Capítulo 26: Adrien decidió

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Un día más comenzaba para Adrien, un día más de amargura y decepción por no saber qué hacer. Marinette seguía encerrada. La primera opción de que su padre lo ayudara, no había funcionado, tendría que optar por su segunda opción. Estaba en su habitación mirando a través de la ventana cuando unos toques lo hicieron reaccionar. - Adelante - dijo sin interés. La puerta se abrió dejando ver a la hermana Claise. - Te llegó esto - Adrien no respondió nada, ni siquiera vio qué era aquello. Escuchó como la puerta se cerró y se dirigió al escritorio. El sobre tenía el escudo de su familia, por ende, lo más probable es que era un carta de su padre. Pensó en simplemente romper la carta, pues de Gabriel no quería saber nada, pero dudó. La abrió y comenzó a leer. "Necesito hablar contigo, es urgente. Gabriel Agreste".

¿Será que su padre había cambiado de opinión? Lo dudó. Pero en él la esperanza de ayudar a su novia resurgía. Visitó a Marinette dos noches atrás en la torre, pero no tuvo el valor de volver a ir. Saberla encerrada y totalmente vulnerable, era demasiado para él. Se cambió rápidamente y sin importarle el castigo, salió de su habitación. - Hasta que te dejas ver, Agreste - lo detuvo la voz de Luka en la puerta. - Marinette no es nada tonta, mira que enredarse con el hijo de un duque. La huérfana de la familia aspira a mucho - Adrien no resistió más y lo tomó por el cuello, empujándolo contra la pared. - En tu maldita vida, te expreses así de ella - Luka se soltó. - ¿Qué? Es una cualquiera, todos aquí lo saben - Adrien le dió el primer golpe, dejándolo en el suelo.

¡Imbécil! ¡Me rompiste el labio! - se quejó al limpiarse la sangre. - Y si no quieres que te rompa la cara, no te me acerques otra vez - dijo con molestia y saliendo finalmente del lugar. Tomó el primer carruaje que pasó y fue directo a la mansión Agreste. Atravesó el jardín de la gran mansión y entró. - El señor duque lo espera en su despacho - indicó el mayordomo. Adrien le sonrió levemente. - Gracias Jerome -

Su padre tenía la misma costumbre que él, al pensar demasiado tendía a mirar por la ventana. - ¿De qué querías hablar? - preguntó Adrien en un tono serio, que a su vez, escondía desesperación. Gabriel se dirigió a él y lo abofeteó. Adrien lo miró con molestia. - Así que el verdadero embrollo, es que te metiste con Marinette. ¡Te acostaste con ella! ¿Cómo se te ocurre hacer algo así? - preguntó con molestia. - ¿Te informó la hermana Nathalie? - fue lo que Adrien preguntó primero. - No - le enseñó una carta. - Es un anónimo, dice que te encontraron con ella en el establo, ¿En qué demonios estabas pensando? - la furia recorría a Gabriel.

Entre Marinette y yo no pasó nada - intentó explicar. - ¿Nada? - preguntó Gabriel con sarcasmo. - Eres demasiado impulsivo Adrien, te conozco - Adrien se volteó con diversión. ¿Gabriel lo conocía? Eso era absurdo. Lo que dijo Gabriel, llamó su atención. - Además, te metiste con una huérfana - Adrien lo miró esperando a que continuara. - Habiendo tantas señoritas de sociedad que matarían por tu título, deshonraste a una chica que no vale nada -

Adoptada por una familia rica. Eso no le quita la sangre inmunda que corre por sus venas. Quien sabe de qué clase de gente viene - decía molesto. Adrien simplemente se dedicaba a escucharlo, no decía más. A veces era mejor primero escuchar. Una vez que Gabriel se detuvo, Adrien habló con falsa tranquilidad. - Te repito, entre Marinette y yo no pasó nada - Gabriel negó. - La deshonraste - mencionó Gabriel. - ¿Te das cuenta que puede estar embarazada? ¿Que tendrás hijos bastardos que obviamente no voy a permitir que reconozcas? -

Adrien se dirigió a la puerta y la abrió. Sabía que Gabriel no iba a escuchar razones. - Ayudaré a Marinette a mi modo, no necesito tu ayuda - mencionó Adrien. Gabriel rió. - ¿Ayudarla? Gracias a mí, salió del problema con Rosk - presumió. Adrien rio sarcástico. - ¿Te refieres a tu carta? - preguntó con sarcasmo, cambiando la expresión de victoria de Gabriel. - Tu carta no sirvió para nada. Quien la ayudó fue su padre, ¿Sabes cómo? Con poder que tú no tienes. Puede que tengas poder en toda Gran Bretaña, pero William Dupain, controla la economía americana - Adrien estuvo a punto de salir, pero se detuvo una vez más.

Todo Comenzó en un Barco (Miraculous AU)Nơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ