¿En qué momento había pasado? ¿En qué momento habían llegado a eso? La misma pregunta invadía tanto a Adrien como a Marinette.
El rubio había llegado al Astoria cerca de la medianoche a buscarla. Estaba un poco bebido. Y sobre todo, se sentía herido.
- ¿Qué? ¿Hablaremos frente a tu soldado personal? - preguntó iracundo, señalando de mala gana a Marcus, quien esperaba órdenes de la azabache.
Marinette suspiró, deteniendo sus ganas de lanzarle un ladrillo a Adrien.
- Marcus, de un par de vueltas a la manzana. Le haré señal de cuando se detenga -
- ¿Está segura? El tipo no se ve muy cabal -
Adrien lo miró algo desorbitado. - Puede que esté ebrio, pero no soy estúpido. Nunca la tocaría - expresó, reteniendo un ligero eructo.
- No se preocupe, tiene razón. Es un ebrio estúpido, pero respetuoso -
Adrien la miró con cara de pocos amigos. Al irse Marcus, ella se cruzó de brazos, esperando el motivo de su aparición tan bochornosa.
- Bien, ¿Qué haces aquí y por qué bebiste tanto? - fue lo primero que preguntó, algo molesta.
- No intentes cambiar el tema ni atajar con mi estado. Estoy consciente de todo esto. Ya lo dije, estoy algo ebrio, pero sé lo que hago y lo que digo -
- Entonces ve al grano, no tengo tu tiempo. ¡Es medianoche, Adrien, maldita sea! - reclamó.
Él se alzó de brazos, a modo de burla.
- Bueno, disculpe la dama. Pero no quería interrumpir sus apasionados besos con otro tipo - reclamó.
Marinette lo miró con clara sorpresa, sin entender.
- ¿Acaso la bebida tenía algo más que alcohol? ¿De qué demonios estás hablando? -
- Te vi, Marinette. A ti y al... maldito cabello de zanahoria. ¡Se estaban besando! -
- ¿Qué? ¿Es broma, verdad? -
- ¡Ojalá hubiera sido una broma! Pero te vi, te tenía entre sus brazos -
Ella se mordió el labio, dolida por sus acusaciones. Porque sólo eso eran. Acusaciones.
- ¿Estás seguro que era yo? -
- No me quieras ver la cara de estúpido, sé lo que vi -
- No pienso hablar contigo así, estás insoportable - dijo ella esquivándolo y queriendo avanzar por la acera. Adrien la detuvo molesto, sin lastimarla.
- Me acababas de decir que me amabas, hace tan sólo unos días. Cuando te besé por última vez. Y te veo con ese tipo, con el que según no pasaba nada. Me equivoqué, pero si pasa, ¿No? - reclamó, con los ojos algo empañados.
Y los de ella estaban igual.
- Tú me dijiste que me amabas. Y te comprometiste. ¿No es peor eso? - susurró. Adrien cerró los ojos con suma molestia, frunciendo el ceño.
- Con Nathaniel no pasa nada y jamás pasó -
- Me vas a decir que él no se siente atraído por ti. ¡Por Dios, Marinette! ¡Tienes todo para que te adoren! - gritó con afán. No determinando si quería halagarla o lastimarla.
- ¡Pues si se me declaró! ¡Y fue horrible! - gritó ella en un impulso. Adrien la miró algo sorprendido. - ¿Qué dices? - cuestionó.
- ¡Que odié lo que hizo! - Y obviamente ella no le diría lo que aquel golpe. Era más una cuestión sentimental.
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Todo Comenzó en un Barco (Miraculous AU)
FanfictionMarinette Dupain Cheng, la heredera de una de las familias más ricas de los Estados Unidos será enviada a un colegio en Londres para aprender a comportarse. Adrien Agreste, el hijo de uno de los hombres más ricos de Inglaterra y quien financia el c...