Capítulo 23: Mi Tipo

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Casi un mes después, a unos cuantos días del 12 de septiembre, una visita inesperada llegó para Marinette al colegio y solicitó verla en la sala de reuniones a solas. - Déjeme ver si entendí - le dijo a la famosa diseñadora que tenía en frente, Clara Ruiseñor. La mujer asintió con una sonrisa. - ¿Adrien la envió para que usted me haga un vestido que usaré en la fiesta de la condesa de Mónaco? - preguntó sin creerlo. - Así es, el joven Agreste fue muy específico, dijo que tú decidas el modelo y los colores, el pago ya está hecho y no acepta un no por respuesta - dijo la mujer con decisión. ¿Le quedaba otra opción a Marinette? No.

E-está bien... Entonces, ¿Cuál modelo cree que sea para mí? Le agradecería una idea - dijo con timidez. Ella le sonrió. Le extendió un muestrario con algunos diseños. - Estos son los más novedosos. Tienen algunos detalles de la moda parisina más reciente - Marinette miraba con detenimiento cada uno de ellos, logrando uno llamar su atención en específico. - ¿Ese te gustó? - preguntó Clara. Ella asintió pesadamente. - No cree que... ¿Es a-algo re-revelador o llamativo? - preguntó tímida. Clara negó. - Es un vestido para una joven de tu edad, es hora de crecer un poco Marinette. Estoy segura que Adrien quedará impresionado - dijo pícara.

Marinette enrojeció. - Y-yo, yo no quiero impresionar a A-Adrien - dijo titubeante. Clara le sonrió. - Quizás no, pero sé que lo harás, ¿Me permites tomarte las medidas? Creo que tengo los colores perfectos para tu vestido. Además, el antifaz que diseñaré para ti, te dará un toque de misterio - dijo con seguridad. El 12 de septiembre finalmente llegó, la joven hija de los condes de Mónaco, había invitado a su cumpleaños 17 a las familias más importantes de Inglaterra, entre personas de la nobleza y gente adinerada. La preciosa noche de ese sábado, era brillante, y Marinette estaba demasiado emocionada, pero no por la fiesta, vería a Adrien luego de un mes. A su novio, ¿Cómo podría aguantarse las ganas de abrazarlo y besarlo?

La mansión era sumamente lujosa, digna de la realeza. El clan de los Dupain, Alya y Sabrina, llegaron a la fiesta. Marinette llegó, en un encantador vestido rojo sin mangas, con escote recto que resaltaba la parte del pecho, ajustado perfecto de la cintura. La parte del estómago, estaba cubierta por tela roja que brillaba levemente gracias a luz de las velas. La falda, un poco amplia, en combinación de rojo y negro. Su cabello recogido levemente, con una peineta de pedrería roja. Y no podían faltar, sus aretes favoritos. Esos de catarina que Adrien le regaló en su cumpleaños unos meses atrás. Además, un hermoso antifaz en color negro, con algunos incrustados de piedras rojas adornaba sus ojos.

Todos se veían espléndidos, pero Marinette resaltaba. - Marinette, ella es Aurora, hija de los condes de Mónaco - las presentó Nino. - Un gusto, feliz cumpleaños - saludó la azabache. - Aurora, ella es la adoptada de la familia - mencionó Luka. Aún bajo la máscara, la sorpresa en Aurora era evidente, y su rechazo hacia Marinette, también lo fue. - En unos minutos dará inicio oficialmente la velada y se podrán quitar la máscara - dijo retirándose. - ¿Enserio tenías que decir eso Luka? - preguntó Max. Luka alzó los hombros. - Es la verdad - Chloe empezó a reír y se marchó junto a él. Alya se colocó frente a Marinette y Sabrina igual. - No les hagas caso ni dejes que te arruinen la noche - aconsejó Alya. - Si, te ves hermosa. Disfruta esto - continuó Sabrina. - Gracias chicas - dijo ella sonriendo levemente. Una melodía muy conocida por todas las chicas del lugar, comenzó a sonar. - Es el baile del jardín - dijo Alya con emoción. Un baile en el que participaban sólo las chicas y momentos después lo hacían los chicos, su pareja de baile era totalmente inesperada.

Todas las chicas se acercaron a la pista y comenzaron el baile. Marinette estaba algo desanimada, pero sabía el baile a la perfección. Rápidamente salió de sus pensamientos al notar que algunos chicos se acercaban a las chicas frente a ella. Alguien tomó sus brazos por detrás, un individuo que vestía un smoking negro y camisa verde, con corbata a juego. Usaba su antifaz en negro y un sombrero. Ya estaba bailando con él, ¿Quién era? No le interesaba, pues en el que tenía interés, ni siquiera había dado señales.

Todo Comenzó en un Barco (Miraculous AU)Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora