Capítulo 75: Maldita noche

473 46 25
                                    

El aroma a flores era el que llenaba la oficina de Marinette ese cálido día, unas preciosas orquídeas en color rosa pálido alegraban su entorno. 

No era que las orquídeas no fueran de su gusto. Podían gustarle, pero no le encantaban. 

- ¡Son preciosas, enfermera Dupain! Quien sea que se las haya enviado, tiene muy buen gusto - expresó Anne con total adoración por esas flores, deseando internamente que alguien, alguna vez, tuviera un detalle así con ella. 

Marinette estaba cruzada de brazos, un poco incómoda por el detalle. - Si, son... son muy bonitas. Las envió Nathaniel - dijo como si no hubiera querido recibirlas. 

- Parece muy interesado en usted, que suerte - la azabache sacudió su cabeza haciendo una ligera mueca. - Anne, no digas esas cosas. Nathaniel sólo es un compañero del trabajo - 

El llamado a la puerta las hizo reaccionar. Anne abrió con rapidez y dejó pasar a Nathaniel. 

- ¿Tienes un segundo? - pidió el pelirrojo. Quizás Anne estaba más emocionada que Marinette por la no tan inesperada visita del doctor que mantenía una radiante sonrisa en su rostro. 

- Los dejaré solos - 

Una vez que la puerta se cerró, parecía que la azabache había vuelto a tensarse. 

- ¿Qué quieres? Sé breve porque tengo una cirugía en veinte minutos - 

- Quería disculparme por lo que pasó con tu estudiante. No fue correcto mi modo de actuar, enserio lo lamento - 

Marinette lo miraba cruzada de brazos, sin expresión de aparente interés en su rostro. 

- Honestamente me sorprendió todo lo que dijiste. No pensé que te creyeras superior a los demás - confesó. - Las personas que piensan que son superiores a otros, no entran dentro de mi círculo. Eso no va conmigo Nathaniel y ya lo sabías - replicó. 

Nathaniel suspiró, intentando mantener la sonrisa en su cara. Trayendo a su mente las palabras que Kagami le había dado como consejo en su cita nocturna. Tienes que ganártela poco a poco, soportando y haciendo todo lo que ella diga.

- Lo sé, lo sé. Mejor que nadie debería saberlo. A ti te adoptaron y jamás has pensado así y yo... me excedí. Estoy muy arrepentido por lo ocurrido, creo que también debería disculparme por Charlotte por el modo en que le hablé - 

Y ante tan buen actuación, la guardia de Marinette bajó. Negó relajándose un poco y tomó asiento frente a su escritorio. 

- Está bien, yo... acepto tus disculpas. No tienes que hacer nada más, Charlotte volvió el mismo día y mientras no haya más problemas, por mí mejor - 

Nathaniel le brindó una sonrisa y asintió. - Gracias, de verdad me quitas un peso de encima. Y las flores fueron una excusa para verte. ¿Te gustaron? - 

Marinette asintió, esbozando una sonrisa de lado. - Son muy bellas, gracias - 

- Me alegra que te hayan gustado, fue difícil elegirlas porque no tengo idea de cuáles te gustan. Pero estoy feliz de haber logrado mi propósito - expresó con emoción. - Bueno yo... me voy, tengo que trabajar con unos pacientes recién llegados. ¿Te veo después? - 

- Claro - respondió Marinette sin mucho entusiasmo. 

Con una nerviosa sonrisa, Nathaniel se despidió y salió de su oficina sin decir más. 

La azabache se recargó en el respaldo de su silla, mirando el techo como si fuera algo muy entretenido de hacer. Su mente no dejaba de dar vueltas y vueltas por culpa de Adrien. Quizás no fue buena idea haber accedido a besarlo en el jardín esa tarde. Era como si todo su ser, se empeñara en decirle que lo necesitaba a su lado. 

Todo Comenzó en un Barco (Miraculous AU)Nơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ