Todo Comenzó en un Barco (Miraculous AU)

Capitulo 39: Sólo un momento

🔶🔸Aviso: Capitulo largo, sorry🔸🔶

Adrien había salido como relámpago de la recepción del alcalde, quizás Marinette seguía en el teatro. Aún no lo creía. Ella estaba en Chicago. En la misma ciudad en la que él se encontraba. Su corazón estaba totalmente acelerado. Él estaba feliz. Era como si la seriedad y la amargura de los últimos años, se esfumara en un segundo.

Corría por las calles cercanas al teatro, cuando se topó con Nino, Max y Alya. Respiró agitado al verlos. - Es... Es Nino - se dirigió a los tres chicos con rapidez. - Adrien - mencionó Nino con asombro al verlo, pues hace mucho no lo miraba. - ¿Dónde está Marinette? - fue lo primero que preguntó. - También la buscamos - intervino Max. - Pe-pero, ¿No tienen idea de dónde puedo estar? - preguntó impaciente el rubio, tomando a Nino de las solapas de la camisa.

- ¡Suéltame! ¡No es modo de preguntar! - le dijo Nino con enojo. Alya lo detuvo. - Déjenos solos un momento - pidió Alya a los hermanos. Una vez a solas, Adrien pudo desahogarse un poco más. - Lo siento Alya, pero necesito saber dónde está Marinette - la morena le sonrió levemente. - Me alegra que también quieras verla - le confesó. - ¿Querer? ¡Alya por Dios! Me estoy muriendo por verla otra vez desde hace años - Alya notó en su voz la desesperación y tomó su mano.

- Adrien - lo llamó. El rubio enfocó sus verdes en ella. - Marinette también se muere por verte, no ha dejado de pensar en ti todo este tiempo - le confió. Adrien sonrió, era como si después de tanto, la paz hubiera vuelto a él. - Tampoco he dejado de pensar en ella y necesito decírselo. Dime dónde está, si... Si en el Hogar de las flores, o con los Dupain - pidió con desespero.

Alya suspiró. - En la escuela de enfermeras del Hospital Regional - respondió. Adrien la miró sin entender. - ¿Enfermera? - preguntó. Alya asintió. - Marinette estudia para ser enfermera - el rubio asintió. - Bien, entonces Hospital Regional. Gracias Alya - Adrien se fue corriendo nuevamente en busca del primer carruaje que pasara. - ¡Permiso! - gritó al quitar un poco brusco a una señora que quería subir precisamente a ese carruaje. - ¡Qué grosero! - se quejó. Pero el cochero no arrancaba. - ¡Demonios! ¡Dígame qué espera para arrancar! - le gritó el rubio al mayor.

- No pienso llevar a alguien que es capaz de empujar a una dama - defendió. Adrien puso cara de súplica. - Por favor, necesito llegar de inmediato al Hospital Regional, es una emergencia - al verlo tan preocupado, el cochero comenzó el viaje. Adrien se recargó en el asiento sin dejar de ver por la ventana. Sonrió de inmediato. - Marinette está aquí, mi lady está aquí - repitió varias veces incrédulo.

Mientras tanto, a las afueras de un ya solitario teatro, Marinette se llevaba una desilusión más. No había nadie ahí.  También había ido a la recepción que el alcalde había ofrecido, pero él tampoco estaba ahí."¿Por qué es tan difícil encontrarte Adrien? ¿Acaso tendrás la mínima idea de que estoy aquí?" Pensó. De pronto una idea vino a su mente. - ¡El hotel! Si no está aquí, quizás esté en el hotel -

La cuestión sería: ¿Qué hotel? Así se llevara toda la noche o parte de ella, Marinette tenía que ver a Adrien otra vez. Una vez más por lo menos. Subió al primer carruaje que encontró y le pidió al cochero que la llevara a cada hotel que había en la ciudad. Desde el más elegante hasta el más simple. Con un poco de suerte, lograría encontrarlo. "¿Seguirá sintiendo el mismo amor que yo siento por él?". Se preguntó por enésima vez mientras miraba las calles pasar.

Pero no. Adrien no sentía el mismo amor por ella. La amaba aún más. Esos tres años y medio de separación, lo único que consiguieron hacer, fue fortalecer el lazo de ambos. Marinette lo seguía amando. Él la seguía amando. Si ellos estaban destinados a estar juntos como ambos lo creían, tenían que verse una vez más.