Ji Xinglan. Le preocupaba que si Ji Xinglan y Xie Yu se encontraban cara a cara, las cosas saldrían terriblemente mal. Entonces, presa del pánico, sacó su tarjeta escolar de su bolsillo y la metió en las manos de Xie Yu.

―Tengo un poco de sed. Ve al supermercado y cómprame un poco de agua, ¿quieres? ―Yan Qiu encontró rápidamente una excusa para enviar a Xie Yu lejos para que nadie termine muriendo.

Si Ji Xinglan se volviera absolutamente loco, una persona normal no podría manejarlo.

―Bien. ―Xie Yu dijo tontamente. Se levantó y se frotó las costillas, que le dolían por el impacto. Cuando Yan Qiu lo empujó suavemente, obediente y estúpidamente corrió hacia la tienda de ropa al lado del campo.

Aunque no pudo ver a Ji Xinglan, de repente sintió un escalofrío por la columna y se estremeció. No pudo evitar frotarse los brazos para mantenerse caliente.

Ji Xinglan vio a Xie Yu irse y dejó de moverse. Simplemente se quedó con las manos en los bolsillos en un lugar no muy lejos de Yan Qiu, como si estuviera esperando que Yan Qiu se acercara para darle una explicación.

Estoy atrapado entre la espada y la pared ... Fue solo entonces que Yan Qiu tuvo tiempo de pensar en los suyos de forma segura.

Había estado rodando por el suelo con Xie Yu y, según la perspectiva de Ji Xinglan, esto era increíblemente sospechoso.

La primera vez que Yan Qiu tenía el olor de Xie Yu en él, aún podía ofrecer una explicación, pero esta era la segunda vez, y terminaron uno encima del otro. Yan Qiu fue sorprendido 'haciendo trampa' con las manos en la masa, y Ji Xinglan definitivamente no le creería.

El peor problema era que Ji Xinglan sabía que Xie Yu era el lacayo de Yan Qiu.

Dado que Ji Xinglan encontró que Yan Qiu era una monstruosidad, estaba claro que encontraría a Xie Yu una monstruosidad mientras dormía. ¡Yan Qiu, por lo tanto, era doblemente culpable!

Durante un período de tiempo, Yan Qiu no pudo entender la complicada relación entre los tres. A escondidas giró la cabeza para alejarse con una mano en la pared, fingiendo que estaba jugando con su terminal en serio.

Basado en la densidad de las feromonas que venían detrás de él, Ji Xinglan, quien había sido engañado, debe estar enojado.

Pensó Yan Qiu. Nop. Tengo que correr.

Mientras rezaba para que Ji Xinglan mantuviera su promesa y no le causara problemas en la escuela, apuntó furtivamente el cristal de su terminal hacia Ji Xinglan, asegurándose de que lo reflejara.