Capítulo 52: Audición

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Nervios.

Era la palabra con la que Adrien podía definirse en ese preciso instante. Se encontraba en el teatro, donde las audiciones para Romeo se estaban llevando a acabo.

El de ojos esmeralda no dejaba de dar vueltas con el fajo de papeles en su mano. - Cálmate, Adrien. Todo saldrá bien. Serás Romeo, ese papel será tuyo - se decía caminando de un lado a otro con notorio nerviosismo.

Centró su vista en la ventana al exterior. Se relajó y suspiró. A su mente vino la carta que recibió de Marinette hace dos días y carta que aún no respondía.

Sé que te irá excelente, Adrien. Serás un perfecto Romeo, yo lo sé. ¿Sabes por qué? Porque ya fuiste mi Romeo en el colegio.

¿Y te digo un secreto? Me encantaste así. Naciste para ese papel, gatito. Puedes hacerlo, confío y creo en ti.

Y más palabras no necesitaba que esas que justo necesitaba leer y sentir. Dió un suspiro más. - Todo saldrá bien, Marinette te dará la suerte que necesitas. Por ella y por ti haces esto, Adrien - se repitió una y otra vez.

Sacó de su bolsillo el amuleto de la suerte que siempre llevaba con él. - Mi lady es mi suerte, podré hacerlo - dijo con una sonrisa suave.

- Adrien Agreste, adelante - lo llamaron. El rubio se tensó. Por ti, por Marinette. Pensó antes de cruzar la puerta.

No supo en qué momento su hijo había comenzado a recitar a Romeo. No podía creer que el hombre que tenía enfrente haciendo una audición, fue el mismo niño que un día le fue arrebatado.

Emilie Graham, la famosa actriz estaba presente en el teatro, única y exclusivamente para la audición de Adrien.

Usando un paño que cubría parte de su rostro y una peluca en color negro, logró pasar desapercibida por Adrien.

Con orgullo y lágrimas en los ojos, escuchaba y miraba a Adrien recitar a Romeo a la perfección. El tono de voz, la seguridad y la firmeza con la que se había parado al frente, daban la certeza de que Adrien obtendría ese papel.

Una vez que la prueba de Adrien terminó, se cubrió aún más el rostro. Y en cuanto vio a salir a su hijo, respiró tranquila.

- Adrien es magnífico, ha sido de los mejores Romeo que han audicionado - se acercó Robert a ella. Pues el mencionado era de los pocos que sabían en el teatro, que Adrien era hijo de Emilie.

La rubia limpió sus ojos con suavidad. - Ven, tomaremos un descanso - le indicó Robert. Ambos fueron a la oficina de él.

- Adrien hizo una interpretación maravillosa - dijo ella con orgullo. - El papel será suyo, no tengo duda alguna -

- Aún faltan algunos actores, todo puede pasar - contradijo Robert. Emilie negó. - No es porque Adrien sea mi hijo, pero sé reconocer el talento, Robert. Y él tiene mucho de eso -

- Adrien Agreste, hijo de Emilie Graham. Talento heredado - mencionó él con algo de diversión. Y sin tener en cuenta las palabras que eso implicaba.

Pues sin darse cuenta, esas pequeñas palabras fueron escuchadas por alguien en el teatro, alguien que se encargaría de esparcir esa verdad.

Las horas pasaron, Kim buscó a Adrien en su camerino, en dónde el rubio se encontraba escribiendo una carta. - Amigo, ¿Nos vamos? Mi estómago ya ruge - se quejó.

Adrien le sonrió. - Claro, sólo me despido. Te aviso que antes de comer, llegaremos al correo, tengo una carta para Marinette -

- Así que de ella te despides - el rubio asintió sin responder. - Me imagino tu despedida. Te amo, Marinette. Me la paso sufriendo sin ti - dijo con diversión e intentando imitar a Adrien.

Todo Comenzó en un Barco (Miraculous AU)Where stories live. Discover now