Todo Comenzó en un Barco (Miraculous AU)

Capítulo 73: Límite

Agosto se hacía presente y el verano de aquel año, sólo seguía anunciando días un poco más calurosos, quizás esa era la única novedad. Ya que las noticias de la guerra se habían hecho parte del día a día de toda la población. Poco más de cuatro años y la guerra continuaba. 

Eran cuatro años que se habían sentido como una eternidad. 

Y debido a eso, Marinette seguía preparándose a diario. Teórica y prácticamente. Parte de ella estaba asustada por ir al frente. La otra, estaba lista y decidida a hacer todo lo posible por marcar una diferencia. Cerca de dos semanas habían pasado desde la fuerte discusión que ella había tenido con Adrien. Dos semanas en las que no se habían visto. 

Y sobre todo, era ella quien lo había evitado, aunque Adrien tampoco había dado señales de buscarla. Y quizás Marinette así lo prefería. 

Sabía que con Adrien tan cerca de ella, la tentación era demasiada. Más de una ocasión había cedido ante los encantos de él. Aunque hubieran sido simples besos o caricias, el corazón le gritaba que ahí pertenecía. Sin embargo, la mente le decía que no. 

"Todo lo que nos dijimos la última vez, quizá fue el punto final a todo esto". Intentó convencerse desde entonces. Y más intentaba hacerlo, al ver noticias en los periódicos de espectáculos en las que aparecían ambos en los eventos del teatro. 

Pero la paz no siempre podía durar. 

- Enfermera Dupain, la busca el señor Agreste - dijo Anne con cautela, asomándose a la puerta de la oficina de la azabache. Marinette dejó escapar un suspiro pesado y siguió organizando unos papeles. - Dile que pase - 

Se levanto a guardar unos cuantos fajos de papel en una gaveta cuando Adrien llamó a su puerta. - ¿Puedo pasar? - cuestionó serenamente. 

- Adelante - respondió ella reincorporándose. 

- ¿Cómo estás? - se atrevió a preguntar él a la vez que cerraba la puerta. 

- Estoy... bien. Con mucho trabajo - 

Adrien sonrió con suavidad, tomando asiento en el sofá. - Si, me imagino. Veo que cada vez hay más pacientes en el hospital. No porque eso sea bueno - bromeó. - Pero me he dado cuenta que se las ha dado un... un uso a las nuevas áreas - recordó algo tenso. Pues antes de que se les diera uso a esas nuevas zonas, él y Marinette habían terminado besándose y discutiendo en una de esas habitaciones. 

Y del mismo modo, el corazón de Marinette se aceleraba al recordar eso. 

- Estás logrando mucho en poco tiempo, Marinette. De verdad... te felicito. Eres una gran jefa - expresó él con sinceridad, arrancándole una sonrisa tenue a ella. 

- Sólo es mi trabajo, no es gran cosa. Y bien, a.... ¿A qué venías? - cuestionó. 

- Quería hablar contigo una última vez - respondió Adrien, llamando aun más la atención de ella. 

- Dime - alcanzó a articular, sin querer demostrar que el corazón se le rasgaba poco a poco. Pues quizás podía reconocer esa mirada en él. Esa mirada de que ya habían llegado a un límite. 

Adrien se quedó en silencio un par de minutos antes de continuar. Marinette por su lado, se limitó a mirar por la ventana, el nublado cielo de ese verano era el anunciante de una próxima lluvia. 

- Antes de que te enteres por los periódicos o por otros... - él suspiró. - Le propondré matrimonio a Kagami - soltó. 

Marinette asintió lentamente, sin mirarlo. - Era de esperarse - dijo en voz baja. Y tal falta de inmutación, hizo que Adrien retuviera las lágrimas que amenazaban con salir de sus ojos.