Capítulo 21: Amanecer

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Después de ese tierno e inesperado beso, y de la salida repentina de Adrien a la puerta principal para ver quién era, Marinette sólo podía pensar  si ese beso estaba bien. Adrien le gustaba mucho, lo podía admitir. ¿Pero que sentía él en realidad? - Así que estabas aquí - dijo Chloe entrando. - Chloe - dijo casi en un susurro. - Y yo que creí que no habías ido a la maldita fiesta por estar enfermo - se quejó la rubia. - De seguro tú te entrometiste ¿No? - dijo dirigiéndose a Marinette. - Adrien iba a mi fiesta y bajo no sé qué artimañas lo convenciste de no ir - Chloe la empujó.

Adrien intervino. - Basta Chloe, no la toques - se interpuso. - Todo es su culpa Adrien - gritó molesta y nuevamente empujándola, esta vez haciendo que Marinette cayera al suelo. - No sé por qué demonios no moriste tú en lugar de Louis - gritó con furia. - Chloe basta, debes irte. Estoy seguro que viniste sin avisar y tu familia estará muy preocupada. Vete, antes de que la lluvia se ponga peor - exigió tomándola del brazo y prácticamente arrastrándola hacia la puerta.

Te juro que me las pagarás Marinette - salió molesta y azotando la puerta. Adrien no sabía ni qué cara poner. Rápidamente giró su vista a la azabache quien también estaba sin decir nada. Ambos se miraron una vez más a los ojos. - Creo que... Será mejor que también te vayas Marinette - mencionó el rubio desviando su mirada de ella. La lluvia comenzó a caer con más fuerza, era inevitable no estremecerse ante el sonido de los relámpagos. Ella se abrazó a sí misma, decaída. Se quitó la bata de dormir que Emilie había dejado para ella y se dirigió a la puerta. Antes de salir, miró a Adrien quien tenía su vista fija en el exterior.

Adrien - dijo en voz baja. Queriendo obtener al menos una mirada de él. Bajó la mirada con los ojos cristalizados al no obtener respuesta. - Fue un error venir - finalizó y salió por la gran puerta. Adrien la miró caminar por el jardín frontal bajo la lluvia, se mordió el labio molesto. Sabía que ese "fue un error venir", lo decía por el beso que se dieron, no porque Chloe los haya encontrado juntos. Golpeó la ventana con el puño. - Agreste, eres un idiota - dijo con molestia y salió de la gran casa.

Marinette caminaba por el bosque con lágrimas en los ojos. ¿Por qué rayos pensó que Adrien la iba a detener? Se recriminó mentalmente por ser tan confiada. Haberlo besado no estuvo bien, no era correcto ni decente. Lo admitía, Adrien le gustaba. Sentía cosas por él desde hace mucho. Estaba totalmente mojada, se sentía frustrada y hasta molesta. - ¡Marinette! - Adrien gritó tras ella. Ella volteó pero negó levemente y siguió su camino. Adrien corrió tras ella, mojado completamente. - Detente - pidió tomándola del brazo. - Adrien no - ella intentó alejarse. - Tenemos que hablar y - Marinette no lo dejó terminar y se apartó bruscamente.

Adrien, estoy enamorada de ti y no - admitió llorando. - Yo no puedo. No puedo estar cerca de ti -  finalizó y siguió caminando. Adrien se sorprendió por la confesión, pero de nueva cuenta decidió ir tras ella. - Marinette, espera - la detuvo una vez más. Ella volteó cansada de la situación. - Marinette y-yo... - comenzó a decir nervioso. Cerró los ojos y se armó de valor. - Me gustas Marinette. Y mi maldito problema es que me gustas demasiado - admitió. El rubor subió hacia sus mejillas y Marinette lo contemplaba. - Ese beso no fue un error, te lo juro. Mis intenciones contigo son las mejores - se acercó. - Yo... No soy bueno expresando mis sentimientos Marinette, y lo sabes, pero... - ella lo interrumpió y lo abrazó fuertemente. Adrien la envolvió en sus brazos y la sintió temblar levemente por el frío. El rubio besó su cabeza y le acarició el cabello.

Creí que ese beso no te había gustado - admitió ella contra su pecho. Él rio levemente. - Me encantó. Deseaba hacerlo desde hace mucho - ella se separó un poco y lo miró. - Sé que no fue correcto haberlo hecho, no fue... Decente - admitió desviando un poco la mirada. - No me gustaría que pensaras mal de mí - él la silenció. Le sonrió levemente y le acarició la mejilla. - Oye... Nunca pensaría mal de ti. Eres lo más puro y bueno que conozco. Lo que es indecente para ellos, no me aterra - dijo con una sonrisa. - Adrien - susurró ella. - ¿Me puedes besar otra vez? - pidió. - Que atrevida, lo haré con mucho gusto - dijo con diversión. Nuevamente, bajo la lluvia se dieron un tierno beso. Pero era diferente al primero. Aquel quizás estaba cargado de dudas y miedo. Pero el segundo no. Estaba cargado de paz, confianza y amor.

Todo Comenzó en un Barco (Miraculous AU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora